Imagen del archivo de RTVE |
Hagamos un recorrido por el túnel del tiempo. Fue por el año 1987, con diecinueve añitos, cuando Emiliano García Page iniciaba su andadura política, como concejal en el Ayuntamiento de Toledo. Ya han pasado más de 36 años desde que Page comenzó a trabajar en la cosa pública, de la mano de su mentor, José Bono. Desde ese año, no se le conoce al presidente castellanomanchego ninguna otra actividad luego, como se dice por estas tierras, toda la vida en política, “ya está la pieza bien tocá”.
No olvidemos que Emiliano llegó en 2015 a la Presidencia de Castilla-La Mancha gracias a los votos favorables de Podemos, después de haber perdido las elecciones regionales ante María Dolores de Cospedal. Nunca ha estado cómodo con los que le auparon al Palacio de Fuensalida, sus críticas a la formación de Ione Belarra y en general a Unidas Podemos han sido constantes, llegando a decir, hace un año, que “el 95% de los problemas que tiene de deterioro el PSOE tienen que ver con sus socios y sus pactos”. La amnesia de García Page llega a unas cotas indescriptibles, siendo un mal pagador de favores a quienes le dieron la presidencia autonómica.
A día de hoy, nuestro querido Page ha desempeñado diecinueve cargos internos en el PSOE y en la esfera local, regional y nacional de la Administración Pública. Este barón socialista, que nos ha tocado “disfrutar” en nuestra región, en su extensa trayectoria, siempre se ha caracterizado por ser un verso libre, crítico, en su partido, con un ego sin medida que le hace estar siempre al plato y a las “tajás”.
Page desde siempre ha sido uno de los máximos exponentes del ala más a la derecha del partido socialista, guiado por su maestro, José Bono. También en su currículum hay que destacar que es uno de lo fieles aliados de Felipe González, Alfonso Guerra y de otros tantos dinosaurios que no callan, llegando en bastantes ocasiones a deambular por el filo de la navaja de la indisciplina
Desde la semana pasada, el Presidente Page, opta a un nuevo cargo. Ha presentado su candidatura, después del último Comité Federal socialista, a ser el guardián de los valores y esencias del PSOE. No le cuadra el tema de la amnistía a las personas implicadas en el “procés” soberanista catalán de 2017, criticando abiertamente a su partido en este tema pues, según él, amnistiar a estas personas “no casa” con los valores del PSOE. Esta medida de gracia, según varios juristas, es viable en el plano constitucional y ayudaría a mejorar la convivencia en Cataluña, pero para el guardián de los valores, in péctore, no es positiva para este país, aliándose García Page con las posiciones más rancias del PP-Vox
Después de la reciente fotografía de Bruselas entre Puigdemont y el número tres del PSOE, Santos Cerdán, para avalar la investidura de Pedro Sánchez, y el acuerdo con ERC sobre la amnistía, tenemos noticias que Emiliano García Page está hecho un mar de dudas y no sabe si aceptar este nuevo cargo de guardián de los valores socialistas de pureza o dar un paso atrás y pedir la baja en su partido. Se admiten apuestas sobre el futuro de este singular personaje.
El barón castellanomanchego tiene que estar en el primer plano político siempre, y así cada día tiene que dar la nota, y esas salidas de tiesto la aprovechan sus amigos de la derecha, no siendo consciente (o a la mejor sí) que cuando el rival político te aplaude es que algo no va muy bien. El rincón de pensar está esperando a Emiliano, para que reflexione y deje de ser la molesta mosca cojonera y acepte democráticamente los acuerdos adoptados en los órganos del Partido Socialista Obrero Español.
Donde siempre está en las noticias de Castilla-La Mancha Media. Yo ya lo llamo Tele Page.
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