Y por fin…. ¡Tenemos nuevo gobierno de coalición!
Las últimas semanas hemos visto como las calles de nuestro país se llenaban de memes andantes, repitiendo extrañas frases sacadas del No-Do, gritaban por la existencia de una supuesta dictadura proclamada por (según ellos los enemigos de España), una Dictadura formada por la mayoría de los representantes elegidos de forma democrática en las urnas por los y las ciudadanas españoles. ¡Qué dictadura más rara nos ha quedado!
Se echaron a las calles a “putodefenderespaña”, porque España había despertado. Cuando escuchamos esas frases, casi salimos nosotros detrás, si se estaba defendiendo España, era evidente que estaban reclamando una sanidad pública de calidad, salud mental gratuita, una mejor educación pública, más servicios sociales, el derecho a la vivienda de todos, medidas para que los jóvenes puedan dejar la casa de los padres antes de los 30 (y eso con suerte). Pero no… era otra cosa, una suerte de esperpento, casi un cuadro surrealista plagado de escenas sacadas de imágenes antiguas: aquellos rezando el rosario, aquel otro disfrazado de tercio español, los que parecían un equipo de criquet y recordaban la célebre frase de Dolores, que si hubieran sabido quien la dijo, igual les da un patatús y todo ello en la correcta gama de colores, rojo y amarillo salpicado de azul náutico y beige, que casi parecía que fueran uniformados.
A pesar de los gritos de que se rompe España, de los altercados en pleno centro de Madrid, de los escasos enfrentamientos de la policía, España no se ha roto, España se ha unido quizá más al reconocer la pluralidad de naciones que la componen.
Llegar a un acuerdo que contente a todos es tremendamente difícil, por no decir imposible, pero eso es la política, diálogo, acercamiento de las partes, consenso… y los políticos son elegidos para representar al pueblo y gobernar para la ciudadanía, por tanto, cuando más realidades políticas sean capaces de unir, de poner de acuerdo, mejor representada estará España dentro del Parlamento, porque será el verdadero reflejo de nuestro país.
El caso es que, a pesar de tanto grito, rosario y altercado, el consenso llegó y volvemos a tener un gobierno progresista, aquellos podrán seguir retorciéndose en sus casas, reclamando votar, porque lo votado no les gusta, otros 4 añitos más (esperemos), mientras se siguen ampliando derechos sociales y afianzando los avances conseguidos en la legislatura anterior.
Esperemos que este cuadro de El Bosco pare y se respete la legalidad de las votaciones y dejen de frivolizar con algo tan grave como la dictadura. Y, puestos a soñar, esperemos que Paco Núñez deje ya de pedirle a Emiliano García Page que traicione a Pedro Sánchez y empiece a reclamar que Feijoo aclare su relación con el narco, o Cospedal su amistad con Villarejo, o Rajoy su parentesco con M. Rajoy, o Aznar sus miramientos con el Movimiento Vasco de Liberación... El presidente del PP de Castilla-La Mancha es muy estricto con las pajas ajenas y muy flexible con las vigas propias.
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