domingo, 26 de febrero de 2017

EMPATÍA… ¿LO CUÁLO?


Dice la RAE que empatía es un sentimiento de identificación con algo o alguien, o bien, que es la capacidad de identificarse con alguien y compartir sus sentimientos. Es decir, lo que en La Mancha hemos dicho de toda la vida, ponerse en el pellejo del otro.

Y por lo que pareciera, este debe haber sido el motivo por el que el mundo ha llegado hasta aquí, aportando los mejores y más honrosos pasajes de su historia y de su día a día. De la empatía nace la solidaridad y el colectivismo como cultura del entre todos mejor que uno a uno. Cuando la especie era nómada, empatía era ayudar a quien se accidentaba, a pesar de saber que andaríamos más rápido y fácil sin él. Cuando el sedentarismo, la empatía llevaba a ceder una parte de la cosecha a quien la había perdido toda, aun sabiendo que tendríamos para más si no le diéramos nada a ella. Hoy, se atiende a deshora a quien lo necesita perentoriamente, aun sabiendo que es un trabajo extra; se dedica parte de nuestro tiempo y esfuerzos a trabajar por los demás, sabiendo que tendremos menos para los más cercanos. Entonces, cada cual; profesora, carpintero, autónomo, funcionario, fontanera, parado o abogada, … ciudadanía, al fin y al cabo, desde su lugar en la sociedad, hace despliegue en una u otra medida de la empatía.

Y así, desde la individualidad se llega al colectivismo, haciendo que los que nos gobiernan, ejerzan su poder enfocado al bienestar común y desarrollando acciones especiales hacia quienes más lo necesitan. 

Pero en los últimos tiempos parece que un viejo santo, que siempre estuvo ahí sin duda, está ganando devotos a millones: San Para Mí. Algo grave pasa cuando alguien no es capaz de empatizar con una familia, con una profesora, carpintero, autónomo, funcionario, fontanera, parado o abogada, … ciudadanía, al fin y al cabo, que está siendo bombardeada y quiere sobrevivir dejándolo todo y buscando un lugar seguro, o con quien se echa al mar o salta una valla buscando una vida digna, sin hambre o sin persecuciones. Algo pasa cuando no somos capaces de ponernos en el pellejo de mujeres y hombres (desde recién nacidos hasta ancianos) que son sometidos y sometidas a las peores vejaciones por las mafias. Algo pasa cuando no nos echamos al monte y hacemos exigir algo tan básico, tan necesario, como que se cumplan los derechos más elementales. Bastaría simplemente con exigir lo justo, pero ni siquiera eso, por si los gobiernos burócratas no entienden otra cosa, no hay que cambiar leyes ni hacer unas nuevas: basta con cumplir las que hay y cumplir lo que se acuerda y firma. La Unión Europea nace como bastión de la solidaridad entre países, que es la solidaridad entre personas, como una forma de abrirnos al mundo y unidos, mejorar. Ahora, lo que parece imperar es la crueldad y la canalla, y por si el prurito de alguien se ve tocado, nos permitimos externalizar esa crueldad y esa canalla, les pagamos a terceros, infames y míseros, para que ejerzan de miserables deshumanizados por nosotros. Resulta paradójico oír a Rajoy decir que vivimos en la mejor zona del mundo para vivir y con más paz, y luego, por ejemplo, Italia pida fondos a la UE para ayudar a los migrantes, y no se les haga caso. ¿Son los gobiernos los que están creando esta Europa-Fortaleza? ¿Son ellos, y los grandes capitales, los que ni si quiera se toman las molestias de crear pasajes seguros? O somos todos que los estamos apoyando o cuando menos consintiendo. ¿Dónde hemos dejado la empatía que nos hace humanos inteligentes? Bienvenidos Refugiados y Amnistía Internacional, entre muchas otras organizaciones, están intentando movilizar, no gente, sino conciencias. El próximo sábado 4 de marzo a las 12,00 hrs. y frente al ayuntamiento, inauguraremos en Albacete una ciudad, una ciudad acogedora. Ojalá y así sea.






domingo, 19 de febrero de 2017

Sentencias indignantes


La reciente sentencia del caso Nóos, que podríamos llamar caso Cristina de Borbón e Iñaki Urdangarín, ha sido la amarga gota de que ha colmado el vaso de la paciencia de los súbditos del reino de España: los indignados tenían que salir a la calle de nuevo y así, afortunadamente, lo hicieron ayer en Madrid, avanzando espontáneamente por el Paseo de Recoletos para asaltar el Congreso.

Cristina de Borbón, condenada, encabezó la protesta ciudadana. Ella, que nunca sabe nada de nada, sabía que tenía derecho a indignarse por su marido, el delincuente Duque Empalmado, condenado a menos de un tercio de lo que pedía un fiscal que a veces parecía el abogado de la Infanta.

La real pareja fue acompañada por miles de indignados, algunos jurídicamente españoles pero fiscalmente suizos, que gritaban indignadamente acalorados contra la insolidaridad de sus compatriotas currantes, que se resisten a jubilarse a los 70 años. Uno de ellos vociferaba también “lluarfaired”, palabreja yanqui que más o menos viene a significar “si estás enfermo o se ha muerto tu madre me importa un bledo, estás despedido”. Un reportero de la cadena Rtvestaeslateledelpp ha informado diligentemente que el indignado en cuestión era un ciudadano empresario que no soporta ver cómo flojean los trabajadores españoles en cuanto los explotas mucho y les pagas poco. Este empresario era jaleado por un jubilado pensionista, rey durante su recién concluida vida laboral, que a pesar de sufrir un accidente de trabajo cazando elefantes en África, nunca se pudo pedir una baja porque se le llenaba el palacio de republicanos piojosos: indignante, oiga usted.

Dispersos entre los indignados, cual policías de paisano, se camuflaban los miembros de un grupo político parlamentario muy popular, que lanzaban consignas indignadas, aunque un poco confusas, en las que mezclaban la defensa de la Guardia Civil y de España con el sueldazo que iba a cobrar el pobre Arsenio Fernández de Mesa por asistir calladito a unas reuniones de Red Eléctrica de España, el pobre, y que estaba sufriendo el indignante acoso de un montón de ciudadanos ignorantes de las leyes básicas de  la Electrotecnia, la primera de la cual es: enchufe +  caradura = kilosueldazo.

En un lateral, Ana Mato levantaba el puño y su cara morena sonreía mientras lanzaba confetis hechos de pedacitos de billetes de 500 euros. En el otro, Jaume Matas, que había perdido la cuenta de las causas que le habían llevado hasta allí, cantaba emocionado “agrupeeeemonos toooooodos, en la ceeeeeelda reaaaaal, la jeeeetset humaaaaana es la estafaaaaa mundiaaaal…”.

A su lado, bueno, un paso más atrás, gritaba Artur Más, indignado manostijeras, enfadado con que la justicia del Estado Español (así, con mayúsculas franquistas) persiga políticamente un partido al que él ya no pertenece, y que por lo visto se llamaba Convergencia Democrática de Cataluña, porque ha cobrado y malversado millones de pelas, aunque él no sabía nada de eso.

Y así, miles de indignados llenaban el Paseo, con un precioso colorido de bolsos de lujo. Detrás, una cabalgata automovilista: el Jaguar, el Mini, y todos los demás, hacían sonar sus cláxones cual trompetas que avisaran a toda esa caterva de jueces rojeras de la llegada del juicio final. “La Infanta somos todos, no sabemos nada”, coreaban los indignados desde sus descapotables, animados también por la ignorancia de Rajoy.

Al  final, unos metros más atrás, cerrando la manifestación, caminaba el último indignado. Solitario, sintiéndose uno más pero sabiéndose diferente, poderoso mentalmente gracias a sus clases de yoga, Rodrigo Rato no gritaba, sonreía tranquila y silenciosamente. Porque él sí que sabía. Sabía, después de dirigir todas las esferas del poder económico, que ni la Infanta, ni el Duque, ni él, ni ningún otro delincuente poderoso pasarían en la cárcel ni una décima parte de lo que merecían. Por eso sacó de su traje su teléfono y tecleó: “Cristina, sé fuerte”. Y se marchó.







sábado, 11 de febrero de 2017

ABSOLUCIÓN DE LOS 5 DEL BUERO


María Dolores de Cospedal, Antonio Román Jasanada, alcalde de Guadalajara, y en general el Partido Popular llevan ya muchos años criminalizando la protesta ciudadana, como una estrategia de represión política, implementada mediante la difamación, deslegitimación y judicialización para debilitar y romper el tejido social bajo argumentaciones relativas a la seguridad ciudadana. Se han dedicado a la negación o restricción de derechos, que normalmente afecta a la calidad de vida de los sectores más desfavorecidos y que acarrea un proceso de descomposición y ruptura social. Consecuencia de estas negaciones y restricciones, y con el ánimo de evidenciarlas y combatirlas, una parte de la sociedad en estos últimos tiempos nos hemos organizado y hemos ejercido nuestro derecho legítimo a la protesta social. Estos políticos de medio pelo, en vez de asumir las críticas y ejercer su responsabilidad como garantes de derechos, realizan medidas represivas que van desde multas, detenciones arbitrarias y judicializaciones, que impiden el desarrollo de un estado democrático con mayúsculas.

Lo anterior no es ninguna invención, y para muestra un caso que nos toca muy de cerca. En septiembre de 2011, tras la llegada al gobierno de Mª Dolores de Cospedal, el Partido Popular lanzó un ataque salvaje contra la Educación Pública, despidiendo de la noche a la mañana a 800 interinos en Castilla-La Mancha cuando ya estos tenían asignados sus puestos y muchos de ellos ya se habían desplazado a sus centros educativos. Fue el origen del mayor ERE que se ha realizado en Castilla-La Mancha contra la Educación Pública, que acabó con la desaparición de más de 6000 puestos de trabajo docente en la oscura legislatura de Mariloli.

Nada más conocerse ese ataque, el 7 de septiembre de 2011, se produjo la primera manifestación de protesta en Guadalajara contra los recortes del PP. Más de 500 personas, en su mayoría profesores, se concentraron frente a la Delegación de Educación. Después, de una manera espontánea, la manifestación se dirigió al Teatro Buero Vallejo donde se celebraba el pregón oficial de las Fiestas de Guadalajara, que se interrumpió de forma tranquila con frases y cánticos a favor de la Educación Pública y en contra de los recortes en educación. A partir de ahí el PP, fiel a sus tradiciones franquistas lanzó una campaña para criminalizar esta protesta pacífica, seleccionando aleatoriamente a 5 de los participantes en la concentración para utilizarlos como cabeza de turco.

El Pleno del Ayuntamiento aprobó con los votos del PP en solitario “investigar e identificar” a los involucrados, y finalmente 8 policías locales -4 de ellos se han retractado-, y el jefe de la Policía Local presentan la denuncia, aportando partes médicos de lesiones leves. Es significativo que solo a dos de los 5 se les identificó en el teatro, el resto fueron seleccionados por la Policía después de visionar las imágenes de la protesta.

Así, cuatro profesores y un activista recibieron la denuncia de la Policía Local que los acusaba de "atentado continuado a la autoridad, desórdenes públicos y agresiones", por lo que se les pide pena de hasta cuatro años de cárcel y multa de 7000 euros, pese a que los 5 imputados no han sido en ningún momento identificados como autores de los delitos que se les acusan.

Después de más de cinco años de la justificada protesta ciudadana, el próximo martes, 14 de febrero, a las 10,30 de la mañana, se iniciará la vista en el proceso penal contra los 5 del Buero.  El juez Jesús Villegas, titular del Juzgado de Instrucción Nº 3 de Guadalajara se ha salido con la suya, que contra viento y marea decidió procesar a estos cinco compañeros por cometer el “gran delito” de protestar contra el desmantelamiento de la Educación Pública. Y lo que es más preocupante todavía, el magistrado Villegas ha hecho caso omiso de la petición sostenida de sobreseimiento de la causa por parte de la Fiscalía, que como no puede ser de otra forma no aprecia ninguno de los delitos que señala la acusación particular, impulsada por el gobierno municipal del PP, y que el juzgado ha hecho suyos.

A pesar de todos los datos y pruebas que demuestran que la movilización no fue violenta en ningún momento, se demuestra una vez más de qué lado está la justicia. Mientras que estos compañeros se enfrentan a cuatro años de cárcel por defender la Educación Pública, los grandes estafadores, los corruptos, los responsables de esta crisis, los que han robado el futuro a cientos de miles de estudiantes y familias trabajadoras, siguen impunes. Ellos intentan evitar que luchemos a través de la represión, pero como hemos demostrado llenando las calles una y otra vez en las mareas, saliendo a movilizarnos con más fuerza ante la Ley Mordaza, estas maniobras represivas no nos van a detener.

Este juicio es una auténtica persecución política, que pretende reprimir los actos de protesta y tomar venganza, servida bien fría, contra un movimiento que se atrevió a manifestarse en el pregón municipal. Un juicio amparado y perpetrado a instancias del gobierno municipal y del Partido Popular de Guadalajara.

Ante este injusto enjuiciamiento, ante la “brutalidad” de esta acción de Antonio Román, no cabe más que pedir la ABSOLUCIÓN de los 5 del Buero.

La libertad de expresión no puede llevar a nadie a la cárcel.

El próximo 14 de febrero, a las 10 de la mañana, acompañaremos a los 5 del Buero, estaremos frente a los Juzgados. Si nos tocan a uno, nos tocan a todos.


¡Nosotros también estuvimos en el Buero! ¡La lucha sigue! ¡ABSOLUCIÓN!




sábado, 4 de febrero de 2017

IZQUIERDA UNIDA EN CLAVE DE SOL


El mundo no es un caos, sino un sistema de relaciones dinámicas. El sol no sale porque sí, los objetos no caen por casualidad. Los seres humanos no somos átomos errantes. Y de igual modo que necesitamos las leyes físicas para anticipar los fenómenos naturales, necesitamos herramientas de análisis para detectar las regularidades de los procesos sociales y proyectarlas hacia el futuro.

Podemos denominarlas como queramos (ideologías, esquemas, métodos…), pero sin ellas carecemos de la perspectiva imprescindible para interpretar la realidad y orientar nuestras estrategias.

Por ejemplo, sin la perspectiva ecologista no entenderíamos que el crecimiento ilimitado está reventando el planeta por todas las costuras y condenando a la miseria a millones y millones de personas.

De igual modo, sin la perspectiva feminista no habríamos advertido que el patriarcado se encuentra incrustado como una mala hierba en todo tipo de sociedades y colectivos humanos, incluyendo los supuestamente más avanzados (organizaciones progresistas, movimientos alternativos…), lo cual nos obliga a promover un cambio cultural que afecte a todos los ámbitos de la convivencia.

También está resultando reveladora, en los últimos tiempos, la perspectiva decolonial, que nos ha permitido percatarnos de que Occidente nunca ha sido el ombligo del mundo y nos ha desvelado que la lógica de las relaciones internacionales sigue respondiendo a planteamientos puramente colonialistas.

No cabe duda, por lo tanto, de que todos estos enfoques son imprescindibles para alcanzar una visión poliédrica y compleja de la realidad. Ahora bien, nosotros consideramos que ha desaparecido del debate público, quizá por el interés de los más poderosos, quizá porque se considera políticamente incorrecto, un concepto sin el cual no se entiende absolutamente nada de lo que está pasando. Nos referimos al concepto de lucha de clases. Sin él, el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional son simples instituciones benéficas que suministran las únicas recetas económicas posibles. Sin él, las políticas antisociales emprendidas por Ronald Reagan y Margaret Thatcher en los años ochenta son la consecuencia de los caprichos de un mal actor secundario y una primera dama estreñida. Sin él, toda la política privatizadora iniciada por Felipe González, continuada alegremente por Aznar y culminada salvajemente por Rajoy, Cospedal y toda su tropa, no es más que el necesario saneamiento que necesitaba el sector público, que ya se sabe que no es más que sumidero de recursos y nido de gandules. Sin él, cuando el secretario de estado Marcial Marín habla de la “empleabilidad” como uno de los principales objetivos de la educación, no está proponiendo formar mano de obra barata, sino enunciando una teoría pedagógica súper guay. En definitiva, sin la perspectiva de la lucha de clases no nos enteramos de que en la actualidad estamos asistiendo a un ataque global sin precedentes del gran capital para incrementar su riqueza a costa de lo público (la sanidad, la educación, los servicios sociales, las pensiones…) y a costa del empobrecimiento de la clase obrera. Y no es que lo digamos nosotros. Lo dice Warren Buffet, una de las personas más ricas del mundo: “La lucha de clases sigue existiendo, pero la mía va ganando”.

Pues bien, en estos tiempos de posverdad, de discursos “líquidos” o amorfos, de penumbras ideológicas, la única formación política que no pierde el norte y que al respecto arroja algo de luz, como un sol en una fría mañana de invierno, es Izquierda Unida, que señala directamente a la lucha de clases como motor de la historia y causa directa de los grandes conflictos actuales, apela a la conciencia de los trabajadores y defiende el socialismo como vía hacia una sociedad verdaderamente democrática. Por eso la reivindicamos. Porque si nos desorientamos, si no sabemos adónde vamos, andaremos sin rumbo, como muñecos locos, y perderemos el tiempo dando palos de ciego. Ah, y nos consta que la mencionada organización no es perfecta, y que, sobre todo, podría haber gestionado más hábilmente la pluralidad interna. Pero, visto lo visto, quien esté libre de pecado, que tire la primera piedra.





* El Colectivo Puente Madera está formado por Enrique Cerro, Esteban Ortiz, Elías Rovira y Javier Sánchez.