jueves, 23 de abril de 2020

INGRESO MÍNIMO VITAL

Sabemos que antes de la tremenda crisis sanitaria del Covid19 en España ya había un 30% de pobreza infantil, además existían miles y miles de hogares en los que no entraban los ingresos suficientes con los que poder afrontar los gastos básicos para sobrevivir. España siendo un país rico, según Eurostat, tiene unas tasas de pobreza intolerables, dado que el reparto de dicha riqueza no utiliza ningún parámetro de equidad, pues la escasez de muchos se hace a beneficio de la acumulación de unos pocos. No olvidamos que en nuestro Estado se ha legislado en favor de los que más tienen, primando la elusión fiscal y las amnistías económicas, frente a una progresividad impositiva que siempre hemos reclamado, para poder afrontar la financiación de unos servicios públicos de calidad (sanidad, educación, atención a la dependencia, residencias de personas mayores,...) que atendieran los derechos y necesidades de la ciudadanía española.

Las políticas neoliberales austericidas que todo lo basan en lo privado, en los recortes y en la disminución del peso de lo Público a lo más ínfimo, nos han traído hasta aquí. Resulta obvio que "el mercado" solo beneficia a los ricos pero no soluciona los problemas de los más desfavorecidos, a quienes solo ayuda la solidaridad y la justicia social, una responsabilidad que deben afrontar de forma urgente, y más en la trágica situación que vivimos, los poderes públicos.

El acuerdo de gobierno entre el PSOE y Unidas Podemos, de hace unos meses, ya contemplaba medidas para una renta básica que ayudara a superar esas bolsas de pobreza. Con la crisis del Covid19 todo se ha precipitado y en las próximas semanas será una realidad el “Ingreso Mínimo Vital (IMV)”, una medida social justa que proporcionará una red de seguridad para todas las personas que en esta crisis se están quedando fuera de los ERTEs y de los subsidios por desempleo. Este gobierno de coalición quiere priorizar los esfuerzos económicos del Estado, garantizando que en España no tengamos hogares sin recursos en estos momentos de graves carencias y que todo ciudadano, viva donde viva, tenga derecho a un mínimo de ingresos. En vez de rescatar bancos y grandes empresas, como en crisis anteriores, se quiere poner a los trabajadores en el centro de la acción del gobierno. ¡Ya era hora!

Pronto han salido los necrofílicos y fanáticos para oponerse al IMV. Ahí tenemos a los salvapatrias (Vox/PP) y a la jerarquía de la iglesia católica mirando por mantener los privilegios de las oligarquías, de la grandes fortunas y las prebendas “consagradas” en el concordato con la Santa Sede. Lo califican de “paguita”, de un dinero para vagos (de eso sabe mucho Santiaguito Abascal), de medida sectaria y peronista o los mismos obispos que creen que el Ingreso Mínimo Vital va a generar una panda de holgazanes, de lo que la jerarquía eclesiástica, por propia experiencia, podría escribir varias enciclopedias. Lo mismo se arreglaba todo, e incluso sobraba, si los 11000 millones de euros anuales para la iglesia católica se utilizaran para el Ingreso Mínimo Vital, pero nos parece que faltaran bemoles para hacerlo.

También el señor Garamendi, presidente de la CEOE, se opone a esta medida porque dice que entonces subirían los salarios y nadie aceptaría empleos a 500 euros. Y nosotros que dudábamos de la inteligencia del presidente de los empresarios, pero ha demostrado con estas declaraciones que ha captado, a la primera de cambio, uno de los objetivos del IMV.

La ayuda de la Unión Europea en estos momentos críticos es esencial, pero al mismo tiempo se deben implementar, para que sea viable el Ingreso Mínimo Vital, medidas y legislación básica para que las sociedades y las grandes empresas paguen sus impuestos en nuestro país, sin ningún tipo de ingeniería financiera, para que hubiera una verdadera progresividad fiscal y que las rentas del capital tuvieran más cargas impositivas ¿Con qué ánimo se quiere mutualizar la deuda desde el exterior si contemplan que las élites políticas y económicas de España siguen viviendo como si nada hubiera pasado?

Si esta crisis sanitaria y social no queremos que la paguen los de siempre, pequeñas empresas, autónomos, trabajadoras y trabajadores, protegerles es un deber ético y una responsabilidad ineludible de nuestro gobierno.

Nosotros, sí apoyamos el Ingreso Mínimo Vital.





1 comentario:

  1. Toda ayuda es poca en estos momentos ya que como bien dices debido a esto habrá mas pobreza en el mundo,que se dejen de criticarse entre ellos y que nos ayuden a los ciudadanos que bien que ellos siguen cobrando sus sueldos mientras que el resto pasamos penurias para llegar a fin de mes,así es fácil decir quedaros en casa .... ¡Buen post!

    ResponderEliminar