domingo, 24 de junio de 2018

CARNE INHUMANA AL TIMÓN

No hay peor cosa que poner a dirigir un país poblado por seres humanos a un trozo de carne que no es humana. Una cosa llamada Movimiento Cinco Estrellas, que alguna vez alguien confundió con un movimiento de izquierda, se ha repartido el poder con la extrema derecha profascista italiana, la Liga Norte.
Los dos movimientos han reinventado el Consulado de la época de la República Romana: hay un emperador y dos cónsules. El emperador es el presidente Conte, un tecnócrata que gusta a los mercados. El primer cónsul es Luigi di Maio, de Cinco Estrellas, cuyo único mérito político consiste en haber ayudado a que la ultraderecha gobierne Italia… Y luego está el otro cónsul, Salvini, Ministro de Interior, filofascista de la Liga Norte, un trozo de carne de apariencia humana, pero carente de toda humanidad. Más allá: es un fascista intolerante que se transforma en nazi. Y lo decimos con toda la gravedad que usar estos términos implica.
Salvini expresa abiertamente, ufanándose, uno de los principios básicos del fascismo: el ultranacionalismo, que coloca el término nación por encima de los valores de la Declaración de Derechos Humanos y por encima del derecho internacional. Salvini y los cómplices de Cinco Estrellas, violan los derechos humanos de los inmigrantes y refugiados en el Mediterráneo… y violan el derecho internacional de asistencia en el mar… y alardean de ello.
Salvini debe saber bien que el ultranacionalismo italiano colaboró activamente en la destrucción y sometimiento de los países africanos, en la ocupación de Libia, en la infame conquista de Etiopía. Es triste, no inesperado, que estos italianos no sientan ninguna deuda con, como mínimo, los etíopes y libios a los que un día conquistaron. Parece que los neofascistas italianos coinciden con el exdirector de RTVE, José Antonio Sánchez, que dice que España no colonizó América, sino que la evangelizó y civilizó. Se nota que este confeso secuaz del PP no ha leído ni un libro de historia. Olvidémonos de él, pero volvamos a Italia: ¿qué pasaría si los italianos que emigraron a principios del siglo XX volvieran a la península itálica? ¿Qué diría Salvini si los expulsaran de América por millones?
Salvini, Cinco Estrellas como cómplice, va más allá del nacionalismo fascista, que siempre se expresa como oposición contra otros pueblos o naciones. Y el salto hacia el nazismo es este: para ser italiano no basta con tener la ciudadanía italiana, ni que la hayan tenido tus padres y tus tatarabuelos… para ser italiano hay que ser de una raza (¿etnia?) determinada. Incapaz de definir qué es eso de la “raza italiana”, la define por negación: los gitanos no son como los demás ciudadanos italianos. Quiere censarlos, establecer un registro diferenciado de italianos de etnia gitana, violando todos los derechos individuales y colectivos de la legislación italiana e internacional. “Nadie, fuera de aquellos por cuyas venas circula la sangre alemana […] podrá ser miembro de la nación”. Eso escribía Hitler en “Mi lucha”, eso es lo que ese pedazo de carne de Salvini quiere para Italia. Del fascismo al nazismo, de la estupidez a la locura.
Mientras tanto, en otros países de Europa (Austria, Hungría, Polonia…), la extrema derecha avanza hacia el poder y la derecha liberal se inclina ante ella para no perder votos… y quizá termine engullida por la misma. Ya veremos cuál es la reacción a medio plazo de la derecha española, del PP y de Ciudadanos, ante este nuevo marco europeo. El reto no es la inmigración: el reto es que los países europeos sean dirigidos por gobiernos que respeten el derecho internacional y no manipulen los miedos de sus ciudadanos. Vamos, que no nos gobierne carne inhumana.

viernes, 15 de junio de 2018

EN DEFENSA DE LAS PENSIONES PÚBLICAS



Después de algunos meses, donde la inacción ha protagonizado a la comisión parlamentaria del Pacto de Toledo, el pasado 12 de junio se reunieron sus señorías para buscar soluciones a las Pensiones Públicas. Algunos de los portavoces parlamentarios se han puesto las pilas. ¡Ya era hora! Gracias a la presión constante de los colectivos de pensionistas, como los integrados en la Coordinadora Estatal por la Defensa del Sistema Público de Pensiones, se retoma el tema de la revalorización anual de este derecho que debe estar, de una vez por todas, blindado en la Constitución.


Hay acuerdo en tirar a la basura el indigno y maloliente 0,25%, aprobado por el PP hace un lustro. Se está vendiendo que hay cierto consenso en el Pacto de Toledo para subir las pensiones al ritmo de la inflación, pero todo indica que los grupos políticos de la derecha quieren seguir con las fórmulas del informe de los expertos del 2013 para la revalorización de las pensiones, mezclando conceptos (productividad, PIB,…). ¿Tan difícil es aplicar el mandato constitucional, artículos 41 y 50, y revalorizar año a año automáticamente todas las pensiones de acuerdo al aumento del IPC?

La derecha ultramontana, nacionalista y burguesa (PP,Ciudadanos, PdCAT, PNV,...) quiere dividir al colectivo de pensionistas, proponiendo subidas ligadas al IPC solo para las pensiones mínimas y para el resto su aumento sería bastante menor, dejando manos libres a los gobiernos de turno para aplicar fórmulas mágicas que perjudicarán a muchos pensionistas.

Frente a esta propuesta de la derecha, los partidos llamados de izquierda (PSOE, Unidos Podemos y Compromís) se muestran inflexibles, y quieren que el Pacto de Toledo indique en su recomendación número dos que todas las pensiones se revaloricen según la subida del IPC, independientemente de como sea el ciclo económico. De esta forma, siempre se garantizaría en cualquier caso que todos y cada uno de los pensionistas mantendrían siempre su poder adquisitivo.

Por tanto, en el Pacto de Toledo no existe consenso, hay mucha faena por delante (esperemos que sea con transparencia y se olviden de trabajar a puerta cerrada en su comisión parlamentaria), para redactar unas recomendaciones justas para el futuro de las pensiones.

Nuestra apuesta es por un Sistema Público de Pensiones blindado en la Constitución, y que obligue a todos los gobiernos, actuales y futuros, a un revalorización automática de todas las pensiones de acuerdo con la subida del IPC del año anterior. ¿Es mucho pedir?

Nos asalta alguna duda. ¿Por qué los gastos en Defensa vienen recogidos en los Presupuestos Generales del Estado (PGE) y no pueden venir también ahí las Pensiones Públicas? En este país hay demasiada injusticia social, por lo que las pensiones tienen que ser garantizadas por los PGE mediante un reparto equitativo, por vía impositiva, de la riqueza que genera la masa productiva de España. Las pensiones públicas se deben pagar con las contribuciones del trabajo más los impuestos. Una sociedad tiene que responder a su población pasiva como sociedad en su conjunto, no únicamente con los trabajadores en activo. El sistema de reparto ya no puede mantenerse por el deterioro de los salarios y de la tasa de actividad de la clase obrera, hay que avanzar en otras soluciones.

Es urgente realizar una reforma fiscal que dé respuesta a los derechos de la gran mayoría de hombres y mujeres que convivimos en esta nación. ¿Si la riqueza española se distribuye en torno a un 46% al trabajo y a un 54% al capital, por qué el 75% de los impuestos se pagan por IRPF e IVA, es decir, lo pagamos los consumidores y los trabajadores, y no llega al 25% lo que paga el capital? Con este planteamiento hay que hacer una reforma fiscal integral, para sostener las pensiones y también el resto de servicios públicos.

Tampoco podemos olvidar que la reforma del Sistema Público de Pensiones pasa también por la necesidad de derogar las reformas laborales de Zapatero y de Rajoy que solo han traído precariedad laboral, salarios de miseria y bajas cotizaciones a la Seguridad Social. ¿Se atraverá la ministra Valerio a este reto? La nueva ministra de Trabajo tiene faena, debe buscar soluciones de futuro para las pensiones de forma negociada, y en esa negociación debe tener en cuenta las justas reivindicaciones de la Coordinadora Estatal por el Sistema Público de Pensiones, pues debemos tener presente que el colectivo de pensionistas tiene el derecho de ser parte activa en un amplio debate social, para buscar soluciones integrales de futuro al Sistema Público de Pensiones.

Deseamos con todas nuestras fuerzas que la próxima movilización de los pensionistas sea un auténtico éxito. En Madrid, a las puertas del Senado, se manifestarán el próximo martes, 19 de junio, para reclamar unas PENSIONES DIGNAS, y exigir a Magdalena Valerio y a la Ministra de Sanidad, Carmen Montón, que quieren ser protagonistas principales en la negociación de sus condiciones de vida y de sus pensiones.

¡GOBIERNE QUIÉN GOBIERNE, LAS PENSIONES SE DEFIENDEN! Pensionistas, estamos con vosotras y vosotros. ¡La lucha sigue!






domingo, 10 de junio de 2018

OTRO FRENTE PARA EL FEMINISMO

Sí, ya lo sabemos, no es 8 de marzo y sin embargo vamos a hablar de feminismo. ¡Qué se creerán estos locos extemporáneos! Estará pensando parte de quienes nos leen.

Pues, sí, los otros 364 días restantes del año, también se puede (y se debe) hablar y tener el feminismo en cuenta. Y hoy especialmente lo traemos a colación porque oímos en varios medios en estos días, que el gobierno de Sánchez es un gobierno “feminista”. Pues miren ustedes, no. No conviene confundir cantidad con cualidad. La más que buena noticia que supone para la igualdad, que en el gobierno haya muchas mujeres, no tiene necesariamente relación directa con que dicho gobierno vaya a desplegar políticas feministas. Cierto que de, por ejemplo, Carmen Calvo, cabe que puedan producirse cosas en esa línea, pero del resto del gobierno, habrá que esperar a ver qué hacen, y mucho nos tememos que con gente como Marlaska de por medio, la cosa no va a quedar ni cercana.

Lo que está ocurriendo en estos tiempos con el feminismo, puede ser preocupante. ¿Por qué? Bueno, serían numerosos los ejemplos a poner, de cómo el sistema acaba por devorar y domesticar aquello que puede considerar peligroso o no deseable. Hace décadas, nos tocó vivir el momento hippie, un movimiento contracultural, anticonsumista, libertario, ecologista y pacifista, que incluso proponía un cambio de unidad social, al cambiar familia tradicional por comuna… y prontamente se pasó a domesticarlo y normalizarlo hasta en los oráculos políticos de la época. Contra su aburrimiento y buen rollo, surgió el punk, otros contraculturales mucho más activos. Al poco tiempo, los escaparates de los grandes almacenes vendían cazadoras con tachuelas, piercing de diamantes y gominas de 90€ para “mantener una cresta perfecta”.

No son movimientos comparables, es solo un ejemplo, pero el hecho es que hasta hace cuatro días, se nombraba la palabra feminismo, y al conservadurismo le comenzaba a salir la urticaria por la yugular. ¿Por qué? Porque se trata de un movimiento social y político, que busca la transformación de una sociedad, para que sea igualitaria entre ambos sexos, y de forma que actúa sobre cualquier estructura, nada le es ajeno. Y esto, es obvio que no es fácil de digerir.

Claro, cuando hoy tenemos una sociedad en la que empiezan a saltar las cifras de la brecha salarial, las cifras de la violencia machista, las cifras sobre quiénes ostentan los puestos de responsabilidad en cualquier lugar, hay quienes se empiezan a mover. Surge entonces, por poner un punto concreto, una huelga feminista. Y, ¿qué ocurre? Pues que es un éxito. Es entonces cuando partidos como PP y Ciudadanos (como tales partidos, personas machistas las hay en todos) empiezan a recular y comienzan a reconocer que son feministas “de toda la vida”. Y ahora, se va a una manifestación, y todos y todas son muy feministas. Se leen articulistas que hablan y hablan de feminismo como si supieran lo que dicen (bueno, menos ABC, que abiertamente ha publicado un artículo sobre “el guardarropa de las ministras de Pedro Sánchez”…brutalmente machista, ¿verdad?). Nos preguntamos si todas estas personas que escriben tan doctamente sobre feminismo, que disertan y discuten en tertulias tan feministamente, pasarían una mínima prueba del algodón… por ejemplo, si les sonaría a algo la pregunta ¿qué vino a aportar la segunda ola de feminismo con respecto a la primera? ¿han oído hablar del feminismo de la diferencia, del cultural…? Esto sería como pedirle a alguien que diserta sobre matemáticas que cuánto es dos y dos, lo más básico de lo básico.

Pero no, ahora un gobierno es feminista porque hay muchas mujeres (conste que el hecho nos sigue alegrando mucho, porque permite, entre otras cosas, la obligada visibilización), todo el mundo parece ser feminista y se pone los lazos y pegatinas que haya que ponerse. Y mal le va a ir al feminismo como interiorice que esto es una victoria, porque ha conseguido llegar a toda la sociedad y bla bla bla blá. Las raíces de patriarcado llegan a lo más profundo, y sus retoños serán siempre fuertes. Al feminismo, al de verdad, se le ha abierto un nuevo frente, el denunciar al falso feminismo de salón, a veces sutil a veces burdo, pero siempre más difícil de detectar que el machismo declarado. De momento, quienes (creen que) acaban de llegar a esto del feminismo y se autodenominan feministas, ya se permiten dar lecciones y llamar pseudofeministas (o feminismo mal entendido) a quienes llevan luchando por derechos de la mujer toda una vida.








sábado, 2 de junio de 2018

Y AHORA, ¿QUÉ?

¡¡Aleluya!! ¡¡Albricias!! ¡¡Yuhu!! ¡¡Yupi!! ¡¡Hip, hip, hurra!! ¡¡Bingo!! ¡¡Equilicuá!! ¡¡Por Tutatis!! ¡¡Alabados sean todos los dioses y las diosas, aunque no exista ninguno!!
¡¡Quién nos iba a decir hace tan sólo una semanica que el frenesí de corrupción y recortes del PP tenía los días contados!! ¡¡Es como estar en el cielo!! ¡¡Pensar que Rafael Hernando tendrá que irse a chulear gamusinos a su pueblo y a hacerle muecas a las cabras, en vez de a los españoles!! ¡¡Imaginar que doña Finiquito tendrá que jugar a los tanques y cantar El novio de la muerte en la intimidad de su cigarralsoplón!! ¡¡Saber que Marcial Marín tendrá que volver a Campollano y ya no podrá cometer más fechorías contra la educación pública desde su ignorancia y su falta de escrúpulos!! ¡¡Y que José Ignacio Wert no podrá disfrutar por más tiempo del nido de amor multimillonario que le pagamos entre todos en París!! ¡¡Si es que es para “escuajarse” de gusto!! ¡¡Es que mandar a freír espárragos al ministro que se ha negado a retirar la medalla al mérito a un torturador es un acto sublime de justicia poética!! De verdad, ¡qué felicidad! ¡Qué hermosura! Lo único que vamos a echar de menos son las frasecillas estupefacientes de Eme Punto Rajoy, que son siempre tan cómicas y nos hacen reír tanto… Pero, bueno, para echar unas risas ya tenemos a José Mota, que a fin de cuentas es un profesional, no como Mariano.
O sea, que estamos todos y todas más contentos que unas pitas. No andamos, flotamos. Dicho todo lo cual sincerísimamente, no cabe duda de que luego a luego, cuando la inflación de euforia comience a remitir, no tendremos más remedio que preguntarnos: y ahora, ¿qué? El PSOE, con Pedro Sánchez a la cabeza, debe resolver muchas cuestiones: ¿podrá gobernar con un presupuesto del PP sin incurrir en graves contradicciones con su electorado?, ¿dispone de los apoyos parlamentarios mínimos para que su gobierno resulte realmente viable?, ¿está en condiciones de dialogar con los catalanes después de apoyar el 155?, ¿podrá sobreponerse a las presiones de los barones y baronas feudales y de los zombis (felipes, guerras, bonos…) del partido? Dicho de otro modo, ¿seguirá el PSOE comportándose como un partido sistémico (como lo era el Partido Liberal durante la Restauración) o luchará por la regeneración política y las transformaciones económicas y sociales que le demanda su base social? En serio, estamos contentísimos. Pero no se nos olvida que el PSOE consensuó con el PP la reforma del artículo 135, que ambas formaciones llevan toda la vida impidiendo la despolitización del poder judicial o la reforma de la ley electoral, que la ampliación de la edad de jubilación fue idea de los socialistas, que hace tan sólo unos meses votaron en contra de una modificación de la Ley de Amnistía que habría permitido juzgar los crímenes del franquismo… Etc., etc., etc. Es decir, que estamos felices como perdices, sin cachondeo, pero hace tiempo que peinamos canas, o no peinamos nada, y no podemos evitar que la memoria relativice un poco la emoción.
Y en el territorio de la izquierda alternativa, con su casi infinito universo de organizaciones, conglomerados, plataformas, círculos, movimientos y demás, también se abren muchas interrogantes: ¿seguimos pensando que “PP y PSOE la misma mierda es”? Porque entonces… ¿Conseguiremos articular en todo el estado espacios de confluencia horizontales y respetuosos con la pluralidad? ¿Nos encastillaremos en nuestras propias siglas? En la relación con nuestros socios, ¿prevalecerá el interés común o la estrategia partidista? ¿Convergeremos de forma radicalmente democrática, o permitiremos que un grupo selecto de despotillas ilustrados decida previamente? ¿Seremos capaces, en fin, de adecuar nuestras acciones a nuestras ideas y ser lo que decimos que somos?
Lo dicho. Hoy es un día sin duda felicísimo. Ojalá aprendamos de los vecinos portugueses y gestionemos inteligentemente el entusiasmo. Porque si nos dejamos llevar por nuestras propias inercias, de aquí a nada todos nuestros gozos pueden acabar en un pozo. Naranja, pero “muy pozo y mucho pozo”, como diría Rajoy.