Queridos lectores, queridas lectoras: os advertimos. Esto no es un simple artículo de opinión, sino el resultado de una minuciosa y audaz investigación llevada a cabo por los miembros de este colectivo. En efecto, hace unas semanas nos compramos unas máscaras de Felipe González y nos infiltramos en el think tank del entorno del presidente castellanomanchego. Su nombre oficial es Proyectos Pagistas (PP), aunque es más conocido como “la orza de Emiliano”. Los analistas que integran dicho organismo han llegado a la conclusión de que, mientras la izquierda siga dividida y embelesada en sus propias retóricas, el voto útil de todo ese sector ideológico está asegurado, de modo que lo más inteligente para mantener el poder es intentar desembarcar directamente en el electorado de extrema derecha. Para ello, aseguran, nada mejor que trasladar a nuestra región el exitoso modelo de Donald Trump.
En primer lugar, indican dichos expertos, habría que adecuar la imagen pública del presidente haciéndole crecer el flequillo, tiñéndole el pelo de amarillo y oscureciendo su rostro con tierras de Egipto. Respecto al discurso, todos coinciden en que no es necesario cambiar nada: ya es lo suficientemente conservador y hostil al gobierno de izquierdas como para satisfacer al votante ultra.
A continuación, según los documentos de PP (no confundir con el Partido Popular), se deberían implementar medidas de corte populista similares a las que han llevado a Trump a la Casa Blanca. Así, de igual modo que a partir de ahora el Golfo de México pasará a denominarse Golfo de América, el Canal de la Mancha podría empezar a llamarse Canal de Castilla-La Mancha. La justificación histórica parece un poco peliaguda, pero podría partir del supuesto de que el insigne marino Álvaro de Bazán, afincado en el Viso del Marqués (Ciudad Real), no conquistó el canal con la Armada Invencible porque no quiso, como Feijoo.
Al hilo de las medidas recientemente aprobadas por el todopoderoso mandatario estadounidense, el think tank castellano-manchego propone criminalizar algún colectivo, pues resulta obvio que el odio y el miedo actúan como poderosos aglutinadores sociales. Ahora bien, al respecto recomienda no replicar exactamente las medidas desarrolladas por el imperio, pues expulsar a los inmigrantes podría dañar severamente los intereses de los grandes empresarios agrícolas, de la construcción o de la hostelería. En consecuencia, la estrategia más eficiente para ganar voluntades en la España cavernaria sería señalar al sanchismo y a los sanchistas, más o menos como se viene haciendo hasta ahora. En sus informes, “la orza” sugiere consultar al embajador yanki sobre la posibilidad de trasladar a Pedro Sánchez a Guantánamo para reeducarlo haciéndole escuchar sin descanso canciones de Bertín Osborne o Mario Vaquerizo.
Finalmente, el laboratorio de ideas objeto de nuestro espionaje considera que no puede haber fervor regionalista sin reivindicación territorial. Trump reclama Groenlandia y el canal de Panamá. Page, según sus análisis, puede reclamar toda la zona castellanoparlante de la Comunidad Valenciana: Requena, Ayora, Villena… Como Castilla-La Mancha no tiene ejército, y como las manifestaciones son de perroflautas, “la orza” sugiere organizar rogativas o procesiones, tan del gusto de nuestro presidente regional y de los sectores más conservadores de nuestra sociedad.
Sabemos lo que estáis pensado. Y con el PP (no confundir con Proyectos Pagistas) de Núñez, ¿qué pasa? Pues ¡también nos hemos infiltrado! ¡Ya puestos! Esta vez nos disfrazamos de Aznar y hablamos con acento texano. Nadie se dio cuenta. Pero fue un poco decepcionante, la verdad, porque la “derechita cobarde” regional no tiene ningún laboratorio propio de ideas: las copia todas directamente de VOX. Hasta ahora, lo único que se les ha ocurrido para reinterpretar las medidas de Trump ha sido sustituir el nombre del santuario de Nuestra Señora de Cortes por Nuestra Señora de los Recortes, en homenaje a doña Finiquito. La misma que dijo aquello de que a Bárcenas se le había pagado “una indemnización en diferido en forma efectivamente de simulación o lo que hubiera sido en diferido de lo que antes era una retribución…”. Ay, sabemos que esto no tiene nada que ver con nuestra investigación, pero ¡nos parece tan divertido!