sábado, 29 de septiembre de 2018

ALGUNOS INTERROGANTES SOBRE LOS PROCESOS DE CONFLUENCIA

Ha pasado el verano, aunque por las temperaturas no lo parezca, y por todos lados se escucha ruido de “sables electorales”. Las elecciones municipales, autonómicas y europeas serán en mayo de 2019. Las generales pueden celebrarse en cualquier momento, entre otras cosas por la acumulación de escándalos que afecta al Consejo de Ministras y Ministros. Ante esa tesitura, los partidos no dejan de mover ficha en el tablero político buscando la posición más ventajosa frente a los rivales. Cada uno diseña su propia estrategia. PP y C’s han optado por disputar el voto ultra a Vox y berrear consignas españolistas hasta quedarse roncos. El PSOE confía en el “look” esmerado de Pedro Sánchez y en que una parte del electorado progresista se sienta atraído por sus gestos, aunque éstos no terminen de convertirse en políticas. Por su parte, las organizaciones situadas a la izquierda (Podemos, IU, Equo, coaliciones municipalistas….) llevan ya un tiempo explorando espacios de confluencia que quizá conduzcan a la construcción de un nuevo “sujeto político”.
Al respecto de esto último, y por la novedad que supone, surgen muchos interrogantes. Para empezar: ¿es realmente necesario construir una alternativa integradora al margen de los partidos sistémicos? A nuestro juicio, sí. Sin duda. En primer lugar, porque el sistema o régimen derivado de la Transición se encuentra podrido hasta la médula y ya no hay forma de repararlo. No hay institución que se salve de la descomposición, por mucho que PP, C’s y PSOE se alíen constantemente para tapar, por ejemplo, las vergüenzas de la monarquía. En segundo lugar, porque la actual ley electoral penaliza la dispersión del voto hasta extremos objetivamente antidemocráticos. Si no fuera por esta circunstancia, no habría ningún problema en que las formaciones arriba citadas se presentasen por separado y colaborasen posteriormente en las instituciones en la medida de lo posible. Y, como dice el refrán, “a quien el elector se la dé, que la santa urna se la bendiga”.
También cabe preguntarse si de verdad la confluencia es posible, teniendo en cuenta la diversidad ideológica, conceptual y estratégica de los actores. Como en el caso anterior, estamos convencidos de que sí. Y de que, además, sus discursos y sus experiencias son complementarios y necesarios para construir una alternativa sólida. Creemos imprescindible la tradición marxista que representa IU, porque sin las “gafas” de la lucha de clases no se entiende absolutamente nada o casi nada de lo que está pasando en el mundo. Creemos imprescindible el discurso ecológico de Equo, porque nos obliga literalmente a poner los pies en la Tierra y nos recuerda que el progreso es inviable sin un cambio radical en nuestra relación con la naturaleza. Creemos, claro está, imprescindible aquel Podemos que supo interpretar la indignación expresada en el 15M y convertirla en la herramienta de participación popular y transformación social que estaban demandando miles y miles de personas. Y consideramos muy valioso el trabajo llevado a cabo en el seno de innumerables agrupaciones municipalistas que son el reflejo de una riquísima pluralidad ciudadana.
Hasta aquí, el tema este de la confluencia lo tenemos más o menos claro. Pero, sinceramente, nos surgen algunas dudas acerca de cómo se está llevando a cabo. Tan delicadas, que preferimos exponéroslas en batería para que, estimados/as lectores/as, nos iluminéis con vuestra sabiduría. Los procesos en marcha (Andalucía, Madrid, C-LM…), ¿se están realizando correctamente? ¿Están resultando realmente horizontales y participativos? ¿Cada activista/afiliado/inscrito equivale a un voto? ¿El modelo de primarias separadas es el más democrático? ¿Quién decidirá la posición en las listas? ¿Se hará con “luz y taquígrafos” o en la detestada oscuridad de los despachos? ¿Sería preferible llevar a cabo primarias conjuntas? ¿Están primando los personalismos y los tribalismos, o el interés general? ¿En qué foro o asamblea se ha decidido (si es que está ya decidido) que Manuela Carmena o Íñigo Errejón sean los cabezas de lista? ¿Seremos capaces de comprender que “no hay camino para la democracia”, sino que “la democracia es el camino”? ¿Hasta cuándo nos vamos a seguir extrañando de que cada sondeo electoral rebaje nuestra expectativa de voto? ¿Vendrá a salvarnos algún mirlo blanco? ¿O mirla?
Esperamos vuestras opiniones. En serio.



sábado, 22 de septiembre de 2018

Pa chulo, yo

Yo soy el más chulo, el más prepotente, el más soberbio, el más arrogante… y además me creo el más inteligente y de más rápidos reflejos, el más irónico, el que más mordiente tiene, el de verbo más ingenioso, soy el terror de mis enemigos, que son, al fin y al cabo, los enemigos de España y de la libertad.
¿Quieren una prueba? Yo solo, yo solito, arrastré el nombre de mi país por el barro del crimen, y nunca, aunque todos los saben y yo también, lo reconocí ni lo reconoceré. Yo solito, en nombre de la nación, me junté con tres colegas e invadí y destruí un país. No es una forma de hablar, es verdad. Nos inventamos unas mentiras y arrasamos Irak, causamos la muerte de cientos de miles de personas y sumimos a millones de iraquíes en el marasmo durante décadas y décadas.
¿Quieren más? ¿Quién en España, sino yo, ha subido los pies en la mesa del presidente de los mismísimos Estados Unidos? Nadie. Y me fumo un puro. Bush y Blair y ese otro de Portugal fueron buenos colegas, pero unos flojos a mi lado. Yo soy el único que no ha reconocido cómo la cagamos y que no ha pedido perdón.
¿Más? Yo he insultado a las víctimas de ETA, llamando en público a los terroristas “Movimiento Nacional Vasco de Liberación” y he defendido que había que acercar sus presos a Euskadi, para luego decir sin sonrojarme que el PSOE claudicaba, casi colaboraba con los terroristas. He utilizado a las víctimas en la lucha política. Y no me he despeinado.
¿Más aún? Yo fui presidente de gobierno durante dos legislaturas y tengo a doce de mis catorce ministros en la cárcel o imputados o pringados. Pero si alguien me lo echa en cara, le digo que todo es mentira, que fueron grandes ministros, que yo no sé nada y que no tengo culpa de nada. Y si me sacan el tema de que los invitados al banquete de la boda de mi hija se juntan para repetir la fiesta en el patio de la cárcel, entonces es que saco el colmillo y no respondo.
¿Y? Porque si me hablan de la boda, malo, pero si me preguntan por si mi partido es corrupto, entonces no conozco y arrastro por los suelos al que me pregunte, sea este rojo, independentista o terrorista. Me importa un bledo que sean diputados y que sea su obligación preguntarme en las comisiones de investigación esas del congreso. Me río de la comisión y del congreso, me paso la constitución y la ley por el forro. A mí no va a venirme un rojeras pelanas ni los sociatas ni los terroristas a preguntarme por mi partido, el único partido condenado por corrupción en la historia de España. Yo parí el PP junto a Don Manuel Fraga, el ministro de la dictadura, y con mi familia nadie se mete.
Yo también mentí al pueblo español respecto a los atentados de Atocha, pero ¿qué importa la verdad? Lo importante era salvar a España de los rojos, porque ya saben ustedes que, si uno es rojo, no puede ser español. Eso lo sabemos los grandes líderes españoles, desde los Reyes Católicos a Cánovas, pasando por Felipe II. En lo de Franco no me meto. Me paso por el forro la Ley de Memoria Histórica, los muertos republicanos están bien en las cunetas, pero a la fundación Francisco Franco le pasé 150.000 euros y de lo de desenterrarlo ya se pueden imaginar lo que pienso.
Bueno, voy terminando… tengo que confesar que, sabiendo que soy imprescindible para salvar a España, he estado a punto de volver a la política. Menos mal que, aunque a la mayoría de los afiliados del PP les dio por apoyar a Soraya, los jefes del partido se las han apañado para que ese joven del máster de mentirijillas y las carreras que te regalan con una bolsa de pipas, ese Casado, mande en el PP. Con él ya no es necesario que yo vuelva. Sobre todo, porque hace todo lo que yo le digo.


jueves, 13 de septiembre de 2018

SIN ARMAS, NO HAY GUERRA


En 2015, una coalición internacional liderada por Arabia Saudí atacó desde el aire al grupo armado de los huzíes en Yemen, desencadenando una guerra civil que interesa económicamente a la dictadura saudita. Tres años después, el conflicto de Yemen no muestra ningún signo real de remitir. En medio de esta guerra se encuentra atrapada la población civil, con miles de víctimas mortales y numerosas personas heridas, con una crisis humanitaria que crece vertiginosamente. Pese a las numerosas denuncias sobre conducta temeraria en Yemen y sobre las devastadoras repercusiones que las violaciones graves del derecho internacional están teniendo sobre la población civil, muchos países, entre los que se encuentra España, han continuado vendiendo armas a Arabia Saudí y a otros países miembros de la coalición para su uso en el conflicto. La coalición dirigida por la petromonarquía saudita, hermanos y grandes amigos del emérito campechano y su nene, ha utilizado estas armas para matar y herir a civiles, destrozando los medios de subsistencia de la población yemení, provocando una hambruna intolerable.

Hace muy pocas semanas, el gobierno de Pedro Sánchez anunció la paralización de la venta de 400 bombas de precisión láser del ejército español a Arabia Saudí, de un contrato firmado en el verano de 2015 entre el Ministerio de Defensa español y el reino saudita. Pero como va siendo norma, este gobierno de Sánchez hace bonitos gestos y anuncios de medidas y a los pocos días se rectifica a sí mismo. Por la presión de los trabajadores de Navantia y de Susana Díaz, que sigue mandando mucho en las filas pesoistas, el gobierno de la nación, haciendo poco ruido y aprovechando la dimisión de la ministra Montón, ha ordenado enviar las bombas a Arabia Saudí. Margarita Robles y Pedro Sánchez serán cómplices del infierno que seguirá sembrando el ejército saudita con este tipo de bombas sobre Yemen, usándolas criminalmente contra hospitales, mercados, colegios, bodas, autobuses escolares... Otro incumplimiento más del programa electoral de los que iban a regenerar la política con su absoluta incoherencia falta de toda ética.

El contrato con Navantia para construirle cinco corbetas a la dictadura saudita, con la que podrán bloquear marítimamente el suministro de alimentos a la población yemení, estaba en el aire si se revocaba la venta de las 400 bombas de precisión. El más que probable chantaje de Arabia Saudí ha hecho mella en el gobierno de España, pero tampoco olvidamos la gran influencia de la proximidad de las elecciones andaluzas con los trabajadores y trabajadoras de los astilleros gaditanos movilizados por su precariedad y ajenos al sufrimiento en Yemen. Una vez más, este capitalismo feroz ha priorizado la economía a cualquier crimen contra la humanidad. Se va a hacer negocio ayudando a matar seres humanos, incumpliendo los propios Tratados Internacionales que nuestro país ha firmado. ¡Cuánto miserable!

¿De verdad tenemos que seguir fabricando y vendiendo armas para subsistir? ¿Por qué no se ha intentado reconvertir Navantia como constructora naval para otro mercado que no sea el militar? Este es un problema que viene de lejos y tiene que ver con la necesidad estratégica del cambio del sistema productivo que tenemos en este país, por lo que es responsabilidad del Gobierno y de las administraciones, también las del PSOE, crear alternativas laborales que no conlleven la posible comisión de crímenes de guerra ni tengan un impacto negativo sobre los derechos humanos.

No olvidemos que sin armas no hay guerras y que la muerte, o mejor dicho el beneficio extraído con la muerte, es la razón de ser de tal industria y que vivimos en un reino de comisionistas que hay que proteger. ¿Hasta cuándo?

Como afirman varias ONGs concienciadas en el tema, son muchas las vidas que están en juego y debemos negarnos a ser cómplices de crímenes de guerra. Se ha querido enfrentar a las verdaderas víctimas de un conflicto con los sufridores de la precariedad laboral, y esto es de una obscenidad abrumadora. Aquí no ha primado el cumplimiento de la ley y el respeto al derecho internacional frente a cualquier otro argumento. Se ha impuesto fabricar como sea, para quien sea, con el contrato que sea, con el salario que sea, donde sea, con el horario que sea y el producto que sea. Alguien ha aprovechado la complicada situación de Navantia para enfrentar a trabajadores con víctimas, alguien que no es trabajador ni víctima.

Las canas o la calvicie han cambiado el aspecto externo de estos cansinos puentemaderos. El paso del tiempo se nota en nuestras múltiples arrugas faciales, nos hacemos mayores,… pero nuestros principios ideológicos siguen intactos, dominando nuestros corazones y nuestras luchas. Por eso, seguimos manifestando que no tenemos ninguna intención de dejar de agitar la bandera blanca del antimilitarismo desde esta humilde columna de opinión. Reiteramos que estamos totalmente en contra de la industria militar y que el desarrollo de cualquier territorio, ya sea en Albacete o en Cádiz, no puede basarse en el sufrimiento de inocentes.

Gritamos, una vez más, alto y claro: ¡Sin armas, no hay guerras!

¡La lucha sigue!







domingo, 9 de septiembre de 2018

LOS POLÍTICOS EN LA FERIA 2018


Hace tres años publicábamos un artículo en clave de humor sobre qué hacía cada político cuando visita la feria de Albacete. Vienen invitados por sus partidos políticos y nosotros jugábamos a encontrarnos con ellos y sorprenderlos en su atracción favorita. Bueno, releyendo, está feo decirlo, pero…dimos de pleno en todo. Comenzábamos diciendo: “Al primero que cazamos es a Pedro Sánchez. Ya ha sacado su billete para la noria y está en la cola para subir. Nos confiesa que espera para llegar a lo más alto. Está convencido de que antes o después llegará arriba. Sabe que en este país es cosa de paciencia y que hasta ahora basta con esperar: unos suben y los otros bajan irremediablemente. No tiene prisa, seguro de que su momento llegará”. ¿Qué? ¿Cierto o no? Su momento llegó antes de lo que él, y sobre todo su partido, esperaban. La cosa ahora está en que (igual que el anterior) no llevaba suficiente para adquirir el billete, y lo tuvieron que poner entre varios, y claro una vez arriba, no lo recordaba muy bien, y solo ve a unos gritando desde abajo… desde allá tan leeeeejos, por lo que sigue a lo suyo.

A Pablo Iglesias, decíamos que lo encontramos en los siempre exitosos, entre los más jóvenes, coches de choque. En esta ocasión, sigue igual, nada ha cambiado, bueno, vemos que va con cinturón puesto y casco: estupendas medidas, ya es padre de familia y tiene hipoteca que pagar, hay que cuidarse.

En aquel entonces vimos cerca, en la Olla Loca, a Albert Rivera. Hoy no lo vemos, pero nos dicen que hace un rato, el 112 se ha debido llevar a un señor que tras un ataque de improperios igual a andaluces que a madrileños que a catalanes, ha empezado a levitar lleno de urticarias y soltando espumarajos por la boca al ver un banderín amarillo colgando de la atracción.

Luego, nos cruzábamos a los vinitos y allí de nuevo, de cháchara con la gente, intentado formar panda, Alberto Garzón. No es fácil, cada cual a lo suyo. Suena de fondo “ni contigo ni sin ti”. Pero bueno, el chico es cabezón, se cree que cuanto más unidos mejor, y ahí sigue dale que te pego al palique.

Siguiendo un rastro de lazos amarillos, llegamos al teatro… al teatro de guiñoles. Representaciones en sesión continua, se ven y oyen marionetas, ocultos, los de siempre. Un grupo de burgueses, a un lado, se siguen frotando las manos de ver a quiénes son capaces de movilizar.

Nos ha costado hallar al rey, pero el jodío es que se ha metido en el stand del PSOE, y dice que está como en casa, y no hay quien lo saque.

Y ya nos dirigimos a la Casa de Terror, donde de nuevo, obispos, cuentas en B y colas de corruptos se amontonan. Intentan barrer con la escoba del tren de la bruja, pero no dan abasto. Llega Casado, el perdedor según él mismo, y hay alboroto. En su trayecto hasta Albacete se ha sacado 3 asignaturas más de Económicas: dos notables–alto y un sobresaliente. Quiere intentar, mientras está en la cola para entrar, aprobar alguna troncal más. El máster lo deja para el regreso: es muy organizado. Al lado, en el Tren de la Bruja, se ha colgado un cartel: se busca trabajadora. En la hoja de prensa donde se ha escrito, se anuncia que Cospedal deja la Presidencia del PP de Castilla-La Mancha. Pero alguien ha colocado por allí una misteriosa puerta giratoria…

Y no podíamos terminar nuestro artículo, sin desear una feliz feria a toda la buena gente que nos lee y soporta todas las semanas. ¡Salud!





domingo, 2 de septiembre de 2018

ARRIBA LOS POBRES DEL MUNDO


La historia viene a ser la siguiente (no descubrimos nada nuevo, pero quizá está bien recordarla).

A finales del siglo XV, como consecuencia de la presión demográfica, la ocupación otomana de Constantinopla, los avances en las técnicas de navegación, la cartografía y tal y tal, los europeos, encabezados por Castilla, se lanzaron a la conquista y colonización de América. El objetivo, camuflado como de costumbre con argumentos evangélicos y humanitarios, era la obtención de riquezas (principalmente oro) mediante la explotación intensiva del territorio y de la población indígena. El resultado no se hizo esperar. Según algunas estimaciones, el continente pudo perder hasta un 90% de habitantes entre los años 1500 y 1650. Ése es, en resumen, el saldo civilizatorio de la llegada de los invasores europeos, además de la esquilmación de los recursos, la implantación de estructuras sociales oligárquicas, la institucionalización del racismo y el arrasamiento de las culturas locales. Ya en 1511, el fraile dominico Antonio de Montesinos advirtió a las autoridades de La Española: “Todos estáis en pecado mortal (…) por la crueldad y tiranía que usáis con estas inocentes gentes.” Siglos después, los procesos de independencia consolidaron en el poder a unas élites criollas no menos depredadoras que las autoridades colonizadoras, y cuando “los nadie”, que diría Eduardo Galeano, intentaron alguna vez transformar la realidad, el “hermano mayor” del Norte se encargó de machacar a sangre y fuego la iniciativa. Hoy, miles y miles de “soñadores” latinoamericanos atraviesan el continente a lomos de trenes infernales, intentan salvar los muros de la vergüenza estadounidenses y se enfrentan a políticas anti inmigratorias de una crueldad difícil de concebir en el siglo XXI.
Con las lógicas diferencias espacio-temporales, algo muy similar ocurrió con África desde más o menos la mitad del siglo XIX. Era la época de la Revolución Industrial. Europa necesitaba materias primas, mano de obra “barata”, nuevos mercados… y todo ello coincidió con la invención del ferrocarril, el barco de vapor, el automóvil, el telégrafo, el teléfono… El festín estaba servido. Las naciones europeas (cuanto más poderosas, más) arramblaron con cuantas riquezas encontraron en desiertos o selvas, construyeron infraestructuras en beneficio propio y, finalmente, dividieron el territorio en estados artificiales dirigidos por dictadorzuelos tan dóciles como sanguinarios. Para rematar la faena, tras la descolonización impusieron una especie de comercio circular consistente en el intercambio de (es sólo un ejemplo) diamantes de sangre o coltán de lágrimas por armas. ¡Y negocio redondo! ¡Cuantos más conflictos en el continente africano, más cuartos a la “buchaca”!
Ahora bien, como a la gente, ya ves tú, no le gusta ni morirse de hambre ni que la maten en guerras interminables, pues intenta buscar un futuro mejor para sí misma y para los suyos. Por eso muchos chicos y chicas abandonan sus regiones empobrecidas, expoliadas, arrasadas por la codicia de los “países desarrollados”, se desplazan miles de kilómetros y se juegan la vida con la esperanza de que los hermanos blancos al menos respeten los derechos que les corresponden como seres humanos. Pero lo que se encuentran estos nuevos “parias de la tierra” son legislaciones implacables, vallas coronadas de concertinas, campos de concentración, policías o gendarmes que los acosan, gobernantes que se refieren a ellos (y ellas) como “carne humana” y son capaces de dejarlos a la deriva en el mar, junto a los niños que los acompañan, durante semanas… Estamos viendo y oyendo cosas horribles, pero no es de extrañar en los tiempos que corren. Salvini es un fascista más o menos camuflado, o sea… Tampoco nos deben extrañar (aunque sí movilizar) los discursos alarmistas de PP y C’s, enzarzados como están en una lucha histérica por el voto de la ultraderecha. Sin embargo, lo que al respecto resulta muy difícil de entender es que los que recientemente han deportado a 116 personas en situación de vulnerabilidad extrema, contradiciendo su propio programa electoral, contraviniendo las sentencias del Tribunal Europeo de Derechos Humanos, mereciendo la crítica de todas las organizaciones que trabajan en el sector y recibiendo el aplauso de diversas formaciones xenófobas alemanas, sean los mismos que de vez en cuando se vienen arriba, levantan el puñito y cantan sin pestañear aquello de “arriba los pobres del mundo, en pie los esclavos sin pan…”. Eso cuesta mucho entenderlo.