sábado, 11 de abril de 2020

PACTO, SÍ, PERO DE SAN SEBASTIÁN

 
Como es bien sabido, el pasado jueves Pedro Sánchez anunció en el Congreso su intención de convocar algo así como una reedición de los Pactos de la Moncloa. En fin, la intención (o la estrategia) es buena. Y motivos sobran. Pero no seamos ingenuos, ¿alguien se imagina al PP y a sus primos hermanos de la ultraderecha ampliando el marco de derechos y libertades y derogando, en consecuencia, su propia Ley Mordaza? ¿Alguien piensa que estos dos sujetos políticos (Ciudadanos pasó a la historia) están dispuestos a aumentar el gasto en educación y sanidad públicas y revertir, por lo tanto, sus propios recortes y privatizaciones? ¡Vamos! ¡Ni hartos de vino! ¿Y van a aceptar una restructuración del sistema tributario para hacerlo más progresivo y perjudicar así sus intereses de clase? Pues, evidentemente, no. Y, de hecho, aunque ahora reivindiquen a los cuatro vientos el espíritu de la Transición y se proclamen los más constitucionalistas del mundo mundial, Manuel Fraga, fundador de AP-PP, suscribió solo los acuerdos económicos de los Pactos de la Moncloa, que contemplaban el libre despido, pero no los políticos, que incluían medidas tan “revolucionarias” como la despenalización del adulterio o la legalización de los anticonceptivos. O sea, que el presidente del Gobierno le está pidiendo peras al olmo.
Y todo esto coincide con que la pandemia nos está ayudando a percatarnos de muchas cosas. Por ejemplo, de que se puede vivir perfectamente sin rey. Ahora mismo, en estos tiempos chungos, Felipe VI es una especie de “gran ausente”, como José Antonio. Y eso por no hablar del “trincacomisiones”… Por el contrario, quien está dando la cara y sacando pecho por su país es, como siempre, el pueblo. Ya lo dijo Machado: “En los trances duros, los señoritos invocan la patria y la venden; el pueblo no la nombra siquiera, pero la compra con su sangre y la salva.” De modo que, estando así la situación, y en el contexto del 14 de abril, ¿por qué no rescatamos el Pacto de San Sebastián, que en 1930 aunó a todas las fuerzas republicanas, en vez de los Pactos de la Moncloa? ¿Y si le hacemos un ERE a la monarquía y empezamos a construir una nueva y luminosa “República democrática de trabajadores/as de toda clase”? En serio, no sería la primera vez que España se acuesta monárquica y se levanta republicana.




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