domingo, 20 de mayo de 2018

¡MENUDA GORRINERÍA!



Ni son marcianos, ni seres extraños de otras galaxias… Quienes parecen tener empeño en invadir estas tierras, ¡son los gorrinos!

Como lo leen, así, de pronto, ha caído un proyecto de macro-granja en la zona de Pozuelo y Argamasón, que pretende poner en marcha una producción intensiva con 18.000 madres que parirán hasta 550.000 lechones, que a su vez habrían de ser engordados hasta los 20 kg, en nuevas granjas que, lógicamente, se instalarían cerquita, en esta comarca. Por otro lado, una empresa ha solicitado ya instalar una macrogranja en Tarazona de La Mancha.
La propuesta para Pozuelo, es la construcción de 51 naves, repartidas en nueve núcleos, algunos de ellos con capacidad para albergar a 40.000 cerdos, una a 1,5 Km. de la Zarza.
El proyecto presentado adolece de numerosas deficiencias. El POM de Pozuelo, indica que, para la implantación de cualquier actividad ganadera, se establece una distancia mínima al límite del suelo urbano, de 2500 metros, y sin embargo hay al menos cuatro localizaciones a menor distancia, incluso la propia localidad de Pozuelo (la más lejana) se afirma que está a 2,61 Km, aunque el límite del suelo urbano es inferior a esos 2,5 km.
Del cerdo no sirve todo: los purines de granjas porcinas, entre otras cosas, suponen un grave problema de contaminación. Las plantas depuradoras, dejaron de tener ayudas y muchas cerraron. Los efectos que causan pueden verse grabados con un dron en este vídeo (clique aquí). La cosa va más allá de los imaginables insectos o malos olores: nitrógeno, cobre, zinc, antibióticos, etc. aseguran una grave contaminación del entorno. Una familia (matrimonio joven con 3 hijos) dedicada a la agricultura ecológica, ve como se le echa encima toda esta fuente de contaminación, lo que les llevaría a perder su labor.
Hay vulneraciones graves: se calculan que pueden llegarse a originar 450.000 litros de purines al día, y resulta que esta zona de Pozuelo está dentro de la denominada “Zona Vulnerable a la Contaminación por Nitratos”, de acuerdo a lo establecido en la Orden de 2/08/2012, de la Consejería de Agricultura y Medio Ambiente. En fin…
Consultadas dos profesoras (PDI, personal docente e investigador) expertas de la UCLM, tras un primer análisis del proyecto no dudan en afirmar que los números han sido tratados de forma torticera.
La empresa supera con creces las necesidades de agua que tiene concedida la zona. Afirman que lo suplirán con la recogida de lluvias, y aportan cifras que no se corresponden con el agua que, por desgracia, sabemos que año tras año es posible recoger.
Se habla de la profundidad del acuífero, pero seguramente por gran desconocimiento de nuestra realidad, se debe manejar el mismo proyecto realizado para otro lugar, porque nada tiene que ver lo que se afirma con el hecho de cómo recargan nuestros acuíferos, y su problema de arrastrar los nitratos de alta solubilidad a las capas freáticas.
 Lo que venden como bueno, la zanahoria de siempre: se crearán, dicen, 150 puestos de trabajo. Se puede comprobar que otras macro-granjas similares, al poco tiempo, se ha quedado tan solo con un 25% de esos puestos anunciados y con una precariedad notoria. Y lo que hay por perder, supera con muchas creces lo supuestamente ganado.
Es sabido y no son casuales estas solicitudes, y las que se podrían esperar. En Centroeuropa, comprobados los daños causados por este tipo de negocios, han endurecido notoriamente su legislación, y desde allí han puesto ahora sus ojos sobre las extensiones manchegas, también comprobado que en Murcia han comenzado a cerrar el grifo.
Pero, no es solo medio ambiente y pérdida de calidad de vida. La salud de las personas, también se pone en juego. Un Informe sanitario redactado por Ángela Prado, médica intensivista del Complejo Hospitalario Universitario de Albacete, y titulado “Riesgos para la Salud Pública relacionados con la instalación de macrogranjas porcinas” advierte con claridad de las consecuencias para la salud de las macrogranjas de cerdos.
Refiere cómo son numerosos los estudios publicados que vinculan el tamaño de la cabaña porcina de un área, con las dañinas altas concentraciones de nitratos en las fuentes de agua.
Igualmente habla de la emisión de gases, como el sulfuro de hidrógeno y el amoniaco. El amoniaco, es una sustancia potencialmente tóxica para cualquier ser vivo, generando problemas de salud según la concentración, el tiempo de permanencia, temperatura ambiente, distancia al foco, susceptibilidad individual, etc.  Explica cómo en la última década, que se tenga constancia, más de 2300 empresas de nuestro país se excedieron en sus emisiones de amoniaco a la atmósfera y ¡el 94% eran granjas!
El informe, afirma también que, si se administran antibióticos de forma indiscriminada a los animales de consumo humano, estos animales desarrollarán cepas comensales resistentes a los antibióticos, que podrían acabar creando infecciones al ser humano.
Por todo ello, el informe concluye que los beneficios que puedan conllevar en modo alguno superan los perjuicios que suponen.

Resulta evidente que (y más ante la actitud dubitativa y ambigua de algunas formaciones políticas) la gente no iba a quedar callada, y se ha creado la plataforma “No a la Macro­granja en Pozuelo y Argamasón”, que ya llevan varias acciones (fotografía de inicio) para dar a conocer el problema. Desde aquí, nuestro apoyo y petición de que sea debidamente escuchada.





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