viernes, 27 de julio de 2012

De Fabras y bomberos



Artículo publicado en el diario La Verdad (Edición Albacete). 26-07-2012


Entre unas cosas y otras, menudo veranito nos están metiendo. Por un lado estamos viendo todos los días jugándose la vida a bomberos y otros operarios y operarias en los permanentes incendios. Impresionaría ver su tremenda labor si no fuera porque sabemos que en el fondo ¡son funcionarios! y claro, ahora ya no nos engañan, ahora ha habido quien nos ha abierto los ojos y sabemos que a buen seguro las pagas extraordinarias y las vacaciones se les salen por los ojos y lo mismo a veces cortan para echar algún cafelito. ¡Qué suerte tenemos con los políticos y sus patrones (y viceversa) que nos hacen ver la luz! Además, que parece que algunos de esos incendios se han producido sobre todos los matojos y materiales que durante el invierno venían quitando aquellos que este año han sido despedidos. Bueno, tampoco es para tanto, ya sabemos que al final lo barato sale caro, especialmente en lo social.

Y es que no se nos va la imagen de las caras en las reacciones del personal ante el anuncio de los últimos recortes (en el momento de escribir este artículo hacemos referencia a pagas extras y a los parados, ya saben que en cualquier minuto pueden haberse realizado otros cuantos recortes más): los representantes de los trabajadores, con una cara de extrema preocupación; el engominado presidente de la patronal con la mandíbula desencajada, más riente que sonriente y muerto de placer. ¿No dará esto que pensar a nadie? Y todo claro, sin contar con lo de la Sra. Fabra. Dicen que como el PSOE también aplaudió otro recorte, que no pasa nada. Pues señores y señoras, mal lo del PSOE, mal lo del PP (sus aplausos y risas se vienen a sumar a las del jolgorio de cuando aprobaron la guerra de Irak sobre supuestos inventados y en la que aún muere asesinada la ciudadanía por decenas) y muy mal lo de Fabra en aplausos y verbalización. Claro, que también está quien dice que lo de que “se jodan” era en referencia a todos los millones de personas que no han tenido “la suerte” de haber ganado grandísimos premios de lotería por 9 veces en 10 años, como su papá. De momento los más afamados estadísticos del mundo sólo han acertado a declarar al respecto: ¡eso si es un enigma y no lo del Bosón de Higgs!. Pero no pasa nada, la gente tragando, al paro y sin llegar a fin de mes.

Y todo ese sacrificio casi inhumano derivado de estos atracos generalizados ¿para qué sirve? Pues para que quienes nos gobiernan, los especuladores, sigan metiéndonos en unas cifras de intereses que no podrán pagar ni nuestros nietos. Redondo. Es la vieja técnica de endeudar a un desgraciado para que pase el resto de su vida trabajando gratis para ti, ¡pero aplicada a los países enteros! No querían intervención del Estado (no podemos echar mano de papá Estado si algo va mal, decían) y luego de conseguirlo, se han apoderado de él. Ahora quien decide cuántos parados y paradas debe haber, qué miseria se cobra, cuántas horas hay que trabajar, qué vacaciones se tienen o en qué se invierte el dinero, ¡son los especuladores! Y el gobierno lo corrobora sin sonrojarse: haremos lo que nos digan.

Sin duda corren malos tiempos. Si en su día Aznar vendió las grandes industrias del Estado que daban beneficios con las terribles consecuencias que para lo público tuvo aquello, sus herederos han decidido vender las grandes, las medianas, las pequeñas y hasta el último clavo que huela a público. Hablaron de impuestos, afirmaron que mantendrían una sanidad y una enseñanza pública en condiciones…  ¿para cuándo los políticos que hacen lo contrario de lo que prometieron unos meses antes se pondrán delante de un juez? Aunque bueno, lo retiramos, no queríamos decir eso, porque lo mismo los nombran culpables y la gente los vota más y de pronto les empieza a tocar la lotería a toda pastilla…

Bueno, ustedes nos disculpen, volvemos al principio. Vaya este artículo como homenaje a los bomberos y personas que se juegan la vida por los demás, a pesar de sus numerosas pagas extraordinarias, sus interminables vacaciones, sus infinitos cafelitos y de que con la mayor suerte del mundo, tal vez un día, a uno de cada cien mil, una sóla vez, le podría tocar la lotería.

jueves, 19 de julio de 2012

FUNCIONARIOS, EUROPA Y OTRAS MENTIRAS

Artículo publicado en el diario La Verdad (Edición Albacete). 19-07-2012

*Colectivo Puente Madera

Ya podemos respirar profundamente con una tranquilidad inusitada al saber que los problemas de la ciudadanía española van a dejar de serlo en un plis plas. Desmontando el estado del medioestar a base de recortes y más recortes, el desgobierno intervenido de Rajoy, con el beneplácito de la troika capitalista y rescatadora, está propiciando una salida a la crisis con impuestos indirectos – más IVA para todos-, escasísimos derechos laborales –subsidio de desempleo en acoso y derribo-, y unos trabajadores públicos injustamente vilipendiados y maltratados.

Precisamente, los tijeretazos a los derechos de los que somos empleados públicos son para el PP una parte de la solución de esta maldita crisis que no hemos provocado. Europa es la excusa para que interinos, laborales y funcionarios públicos de este país seamos los que soportemos en nuestros bolsillos y en nuestras espaldas el ataque sin límites de este absolutismo que nos pide sacrificios injustificados. Cada palo debe aguantar su vela y la proporcionalidad, en los mal llamados ajustes, debe ser lo que prime. Pero aquí los palos, con velas y sin ellas, llueven siempre sobre las mismas cabezas  a punto ya de quebrarse. Como trabajadores públicos, no podemos negar que es muy duro el deterioro de nuestras condiciones económicas (más de un 30% de pérdida de poder adquisitivo en los últimos tres años), pero lo verdaderamente peligroso es el proceso de desmantelamiento y derribo del sector público en el Estado Español, mediante la imposición de políticas neoliberales y de mercantilización de nuestros derechos, asistiendo a un ataque frontal a los servicios públicos teniendo la educación, la sanidad y las políticas sociales como vectores de recortes clave para ”cuadrar cuentas”. 

No debemos olvidar que cuando se ataca a los trabajadores públicos se nos agrede a toda la ciudadanía, pues hablamos de agentes de las fuerzas de seguridad, funcionarios de prisiones, trabajadores sanitarios, profesionales de la educación, auxiliares administrativos,… en fin, colectivos profesionales sobre los que recae la responsabilidad del sostenimiento y la aplicación de la formación, la higiene y limpieza, la salud, la seguridad de la población, entre otras muchas funciones básicas que garantizan la equidad social de nuestro país.

Con estas medidas ahora sí que han dado en el clavo y la construcción europea no correrá peligro. Nos referimos a esa Europa de los negocios ultra especuladores, de los mercaderes sin escrúpulos y de los bancos rescatados a base de nuestro sudor e impuestos. ¿Dónde ha quedado esa Europa social y de la ciudadanía? Nos vendieron hace unos años una Unión Europea con corazón, conciencia y de avance público solidario que sería el jardín de las delicias, pero cada día que pasa sabemos que las delicatesen siguen hinchando la barriga de los de siempre, condenándonos a la mayoría del pueblo a sobrevivir sin derechos, sin servicios públicos de calidad y con una pobreza galopante. De nuevo han dejado pasar otra oportunidad para, en vez de recortar el gasto, incrementar los ingresos a las arcas públicas, persiguiendo el fraude fiscal, aumentando los impuestos a las grandes fortunas y aflorando tanta economía sumergida. Pero que ilusos somos. Esta quimera no estaba en el programa electoral oculto de Mariano y Dolores, tan sólo llevaban amnistías para defraudadores, motosierras para los derechos sociales y látigo con desprecio para los empleados públicos.

No soportamos más a estos farsantes que son capaces de mentir una y otra vez, diciéndonos hoy una cosa y mañana la contraria, con licencia sin límites para segar con su guadaña nuestros derechos y nuestro futuro. Hoy es un buen momento para tomar las calles secundando las movilizaciones sindicales, rechazando masivamente esta estafa recortadora, exigiendo que queremos otras políticas para salir de esta crisis económica y democrática. El hartazgo hiere, corroe y duele. La resignación y el silencio no deben ser nuestra opción.  Esta no es nuestra Europa. ¡Qué paren las máquinas de este continente en demolición, que nosotros nos bajamos!



domingo, 15 de julio de 2012

LOS PÁJAROS


Artículo publicado en el diario La Verdad (Edición de Albacete). 12-07-2012



 Aquella mañana la atmósfera se encontraba extrañamente tensa y cargada, como cuando se avecina una tormenta. El protagonista de nuestro relato, llamémosle Antonio, por ejemplo, deambulaba como un fantasma por las calles de Albacete. Por desgracia, desde que lo echaron de la fábrica disponía de demasiado tiempo para pensar, para recordar, para culpabilizarse, y esos paseos se habían convertido en una forma de huir de sí mismo. Parecía continuamente cansado, porque nada cansa más que no trabajar. Además, aquel día había un ambiente ¡tan raro! Llegado al viejo Puente de Madera, nuestro hombre se apoyó en el pretil y, desde aquella ligera altura, contempló cómo la ciudad se desplegaba a sus pies. De repente, se hizo un silencio inexplicable, y al poco Antonio pudo ver, alzándose sobre las copas de los árboles, una especie de enjambre grisáceo que imponía un estremecedor graznido según avanzaba por el Parque Lineal.
-Me estoy volviendo loco –murmuró para sí mismo-: ¡Es imposible que a Albacete llegue una bandada de gaviotas!


Pero no se equivocaba. Lo imposible se había hecho posible. La masa iba comandada por una gaviota barbuda con gafas que repetía incesantemente:
-¡Haremosh como Diosh manda! ¡Shabemosh lo que tenemosh que hacer y vamosh a hacerlo!
A su alrededor revoloteaban varias gaviotas hembra. Una gaviotita presumida caracoleaba garbosamente practicando poses, como si esperase aparecer en la portada de una revista. Otra se empeñaba en hablar latín y amagaba con picotear la nuca de la gaviota barbuda en cuanto esta le daba la espalda. Una tercera, tocada de peineta, parecía ejercer, por el contrario, de su lugarteniente, y era ella en persona (o habría que decir “en  gaviota”) la que exhortaba al ataque a sus hordas:
-¡Allí –vociferó señalando a Antonio-! ¡Un parado! ¡Un lastre social que no ha sido capaz de competir para adaptarse a las exigencias de los mercados! ¡A por él!
Antonio apenas tuvo tiempo para arrojarse al suelo y evitar los picotazos de las aves. Una vez pasado el peligro, echó a correr sin rumbo fijo. Todo lo que veía le infundía un profundo horror. Las gaviotas se habían hecho las dueñas del territorio. A los ancianos que salían de las farmacias les arrebataban con una pata los medicamentos y con la otra les hacían gestos conminatorios exigiendo dinero. Enjambres de gaviotas invadían los centros hospitalarios públicos y expulsaban a picotazo limpio a cientos de profesionales sanitarios. Uno de sus gerifaltes las jaleaba altaneramente:
-¡No tengáis piedad! ¡Se pasan la mayor parte del tiempo durmiendo!
Por dondequiera que anduviese Antonio, el espectáculo siempre era el mismo. Las gaviotas no atacaban a los bancos, ni a las grandes firmas multinacionales, ni a los ricachones, ni a los que llevaban alzacuellos, pero se ensañaban con los más vulnerables, con las personas dependientes y con los bienes públicos. Así, una gaviota reidora, auxiliada por su hueste concejil, utilizaba hábilmente su pico para colocar candados en las cocinas municipales, el vivero, el refugio del Altozano, el matadero, el centro de medicina deportiva… ¡Y todo ello sin dejar de sonreír y mostrar dentadura! Mientras tanto, otro destacamento de gaviotas acosaba a los profesores interinos y lanzaba sus deyecciones sobre los centros educativos públicos.

Aquello era una pesadilla. Pese a todo, Antonio, haciendo acopio de coraje, no dudó en perseguir a la bandada cuando esta comenzó a retirarse. Ya al borde de la extenuación, alcanzó a ver cómo se refugiaba en una nave gigantesca decorada con luminosos. El lugar parecía un macrocasino de Las Vegas, solo que coronaba la entrada una inmensa gaviota. Antonio penetró sigilosamente en el local y lo que contempló estuvo a punto de hacerle enloquecer. En efecto, allí estaban las gaviotas alimentándose de grandes contenedores en los que podía leerse: Neoliberalismo, Individualismo, Privatización, Nacionalcatolicismo, Revisionismo, Clasismo, Caciquismo, Segregacionismo, Intervencionismo, Nuclearización…
Sí, ¡solo podía ser un mal sueño! Salió corriendo despavorido y, ya en el exterior, le gritó a la nada:
-¡¡Por favor!! ¡¡Que alguien me saque de esta pesadilla!!
Y la nada le contestó cada vez más débilmente:
-¡¡Esta pesadilla…!! ¡Esta pesadilla…! Esta pesadilla…

domingo, 8 de julio de 2012

¿Comedores escolares?: ¡Viva España!

Artículo publicado en el diario La Verdad (Edición Albacete). 05-07-2012.


Hay gente a la que no le gusta ver el deporte. Hay gente a la que sí, que le gusta ver cualquier deporte excepto el fútbol. Hay mucha gente que le gusta ver todos los deportes, incluido el fútbol; y otra mucha que prácticamente lo único que ve es el fútbol. Que este deporte ha sido convertido en un fenómeno de masas, resulta indiscutible. Como también lo es que a quienes nos gusta, hemos disfrutado de lo lindo, especialmente con el juego de la selección española en la final. Un verdadero espectáculo y sin duda un motivo de alegría. Así, algunos salimos a celebrarlo, en comunidad, con los demás, como lo haremos con los seguros triunfos en la Olimpiadas. El problema empieza cuando en el paseo, junto a pandas de amigos, familias, abuelos con sus nietos y nietas disfrutando del momento; nos encontramos con grupos de descerebrados portadores de banderas y grandes signos preconstitucionales y antidemocráticos realizando destrozos. Llama la atención que en pequeñas manifestaciones de jóvenes reclamando una enseñanza de calidad, los policías reciban órdenes de pedir carnets de identidad con la finalidad de intimidar/disuadir a quienes disienten y ponen sus neuronas a funcionar, y en estos casos, los energúmenos camparan a sus anchas ante el susto y la estupefacción de familias que se recogían con sus niños y niñas por temor.

Ya a nivel de masas, muchos pensaban que no se debe perder la oportunidad, que aquello del “pan y circo” siempre ha funcionado, a pesar de que en estos momentos  a muchos y muchas ya no les llegue ni el pan.  No es de recibo volver a intentar tapar los problemas diarios con alegrías deportivas. Está bien tenerlas, disfrutarlas, pero en ningún caso consentir que intenten ocultar cuantas tropelías se siguen realizando en la política. ¿Pretenden que dejemos de hablar de la sentencia a muerte declarada a los comedores municipales? ¡Nunca! El programa municipal del PP sigue inexorable. Nos referimos al programa oculto, el que tenían diseñado y claro y nunca enseñaron ni explicaron a la ciudadanía.

El Ayuntamiento gestiona los Comedores Escolares aportando apenas un 10% de su coste, pues el resto sale de las cuotas y la Junta de Comunidades. De repente, anuncian que dejan de dar servicio, que se encargue la Junta, pero ello sin acuerdo, partida económica ni ningún atisbo de nada oficial que sustente tal cosa. Si las cosas con sello oficial y partida, no se están llevando adelante, es fácil imaginar lo que ocurrirá con las cosas en las que el gobierno de la Junta ha asentido “de palabra”. ¡Cómo si la palabra del Gobierno de la Junta tuviera algún crédito pasadas las 24 horas de su toma de posesión! ¡jaj!

En cuatro años atrás, el asunto lo llevó IU, y se consiguió que la red de Comedores Municipales llegara a 13 comedores, que dieran cobertura a 18 Colegios Públicos y 2 concertados y que desde sus cocinas se cocinen y repartan comidas para 8 Escuelas Infantiles e incluso para la Casa de Acogida a mujeres víctimas de violencia de género. Todo un ejemplo de eficaz gestión pública que daba cobertura a un total diario de 2300 comidas diarias. Los de las criadas filipinas no los necesitarán, los trabajadores y trabajadoras, sí. Son unos 22 puestos de trabajo los que están el en aire, 4 plazas que habían sido convocadas y con centenares de personas habiendo pagado derechos de examen sin que nadie reciba una explicación…

Al PP es fácil pasarle una “prueba del algodón” para sus actuaciones. Basta con preguntar: ¿es público? ¿tiene fin social?: ¿si? Pues su respuesta es clara y contundente: ¡a por ellos, oé!