“- A ver Luis, que dice Soraya que no tienes narices a volver a soltarle millones de euros a la banca creando una sociedad que les quite la porquería económica de encima, diciendo a los ciudadanos que no les va a costar ni un duro, pero que al final pongan como siempre los miles de millones.
- ¿Qué no? Mariano, ¡sujétame el cubata! ¡toma Sareb!”
Y así debió ser más o menos como De Guindos comenzó todo. La Sareb, cuyas siglas dicen ser las de Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria pero que bien podrían ser las de “Siempre acabaremos robando a españoles bienintencionados”, por poner un ejemplo (se han leído cosas peores).
No tiene licencia bancaria, pero es conocido como el “banco malo”. Ya ni el eufemismo es suficiente para ocultar la realidad. En 2012, el Ministerio de Economía, tras haberse comprometido con la troika (Fondo Monetario Internacional, Banco Central Europeo y la Comisión Europea) y para ello el FROB (Autoridad de Resolución Ejecutiva) contrata a Álvarez & Marsal, casualmente la consultora encargada de dar cierre a Lehman Brothers.
¿Quién dijo que en España nunca se nacionalizaría la banca? ¡Pues claro que sí! Siempre y cuando sea para cargar los costes para los ciudadanos y ciudadanas. Y así, se nacionalizaron bancos con 75 000 millones de euros en activos inmobiliarios que llamaron “potencialmente problemáticos” y posteriormente “tóxicos”.
Bien, entonces se habría podido estar a tiempo de poner algo de cabeza, de pensar en la comunidad y solucionar así buena parte del gravísimo problema de vivienda que tiene este país, ¡qué ocasión para haber reforzado la vivienda pública! Pero no, en absoluto, resultó más fácil envolver aquello y, con un lacito rosa, y ofrecérselo a los “fondos buitre”.
Si has llegado con tu lectura hasta aquí te vamos a pedir un ejercicio mental. Por favor, traduce al castellano de la calle, la jerga que esta gente utiliza y que queriendo ser dura, se queda en mantequilla caliente. Piensa en el verdadero significado de: malo, parcialmente problemático, tóxico y buitre. Nosotros ya lo hemos hecho, pero no podemos trascribirlo a la pantalla.
La cosa es que aquello que los marianos, sorayas y de guindos nos juraron que saldría de gratis, nos mete una deuda a todos los españoles y españolas de 35 mil millones de euros, ya que la Comisión europea, tras comprobar que las cosa va a peor y a peor por días, con permanente aumento de deuda y disminución de activos, obliga a hacer pública esta descomunal estafa.
Entre tanto, más de lo mismo: un puñado de ricos muchísimo más ricos, y los más, más empobrecidos y con menos bienestar.
Pero no se preocupen, que si a quien lo necesita se le da un euro habrá escándalo y recordatorio diario, pero estas cosas se olvidan y se vuelve a poner en el poder a los de siempre. Y así somos, … y así nos va.
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