domingo, 19 de noviembre de 2023

Habemus gobierno


Y por fin…. ¡Tenemos nuevo gobierno de coalición!

Las últimas semanas hemos visto como las calles de nuestro país se llenaban de memes andantes, repitiendo extrañas frases sacadas del No-Do, gritaban por la existencia de una supuesta dictadura proclamada por (según ellos los enemigos de España), una Dictadura formada por la mayoría de los representantes elegidos de forma democrática en las urnas por los y las ciudadanas españoles. ¡Qué dictadura más rara nos ha quedado!

Se echaron a las calles a “putodefenderespaña”, porque España había despertado. Cuando escuchamos esas frases, casi salimos nosotros detrás, si se estaba defendiendo España, era evidente que estaban reclamando una sanidad pública de calidad, salud mental gratuita, una mejor educación pública, más servicios sociales, el derecho a la vivienda de todos, medidas para que los jóvenes puedan dejar la casa de los padres antes de los 30 (y eso con suerte). Pero no… era otra cosa, una suerte de esperpento, casi un cuadro surrealista plagado de escenas sacadas de imágenes antiguas: aquellos rezando el rosario, aquel otro disfrazado de tercio español, los que parecían un equipo de criquet y recordaban la célebre frase de Dolores, que si hubieran sabido quien la dijo, igual les da un patatús y todo ello en la correcta gama de colores, rojo y amarillo salpicado de azul náutico y beige, que casi parecía que fueran uniformados.

A pesar de los gritos de que se rompe España, de los altercados en pleno centro de Madrid, de los escasos enfrentamientos de la policía, España no se ha roto, España se ha unido quizá más al reconocer la pluralidad de naciones que la componen.

Llegar a un acuerdo que contente a todos es tremendamente difícil, por no decir imposible, pero eso es la política, diálogo, acercamiento de las partes, consenso… y los políticos son elegidos para representar al pueblo y gobernar para la ciudadanía, por tanto, cuando más realidades políticas sean capaces de unir, de poner de acuerdo, mejor representada estará España dentro del Parlamento, porque será el verdadero reflejo de nuestro país.

El caso es que, a pesar de tanto grito, rosario y altercado, el consenso llegó y volvemos a tener un gobierno progresista, aquellos podrán seguir retorciéndose en sus casas, reclamando votar, porque lo votado no les gusta, otros 4 añitos más (esperemos), mientras se siguen ampliando derechos sociales y afianzando los avances conseguidos en la legislatura anterior.

Esperemos que este cuadro de El Bosco pare y se respete la legalidad de las votaciones y dejen de frivolizar con algo tan grave como la dictadura. Y, puestos a soñar, esperemos que Paco Núñez deje ya de pedirle a Emiliano García Page que traicione a Pedro Sánchez y empiece a reclamar que Feijoo aclare su relación con el narco, o Cospedal su amistad con Villarejo, o Rajoy su parentesco con M. Rajoy, o Aznar sus miramientos con el Movimiento Vasco de Liberación... El presidente del PP de Castilla-La Mancha es muy estricto con las pajas ajenas y muy flexible con las vigas propias.


@CPuenteMadera



miércoles, 1 de noviembre de 2023

García Page, el guardián de los valores

Imagen del archivo de RTVE

Hagamos un recorrido por el túnel del tiempo. Fue por el año 1987, con diecinueve añitos, cuando Emiliano García Page iniciaba su andadura política, como concejal en el Ayuntamiento de Toledo. Ya han pasado más de 36 años desde que Page comenzó a trabajar en la cosa pública, de la mano de su mentor, José Bono. Desde ese año, no se le conoce al presidente castellanomanchego ninguna otra actividad luego, como se dice por estas tierras, toda la vida en política, “ya está la pieza bien tocá”.

No olvidemos que Emiliano llegó en 2015 a la Presidencia de Castilla-La Mancha gracias a los votos favorables de Podemos, después de haber perdido las elecciones regionales ante María Dolores de Cospedal. Nunca ha estado cómodo con los que le auparon al Palacio de Fuensalida, sus críticas a la formación de Ione Belarra y en general a Unidas Podemos han sido constantes, llegando a decir, hace un año, que “el 95% de los problemas que tiene de deterioro el PSOE tienen que ver con sus socios y sus pactos”. La amnesia de García Page llega a unas cotas indescriptibles, siendo un mal pagador de favores a quienes le dieron la presidencia autonómica.

A día de hoy, nuestro querido Page ha desempeñado diecinueve cargos internos en el PSOE y en la esfera local, regional y nacional de la Administración Pública. Este barón socialista, que nos ha tocado “disfrutar” en nuestra región, en su extensa trayectoria, siempre se ha caracterizado por ser un verso libre, crítico, en su partido, con un ego sin medida que le hace estar siempre al plato y a las “tajás”.

Page desde siempre ha sido uno de los máximos exponentes del ala más a la derecha del partido socialista, guiado por su maestro, José Bono. También en su currículum hay que destacar que es uno de lo fieles aliados de Felipe González, Alfonso Guerra y de otros tantos dinosaurios que no callan, llegando en bastantes ocasiones a deambular por el filo de la navaja de la indisciplina

Desde la semana pasada, el Presidente Page, opta a un nuevo cargo. Ha presentado su candidatura, después del último Comité Federal socialista, a ser el guardián de los valores y esencias del PSOE. No le cuadra el tema de la amnistía a las personas implicadas en el “procés” soberanista catalán de 2017, criticando abiertamente a su partido en este tema pues, según él, amnistiar a estas personas “no casa” con los valores del PSOE. Esta medida de gracia, según varios juristas, es viable en el plano constitucional y ayudaría a mejorar la convivencia en Cataluña, pero para el guardián de los valores, in péctore, no es positiva para este país, aliándose García Page con las posiciones más rancias del PP-Vox

Después de la reciente fotografía de Bruselas entre Puigdemont y el número tres del PSOE, Santos Cerdán, para avalar la investidura de Pedro Sánchez, y el acuerdo con ERC sobre la amnistía, tenemos noticias que Emiliano García Page está hecho un mar de dudas y no sabe si aceptar este nuevo cargo de guardián de los valores socialistas de pureza o dar un paso atrás y pedir la baja en su partido. Se admiten apuestas sobre el futuro de este singular personaje.

El barón castellanomanchego tiene que estar en el primer plano político siempre, y así cada día tiene que dar la nota, y esas salidas de tiesto la aprovechan sus amigos de la derecha, no siendo consciente (o a la mejor sí) que cuando el rival político te aplaude es que algo no va muy bien. El rincón de pensar está esperando a Emiliano, para que reflexione y deje de ser la molesta mosca cojonera y acepte democráticamente los acuerdos adoptados en los órganos del Partido Socialista Obrero Español.

 

 

@CPuenteMadera