domingo, 29 de mayo de 2016

Hiroshima y el 2%


Sin duda la visita de Obama a la ciudad mártir de Hiroshima es un acontecimiento histórico cuya imagen servirá como ilustración de los futuros libros de Historia pero que, como en otros casos similares, provoca más reflexiones que consecuencias tangibles. Nada ha cambiado realmente tras esa visita a la “zona cero” japonesa: EE.UU. no ha pedido perdón por aniquilar a más de cien mil civiles en un dramático suspiro, de la misma forma que Japón ha sido muy renuente para pedir perdón a todas las naciones asiáticas a las que su imperialismo, aliado de la Alemania nazi, sojuzgó criminalmente durante la Segunda Guerra Mundial

El discurso de Obama abogaba por la eliminación de las armas nucleares… algo difícil de creer viniendo del presidente de uno de los países que acumula cabezas nucleares suficientes para destruir el planeta por triplicado y que lidera la venta de armamentos a nivel mundial. Un discurso sin el anuncio de ninguna decisión, un brindis al sol. De paso Obama acordó la venta de armas a Vietnam, ese pequeño país comunista que compra armamento a su antiguo enemigo capitalista para defenderse de su vecino comunista, China. Desde luego que nada es como era durante la Guerra Fría…

Mientras tanto, en Europa, muchos países comienzan a poner en práctica lo acordado en la OTAN, bajo el dictamen de EE.UU.: llegar a gastar el 2% del presupuesto nacional en Defensa. El PSOE de Pedro Sánchez y Borrell ya han asumido ese objetivo como propio… y lo dicen la misma semana que la Unión Europea anuncia que España deberá pagar una multa de 2.000 millones de euros y recortar otros 8.000. Y se quedan tan anchos los dirigentes socialistas. Del PP, qué vamos a decir, que desde luego que están de acuerdo en el 2% y en lo que sea (y el que más, su ministro de Defensa, Pedro Morenés, vendedor de misiles y de bombas de racimo en su vida civil)… y Ciudadanos va más allá (aunque sea solamente para en campaña electoral intentar estirar el cuello en todas partes, sea en Venezuela o en la compra de armamento) y habla de gastar ese 2% y ampliar la operatividad de la OTAN, y lo que haga falta y dos huevos duros… Y mientras tanto Podemos continúa con sus ejercicios de cintura, diciendo OTAN no, pero que ahora que sí a la OTAN, pero que no a esta OTAN, pero quedándose, pero no en la estructura militar… y queriendo colocar a un militar como ministro de defensa, algo que no sucedía en nuestro país desde hace casi cuarenta años.

Con los aviones del TLP rugiendo continuamente sobre la cabeza de los albaceteños, cada vez más frecuentemente, más intensamente, más descaradamente, no es fácil creer a todos estos que vienen a decirnos que la paz armada será la única forma de mantener la paz. La paz armada, la de todos ellos, es la que se basa en alimentar el miedo y los conflictos internacionales para vender armas a los países empobrecidos, a los ejércitos de los estados y a las guerrillas que luchan contra ellos, a todos los bandos de todas las guerras civiles, y a los ejércitos occidentales que deben armarse para bombardear a todos a un tiempo.

Los dirigentes occidentales agitan el miedo para encoger el corazón de la gente y alejarlos de la senda que inició Gandhi. Pero lo que es evidente es que, tras setenta y un años desde Hiroshima y sesenta años de OTAN, vivimos en un mundo sangriento, inseguro, desigual, terrible... Parafraseando a Rajoy: sean sensatos, denle una verdadera oportunidad a la paz… y no aumenten el presupuesto militar español ni coloquen a militares ni a fabricantes de misiles como ministros de defensa. No pongan a los zorros a cuidar del corral.







sábado, 21 de mayo de 2016

LA EDUCACIÓN PÚBLICA EN PELIGRO


Tendemos a olvidar demasiado fácilmente. Quién sabe, quizá lo de aparcar los malos recuerdos se deba a algún mecanismo psicológico de autodefensa, pero el caso es que da la impresión de que se nos está olvidando todo lo que han hecho Rajoy y el PP durante los últimos cuatro años. Parece que ya no nos acordamos de reprimieron brutalmente la protesta social, de que privatizaron hospitales, de que redujeron el presupuesto de los servicios sociales por debajo del mínimo de subsistencia, de que prácticamente se cargaron la cooperación internacional, de que en cuatro años despidieron a 32000 docentes…
                O sea, que ahora el gobierno del PP se encuentra agazapado tras una situación de interinidad que, afortunadamente, le impide gobernar, pero no podemos olvidar que durante todo este tiempo se ha comportado como el enemigo número 1 del pueblo. Y como pueda, lo va a seguir haciendo. Como consecuencia de su política fiscal electoralista y clasista, ha vuelto a incumplir el objetivo del déficit. La consecuencia, ahora, no sólo va a ser que España será sancionada (de aquí a unos meses, para no empañar la imagen de don Tancredo), sino que el programa de estabilidad 2016-2019 que han presentado a la Comisión Europea contempla recortes de 12000 millones en educación y sanidad, tal y como ha denunciado recientemente Izquierda Unida. Evidentemente, eso no lo van a decir en campaña ni va a figurar en su programa, ese extraño documento con el que cada cuatro años engañan a una parte de la sociedad española.
                De modo que los servicios públicos vuelven a estar en el objetivo del PP y la oligarquía socioeconómica a la que representa y, por lo tanto, la educación está en peligro. La educación pública está siendo atacada mediante dos estrategias igualmente destructivas. En primer lugar, y de forma más visible, recortando el presupuesto en educación hasta límites insoportables. Quizá la gente no lo sepa, pero hace años que en los centros públicos prácticamente no se compra un libro, no se renuevan las bibliotecas, no se actualizan los equipos informáticos, no se financian actividades extraescolares, no se realizan desdobles en idiomas o disciplinas experimentales, y a veces apenas alcanza para pagar la calefacción o la luz. Y eso por no hablar de cómo la reducción de plantillas y el aumento de las ratios ha convertido muchas aulas en espacios congestionados e irrespirables, donde los docentes no tienen tiempo ni recursos para atender a los alumnos con dificultades de aprendizaje. O por no hablar de cómo el profesorado interino es despedido sin miramientos antes de terminar el curso, para no pagarle las vacaciones, como si las personas fueran kleenex que se usan y se tiran. En fin, hace un tiempo nadie habría imaginado ese grado de ensañamiento contra la educación pública en país supuestamente civilizado. Pero quizá eso no sea lo peor. El sistema educativo está sufriendo un ataque mucho peligroso porque es más sutil. Se trata de un ataque ideológico. La LOMCE ha introducido en el corazón de nuestra organización escolar no sólo el modelo político autoritario del PP, que ha convertido a los consejos escolares en comparsas y a los directores en emperadores, sino también su modelo económico ultraliberal. Ahora el currículo se organiza en torno a competencias (del verbo competir), estándares, rankings… y otros conceptos del mundo empresarial que pretenden mercantilizar la educación.
                En definitiva, la educación pública, la de todos y todas, la que no discrimina, la que no adoctrina, está más amenazada que nunca aunque no lo parezca. Por eso nosotros, una vez más, hacemos un llamamiento para defenderla en la calle (participando, por ejemplo, en las Marchas por la Dignidad del 28 de mayo), en las urnas (no votando a las derechas ni a sus sucedáneos) o en los foros de debate (acudiendo a la IV Jornadas Estatales por la Educación Pública que está organizando ADEPAB para los días 8 al 10 de julio). Ya iremos informando.





sábado, 14 de mayo de 2016

UNIDAS Y UNIDOS SEGURO QUE PODEMOS


Esta semana que dejamos atrás ha sido para enmarcar, con la magnífica noticia del acuerdo por el que la izquierda real de este país se presentará unida en una coalición electoral, el próximo 26 de junio. Hace ya diez meses, nosotros ya nos mojamos abogando por una confluencia de las gentes de izquierdas, donde indicábamos que esta unión no es un camino, es el único camino. Parece ser que algunos han tardado en escuchar el grito desgarrado que estaba en la calle pidiendo otra forma de hacer política, cuyo centro fuera la gente llana y sus aspiraciones de vivir en un país más justo y solidario. Tardó, pero llegó.

Estamos tremendamente ilusionados con el paso dado por Izquierda Unida, Podemos, Equo, Compromis y todos aquellos que han querido sumarse a este huracán de cambio, que dejará atrás un gris y tormentoso periodo bipartidista, lleno de privilegios y paraísos para unos pocos y enormes retrocesos en derechos para la mayoría de la ciudadanía. Nuestro convencimiento, de que las próximas elecciones generales darán un vuelco al panorama político, es total. El objetivo de desalojar a Rajoy y a su banda de la Moncloa bien merece esta confluencia, donde sumando esfuerzos lograremos que esto cambie, haciéndolo generosamente, mirando más allá de nuestras propias “tribus”. No podemos esperar más tiempo porque, si la derecha gana las próximas elecciones, dejará toda España como un rastrojo, y eso ni vamos ni debemos permitirlo.

Las cifras hablan muy clarito. Si se  repitieran los resultados del 20D, con la suma de los votos de IU y Podemos se lograrían 14 escaños más, restando  7 diputados al PP,  4 a Ciudadanos, 2 al PSOE y 1 al PNV. Pero la aritmética no será lineal, habrá una grata sorpresa multiplicando estos datos por la ilusión creada por “Unidos Podemos”. Aquí radica el problema, porque la preocupación del bipartito PP-PSOE y sus padrinos del IBEX35 es brutal. Los insultos, descalificaciones y demás improperios ponen de manifiesto el mucho miedo que tienen, sus esfínteres se aflojan viendo que su chollo económico-político puede desaparecer en unas semanas. Los medios de comunicación afines y los tertulianos untados ya se están encargando de propagar nubes de desasosiego, para que la población se abstenga o vote por los de siempre, por el temor a perder las pocas migajas que reparten los depredadores de nuestros derechos. ¿A cuántos incautos engañarán esta vez? Las grietas van apareciendo en el suelo del PP.

El texto consensuado por los integrantes de “Unidos Podemos” refleja 50 puntos que son el punto de partida, lo que los une, coincidencias programáticas que comparten todos. Para empezar no está mal, pero echamos en falta medidas y propuestas encaminadas hacia el pacifismo, la lucha contra la OTAN, abrir paso a la  Tercera República,… pero la confluencia es el principio del camino y no el final. Nos imaginamos que en el segundo capítulo de esta increíble aventura aparecerán las medidas  correctoras derivadas de las luchas populares que llevamos en nuestro devenir y en nuestro corazón.

Las prisas han marcado ciertos errores y disfunciones a la hora de tomar decisiones en la coalición electoral de cambio, lo que debe corregirse en un futuro próximo; la democracia participativa, la horizontalidad y el programa inclusivo hecho por todos y todas, se han aparcado peligrosamente, lo que son asignaturas troncales pendientes que algunos no olvidamos. Anotado queda en nuestro cuaderno rojo y violeta.

También es irrenunciable que los candidatos y candidatas de la confluencia de la izquierda hayan sido avalados por un proceso de primarias en las propias provincias, los que nos conocen saben que los dedazos no son compatibles con nuestros principios de democracia radical.  Sabemos que confluir en esta coalición requiere macrodecisiones, pero también microrrespetos, sobretodo en la elaboración de las listas electorales en cada circunscripción.

Nuestras críticas son para corregir errores -tal vez estemos a tiempo de alguna rectificación de última hora-, pero en el fondo seguimos ilusionados con este proyecto de avance social, una confluencia vital basada en la generosidad y la humildad, donde prime el proyecto heterogéneo, crisol de sensibilidades, por encima de siglas y ombligos.

Hay muchas mujeres y muchos hombres dispuestos a luchar,  a dar lo mejor que tienen para lograr el objetivo de construir un país mejor para tod@s, con una mayoría parlamentaria que adopte medidas que revierta esta maldita estafa en la que malvive la mayoría de la población. Unidas y unidos seguro que podemos.



PD.- En su quinto aniversario, nuestra más cordial felicitación al movimiento 15M, sin su complicidad mucho de lo que aquí expresamos habría sido imposible. Muchas gracias, 15M.






domingo, 8 de mayo de 2016

Religión Islámica en la escuela pública


Quizá ustedes ya sepan que nosotros, por coherencia y sin especial animadversión a ninguna creencia, rechazamos cualquier enseñanza religiosa en la escuela pública dentro del horario lectivo y pagada con fondos públicos.

Gracias a la LOMCE del PP la enseñanza de la Religión Islámica pagada con dinero público en los centros educativos va a comenzar el curso próximo en Educación Infantil y, curso a curso, continuará implantándose hasta en la Educación Primaria y la Secundaria.

Los contenidos de estas enseñanzas han sido aprobados por Real Decreto, siguiendo únicamente las indicaciones de la Comisión Islámica de España, aunque nada  hay de nuevo en este hecho: según la LOMCE del Partido Popular, al igual que la Iglesia Católica, las comunidades evangélicas o israelitas, la Comisión Islámica tiene derecho a proponer los contenidos religiosos que se van a enseñar en las escuelas públicas.

Y el estado, al igual que con las otras religiones, lo único que debe hacer es publicar estos contenidos en el BOE, y prepararse para organizar los horarios y aulas de los centros para que puedan impartirse todas las religiones citadas. Y, por supuesto, también tendrá que preparar el dinero necesario para pagar, del dinero de todos ustedes, a los profesores designados por los obispos, por la Comisión Islámica, las Entidades Evangélicas y las Comunidades Israelitas. Y, por supuesto, ninguno de esos profesores tendrá que pasar por ningún tipo de oposición o control por parte del estado ni las Comunidades Autónomas, pero formarán parte del claustro de profesores de los centros escolares.

Más allá: de acuerdo con la LOMCE del PP, en las enseñanzas del Bachillerato tendrá la misma importancia estudiar religión católica o islámica que Anatomía, Matemáticas o Filosofía, y su nota valdrá lo mismo para la nota final del Bachillerato.

Nada nuevo, nada que no supiéramos ya. Imaginamos que, por coherencia, estarán de acuerdo todos los católicos que apoyan que el estado privilegie la educación religiosa en los centros públicos. Hasta ahora estas personas han defendido la presencia privilegiada de la religión católica en nuestras aulas; imaginamos que harán lo mismo con la religión islámica. Lo contrario podría oler a cierto nacionalcatolicismo rancio, más rancio si cabe en los tiempos que corren.  Pero imaginamos que aunque esto no les haga mucha gracia, los defensores del nacionalcatolicismo apoyarán por puro interés que los imanes islámicos entren en los centros públicos… porque cuantos más predicadores de todas las religiones haya en las aulas, más difícil será sacar de ellas a los profesores de religión católica.

Habrá también quien, con una buena intención que podemos comprender, dirá que es una forma más de favorecer la integración social de los musulmanes que puedan padecer la desconfianza que causan los extremistas islámicos. Pero precisamente una escuela laica es la única que puede facilitar la integración de los alumnos, porque la escuela laica es la única que no va a separar a niños y niñas en diferentes aulas por razones religiosas.

El PSOE nunca quiso sacar a los catequistas de los colegios y Pepe Bono llevó a la iglesia católica a alcanzar un estatus en las aulas que jamás hubiera soñado obispo alguno. El PP sigue en esa dirección y, tras una apariencia de igualdad de trato, apuntala los privilegios de la iglesia favoreciendo la entrada de otras religiones.

Y así seguimos, y cada vez peor. Con el máximo respeto a todas las creencias, el camino del siglo XXI no puede ser el de un estado prisionero de las jerarquías religiosas. El estado laico es la única garantía de igualdad para quienes nunca quieran verse discriminados por su opción religiosa. ¿Cambiará esto también a partir del 26 de Junio?



domingo, 1 de mayo de 2016

CONFLUYENDO QUE ES GERUNDIO


La desigualdad sigue aumentando en España. En Europa, a este ritmo solamente nos gana Letonia, pero ganamos a todos los demás. Lo dice el coeficiente de Gini y lo puede decir cualquier ciudadano o ciudadana con un mínimo de sensibilidad y con los ojos y oídos abiertos. Hay nuevas elecciones y las expectativas que salieron de las anteriores, se han visto enterradas. ¿Vamos a seguir permitiendo que la desigualdad y los latrocinios sigan campando a sus anchas? El bipartidismo sigue ahí. Y afrontarlo y abrir una brecha no es fácil. Y no es lo mismo enfrentarte a él llegando con más votos y escaños que el otro, que ejercer de menos votado, donde si tragas con el PSOE eres un vendido al peor capitalismo, y si no tragas eres un vil que permites el gobierno de la desvergüenza del PP. En IU lo saben bien y en Podemos lo han aprendido rapidito.

Ahora toca volver a reparar en que el pasado 20-D la falta de confluencia global de las fuerzas a la izquierda del PSOE, impidió ser la segunda fuerza más votada y tener 13 escaños más. Incluso quitando el voto refractario que seguro habría.

Y ahora se generan dos planos: el de la calle, el de los millones de personas que esperan un verdadero cambio, y otro, el de quienes han vivido más de cerca y con intensidad las relaciones de las fuerzas a unir. En la calle, en la mayoría de la gente, la cosa parece clara: que se haga lo necesario para que la cleptocracia desaparezca. Hay quienes siguen disfrutando con que les roben, pero son minoría, aunque eso sí, viajan muy unidos.

Ahora falta que en el otro plano, el de quienes tienen responsabilidad, participan o se toman la molestia de opinar, seamos capaces de poner empeño en lo que nos une y no andar hurgando en lo que nos separa. Poner en valor lo que de bueno, y mucho, tienen muchas formaciones a la izquierda del PSOE.

Una campaña está hecha para evidenciar las diferencias…hay que cambiar el chip, buscar las cosas que nos unen. Cada cual suma sus cosas buenas y seguirá dejando para sí sus cosas menos buenas, sean estas materiales o de actitudes. La lista de agravios es larga y lacerante, pero se acaba manifestando como una prueba de si nos interesa más el ego o lo que la gente nos pide a gritos.

Sí. Cambiar el chip. Confluir desde el respeto, no de cualquier manera que haga saltar chispas en el momento más inoportuno. Las identidades son las que son y no hay por qué perderlas. Se puede y se debe elaborar un programa de consenso que será una bendición para la sociedad. Habrá que aprender a renunciar hacia dentro y a compartir hacia fuera… No es fácil, pero el momento tampoco lo es, y sí histórico. Se requieren medidas de peso y valientes. Como recuerda Pascual Serrano en un interesante artículo, Izquierda Unida se ha presentado a las elecciones europeas en coalición con partidos que luego en Europa tienen grupo diferente. Sin embargo, ahora se encuentran en el mismo grupo europeo que Podemos, y trabajando hombro con hombro a pesar de que fueron en listas distintas.

Igualmente, candidatos y candidatas de confluencia hay. Gente buena y preparada, muy bien considerada por ambas formaciones la hay. Tampoco eso debe ser un obstáculo para consensuar.

Sólo basta ver cómo están reaccionando el resto de fuerzas del bipartidismo o la derecha a esta posible unión: no les gusta a ninguna. Ni un pelo.

Es el momento de acabar con esta pseudodemocracia, es el momento de establecer ¡al fin! una ley justa que haga que el voto de cualquier ciudadana o ciudadano valga igual, el momento de ir acabando con las desigualdades. Pero eso, sólo será posible si nos ponemos a ello…