sábado, 27 de febrero de 2016

PACTO, HUMO Y MUCHAS MENTIRAS


“Habemus pactum”. Las 66 páginas del acuerdo entre PSOE y Ciudadanos no serán suficientes para investir, en los próximos días, a Pedro Sánchez como presidente del gobierno de nuestro país. Lo primero porque la aritmética es muy terca y, por mucho que se empeñen algunos, 90 más 40, no es 176, a no ser que en el Congreso de los Diputados se haya implantado el sistema binario para el recuento de votos, en cuyo caso las cuentas sí que salen a Sánchez y Rivera (lo mismo es que van los tiros por ahí).  Y en segundo lugar un pacto de derechas no es la solución para los numerosos problemas en los que naufraga España.

Que no nos mientan más, que los vendedores de humo se escondan en los trasteros de la sede de Ferraz, porque lo que han parido los negociadores de Psoe y Ciudadanos es un programa de investidura/gobierno totalmente de derechas. El partido que se dice socialista, con este pacto, se lanza a los brazos del neoliberalismo o del socialfelipismo, que en la práctica viene a ser lo mismo. Lo que no le valía a Pedro Sánchez en diciembre ahora es “guay del Paraguay”, no ha tenido ningún rubor en acordar con las Nuevas Generaciones del PP, con la misma derecha que el Partido Podrido. El propio Albert Rivera se vanagloria de que ha conseguido que se plasme el 80% de su programa en este pactito, que además es totalmente asumible por el PP y sus más de siete millones de votantes. Blanco y en botella. Pactas con la joven derecha, con la versión lavada y planchada del Partido Popular, y asumes casi todas sus recetas, luego tienes un pacto con un programa de derechas. Más de lo mismo, al servicio de la oligarquía del IBEX 35 y de los dictados de la maldita Troika.

Algunos detalles de este acuerdo ponen al descubierto cómo los barones y baronesa del PSOE han ganado la partida, desterrando un posible gobierno de las izquierdas con nuevas políticas de cambio y dando la bienvenida al señor Garitano y sus palmeros, que ahora también tiene sus fieles seguidores en la Ejecutiva Federal pesoista.  Porque la Reforma Laboral del PP no se deroga, lo que hace es asentar las bases para un pseudo-contrato único e introduce la denominada “mochila austriaca” que incluso el PP llevaba en su programa electoral. Pero no se preocupen, que no cunda el pánico, ha sido un error de redacción del texto, debido a que las teclas de “derogarlareformalaboral” y la de “abaratareldespido” están juntas, y todo tiene su rectificación.

¿Y qué nos dicen de la subida del Salario Mínimo Interprofesional en un ridículo 1%? Esto queda muy lejos de la promesa electoral del señor Sánchez, que establecía un aumento del 5% del SMI en el primer año de legislatura. Otro pequeño lapsus.

El PSOE también olvida su compromiso, de julio de 2013, de derogar la LOMCE, porque lo que se quiere ahora es paralizar el calendario de implantación de la ley en lo que no haya entrado en vigor. Pero la retrógrada ley educativa sigue. Este acuerdo tampoco dice nada de revertir el recorte de los más de 30.000 profesionales de la enseñanza despedidos y los casi 8.000 millones de recorte en la Educación Pública perpetrados en los últimos años.

El acuerdo PSOE-C´s también se olvida de la derogación completa de la polémica Ley Mordaza, pues solamente se modificarán los puntos recurridos al Tribunal Constitucional. ¡Qué cabeza! Pero seguro que nadie de orden se dará cuenta. ¿Y lo del artículo 135 de la Constitución?

Se incorpora al pacto el llamado “Complemento Salarial Garantizado”, una forma encubierta de subvencionar salarios de miseria a los empresarios; se suavizan las medidas de control de las sociedades de inversión colectiva de capital variable (SICAV) y para las grandes fortunas se “estudiará” la creación de un impuesto. Mucha flojera con los ricos y poca decisión para favorecer a los más necesitados.

También es falsa la eliminación de los copagos farmacéuticos, lo que recoge el pacto es que se hará una nueva regulación, pero eso de eliminar no toca ahora. La técnica del Fracking no se prohíbe, lo que se realizará es una “moratoria”. Se olvidan publicar la “Lista Falciani” de evasores fiscales, porque para estos chicos los linchamientos públicos sólo con rojos, herejes y perroflautas.

Los verbos derogar, prohibir, eliminar, denunciar,… levantan alergias y sarpullidos entre los firmantes del pacto azul anaranjado, y los compromisos del PSOE ya son peccata minuta, minucias que hay que olvidar.

Pero todo se arregla con una consulta no vinculante -tiene bemoles-,  a la afiliación del PSOE, con una rara pregunta, donde no se nombra a la otra parte contratante de ese imposible gobierno “reformista y de progreso”.

Los trabajadores y las trabajadoras estamos más que hartos de humo, mentiras, bandas criminales y pactos de derechas. ¿Tan complicado es llegar a un acuerdo para conformar un gobierno de la izquierda real? ¿Qué nos queda por sufrir hasta las próximas elecciones generales del 26 de junio, donde lo más probable es que PSOE-Ciudadanos se presenten en coalición dado que ya tienen su programa elaborado?

Amanecerá y veremos.





domingo, 21 de febrero de 2016

UN PLAN B



No, no, con este nombre no se debe (sobre)entender que nos referimos a las diferentes cajas del PP. Hablamos de Europa. Concretamente de sus políticas económicas, que acaban afectando al bienestar social. ¿Políticas económicas enfocadas al bienestar de la comunidad? ¿A lo social y no al hiperenriquecimiento de los más ricos? Ahhhhhhhhhhh, ¡eso sí es un plan B!

La conformación de la Unión europea se ha ido formando a base de acuerdos donde incluso cuando se hablaba de lo social, esto queda siempre relegado al interés económico de los más poderosos. Así, vivimos el Tratado de Roma, el Programa de Acción Social (1974), el Acta Única Europea, el Tratado de Maastricht, el Tratado de Ámsterdam y el Consejo Europeo de Lisboa. El Tratado de Maastricht que imponía 3 condiciones de obligado cumplimiento a la economía de los países miembros, también tenía un Protocolo Social pero ¡cosas de la vida! pronto fue dado de lado dicho protocolo. Abochornados y quizá con cierto remordimiento, se quiso retomar lo social en la revisión que supuso el Tratado de Amsterdam, pero ¡mecachis! es que la crisis (de 1999) hacía que no se cumpliera nada de lo acordado porque había que ayudar a los ricos, que estaban muy nerviosos. Y con esos mimbres se llegó a Lisboa y su “método abierto de coordinación” en busca de una sociedad más justa, solidaria, ecológica y libre…y ya es aquí cuando se nos desencaja la mandíbula.

Cosas como estas, o más evidentes como escuchar a Draghi declarar abiertamente y sin ponerse colorado ni nada cosas como que “el modelo social europeo está acabado”. Solo le faltó decir: no es que esté muerto, es que está matado, porque lo hemos aniquilado.

En fin, que todo esto, ha dado que pensar a las cabezas pensantes de la izquierda europea y, puesto que parece que el plan A solo está desarrollado y pensado para enriquecer más a los más ricos y adormecer a los más necesitados, tal vez sea preciso implementar un Plan B. Y así, a la estela de la iniciativa de Varoufakis de crear una “Democracy in Europe-Movement25“ (DiEM25), parece consolidarse este PLAN B EUROPA. Ya hubo una cumbre el 23 de enero en París, y este fin de semana la ha habido, con un rotundo éxito en Madrid en un formato de cumbre social contra la austeridad.

Y no, no es tarea fácil. Solamente plantear algo que parece obvio como salirse de la moneda única, ya es sacrilegio y asusta a mucha gente, incluso entre los más concienciados. Y se oye… ¡es que la unión nos hace más fuertes! Y la pregunta es… ¿a quién hace más fuertes? Obviamente a quienes trapichean con el euro, pero no a quienes quedan esperando las sobras.

Leemos a Cédric Durand, investigador del Centro de Economía París Norte y profesor en la Escuela de Altos Estudios en Ciencias Sociales, en su imperdible ponencia en la cumbre del Plan B de París el pasado 23 de enero. Afirma que “una salida, si es posible negociada, de la Unión Monetaria es la única solución para los países de los alrededores. Un camino con baches, indudablemente, pero no obstante es una escapatoria. La creación de una nueva moneda, significativamente devaluada, la nacionalización del sistema bancario, el establecimiento de un control de capitales y una moratoria sobre el pago de la deuda pública constituyen la base de una política económica alternativa. Sin eso nada es posible.” Rotundo pero claro, y la gente se asusta, porque mediáticamente se encargan de hacernos entender que oír estas cosas deben asustarnos.

Pero si retomamos palabras de hace años de Julio Anguita o de autoras como la que el propio Durand cita, Suzanne de Brunhoff, solo podremos corroborarlas una vez pasados los años. El euro está al servicio de los capitales y no de la ciudadanía de a pie. En este mismo sentido, hemos oído en la cumbre de Madrid a Lafontaine, exministro de finanzas de Alemania; Genschel, de Blockupy Alemania; Toussaint, portavoz del Comité por la anulación de la deuda CADTM; Lola Sánchez, eurodiputada de Podemos; y Mercedes Lovera de la Plataforma de Afectadas/os por la Hipoteca (PAH Vallekas), etc. El mismo Garzón, junto a Mónica Oltra y Gerardo Pisarello lo ha dejado claro: "La política neoliberal europea consigue doblegar gobiernos sociales". Por ello, creemos que es conveniente luchar por tener gobiernos sociales, pero no se debe perder de vista el acabar con la política neoliberal europea, o poco se podrá avanzar. No es cosa de un día ni de dos, pero tampoco de que, y esto es muy importante, todo quede en los escenarios. Habrá otra cumbre en Berlín el 3 y 4 de junio. Ojalá pasito a pasito…








domingo, 14 de febrero de 2016

Un charco de ranas


Dice Esperanza Aguirre que ha tenido que dimitir porque dos de los cargos que ha nombrado le han salido ranas. Pobrecita, ella pensaba que estaba nombrando a quinientos príncipes peperos para las cortes y palacios de Madrid… pero dos, solamente dos, no eran bellos y honrados, sino feos y babosos, vaya, unas ranas. Sin embargo, en los juzgados españoles hay muchos más príncipes del PP madrileño de lo que Aguirre quiere reconocer. Desde luego que el más destacado es Francisco Granados, su mano derecha en la Comunidad y secretario general del PP madrileño, aunque la corrupción en el partido que preside Aguirre se extiende desde las raíces hasta las hojas más diminutas. Y si agrandamos un poco el perímetro del charco, en el charco español el croar de las ranas peperas es ya insufrible.

Esperanza Aguirre, que se ríe de todo el mundo desde hace décadas, que se cree las más graciosa y castiza de las políticas, que huye de la policía y luego presume de ello, ha tardado mucho en asumir alguna responsabilidad, después de darle lecciones a todo el mundo. Una de sus últimas lecciones se la ha impartido a otro charco de ranas: al PP valenciano. Esperanza, dos días antes de que la Guardia Civil registrara su sede, le decía a Rita Barberá que debería renunciar a su aforamiento, aunque se ha resistido hasta el final, cuando el nauseabundo olor que salía de la calle Génova ha hecho reventar al PP madrileño. Aguirre se va… por ahora, porque no es la primera vez que anuncia que se retira. Ha crecido como dirigente popular lanzando pullas, sonriéndose patéticamente, creyéndose graciosa y ocurrente… claro que igual se lo ha creído tanto porque a su alrededor hay un croar de ranas lisonjeras, políticas y mediáticas,  que tienen mucho que agradecer a cómo Aguirre las ha criado, protegido y alimentado.

Por cierto, para una persona que dice ser ultraliberal y que defiende a muerte la iniciativa privada, treinta y tres años liberada como cargo público parecen demasiados, ¿no? Bueno, aunque en el fondo ella tampoco es tan ultraliberal, y aunque no lo quiera reconocer también es ferviente partidaria de que el estado intervenga en la economía. Porque si no fuera así, ¿de dónde si no del estado podría salir todo el dinero público que se han metido en el bolsillo tantos liberales del PP? ¿Cómo, si no es robándolo del dinero de todos, podrían haberse lucrado la legión de políticos del PP que están en la cárcel o imputados? Si no fuera por el saqueo sistemático de las arcas públicas, ¿por qué tendría que ser la sede del PP, el partido que dice ser adalid de la honradez, la que más veces ha registrado la policía y la guardia civil en nuestra historia?

¿No tienen vergüenza Aguirre y todos los suyos? ¿Y Barberá y todos los suyos? Y, por encima de todos ellos, ¿no tiene vergüenza Rajoy? Después de sus cuatro años de gestión horrorosa, cada vez que da una rueda de prensa tiene un ojo pendiente de sus asesores que, para prevenirle ante posibles preguntas de la prensa canallesca, le van chivando “acaban de detener a fulanito y menganita”, “el que fue director de la Policía cuando tú eras vicepresidente, está imputado”, “el que era vicepresidente contigo está imputado”, o “la policía está registrando nuestra sede”… pero él pone cara de que no pasa nada, ni le importa nada, y sigue exigiendo ser presidente del gobierno. ¿No tiene vergüenza este hombre? ¿A quién le ha salido rana Rajoy? ¿A Aznar, el que se gastó dos millones de euros de dinero público para conseguirse la medalla del Congreso de EE.UU.? Y Aznar, ¿a quién? Buffffffff.




sábado, 6 de febrero de 2016

ME LLAMO AHMED

Me llamo Ahmed. Tengo treinta años, una mujer a la que amo y una hija preciosa. A día de hoy, puedo decir que ninguna tierra es nuestra tierra, que ninguna casa es nuestra casa, que ninguna patria es nuestra patria. No, desde luego, no es esta la vida que soñé para mi familia. Sin embargo, ahora mismo, aquí sentado a orilla del mar, mientras contemplo la hermosa puesta de sol, no puedo dejar de pensar que si el mundo es bello, también puede ser bueno.

            Mi infancia, por ejemplo, fue buena. Nací en una población mediana llamada Tadmur. Nadie la conocería si no fuese porque a un tiro de piedra se levanta (se levantaba, debería más bien decir) la incomparable ciudad de Palmira, cuna de civilizaciones. Antes de que llegasen las legiones de turistas, los chiquillos de mi barrio utilizábamos aquellas nobles ruinas como un inmenso y fantástico campo de juego. La verdad es que no puedo imaginar un lugar mejor para crecer en imaginación, curiosidad y conocimiento. Ni siquiera Disneyland París.

            En efecto, de niño fui feliz. Y también de adolescente. Mis padres eran maestros. Me enseñaron a ser amable y a respetar a los demás. En mi casa había muchos libros. No puedo pensar en mi infancia sin pensar en ellos. De pequeño me gustaban sobre todo los cuentos orientales, con sus alfombras voladoras, sus genios y sus lámparas maravillosas. Luego me dio por la poesía árabe, seguramente porque buscaba estrategias literarias con las que enamorar a las chicas. Pero finalmente terminé interesándome por los filósofos occidentales (griegos, franceses, alemanes…), en quienes me pareció encontrar los mejores principios con que construir la humanidad: la libertad, la igualdad, la democracia, la tolerancia… No cabe duda de que fueron aquellas lecturas tempranas las que me llevaron a Damasco a estudiar Filosofía. Y tampoco cabe duda de que fueron aquellas ideas las que me impulsaron a unirme a los grupos de oposición democrática a al-Ásad, el dictador, hijo de dictador, que gobernaba el país como si fuera su finca particular y no dudaba en ahogar en sangre cualquier conato de disidencia.

            En la clandestinidad conocí a personas extraordinarias, que arriesgaban su seguridad personal para acabar con la tiranía. Nos reuníamos frecuentemente. Imprimíamos pasquines, planificábamos acciones, extendíamos redes, nos comunicábamos con el exterior… De pronto, empezaron a llegar barbudos. Nadie sabía muy bien de dónde habían salido esos esperpentos. Proclamaban que su ideal era volver a los tiempos de Mahoma, o sea, retornar a la Edad Media. A mí nunca me gustaron, pero nuestra organización consideró que nos podían ser útiles por aquello de que los enemigos de tu enemigo son tus amigos. Qué error cometimos. Esa gente creció como la espuma. Cada vez tenían más armas y más sofisticadas. Todo el mundo sabía que los financiaban Arabia Saudí y los EEUU, cuyos gobiernos no querían que se construyese el gasoducto procedente de Irán. El caso es que estalló la guerra y aquellos fanáticos se extendieron por todo el país como la mala hierba. Arrasaban con todo. Lo prohibían todo. Obligaron a las mujeres a ponerse el velo. Cometían los crímenes más horrorosos que nadie pueda imaginar en lugares públicos y luego los difundían por internet.

            En fin, no era eso por lo que llevábamos tanto tiempo luchando. Cientos de miles de sirios comenzaron a huir del ISIS, pero también de los bombardeos del gobierno sobre poblaciones civiles, y de los que lanzaba Rusia, y de los que lanzaba Francia… Nosotros también huimos, con apenas lo puesto.

            Me llamo Ahmed. No tengo casa ni patria. Pero, sentado frente al mar, veo a lo lejos la isla de Lesbos y sé que, inshallah, mañana estaré con mi familia en Grecia. Tenemos la travesía pagada y los salvavidas recién comprados. Los agoreros dicen que allí nos esperan campos de concentración, y que la policía golpea a los refugiados, y que hay diez mil niños sirios desaparecidos. Pero ¿quién va a creer esas patrañas? Europa es la cuna de la libertad, la igualdad, la democracia y la tolerancia. ¿Cómo nos van a tratar peor que el Estado Islámico?