En abril de 1991 se establece la MINURSO mediante la Resolución 690 del Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas. Esta misión de la ONU fue creada para supervisar el alto el fuego e impulsar un referéndum de autodeterminación en el Sáhara Occidental, territorio invadido y colonizado por Marruecos desde la retirada española en 1975. Después de más de 34 años, lamentablemente, el conflicto sigue sin resolverse y la votación prometida jamás se ha celebrado.
El pasado viernes, 31 de octubre, al dictado de los Estados Unidos de Trump, el Consejo de Seguridad de la ONU aprobó una nueva y penosa Resolución que respalda el plan de “autonomía limitada” del Sáhara Occidental bajo soberanía marroquí como única solución al enquistado conflicto. Mediante este brusco giro son papel mojado las resoluciones anteriores de la ONU, en las que el pueblo saharaui confiaba para cumplir sus ansiadas aspiraciones, su derecho a la autodeterminación. También este texto aprobado renueva el mandato de la MINURSO un año más, hasta octubre de 2026, aunque con el paso de los años el papel de esta misión internacional se ha vuelto administrativo y simbólico, corriendo serio peligro la consulta al pueblo saharaui.
La citada resolución se produce a pocos días de la conmemoración del 50º aniversario de la llamada Marcha Verde, la movilización de cientos de miles de marroquíes hacia el Sáhara Occidental que precipitó la apresurada retirada de España de la colonia.
Cabe recordar que Marruecos ya controla militar y políticamente la práctica totalidad del territorio del Sáhara. Son las zonas más pobres y desérticas las que han podido ser defendidas por el Frente Polisario, mientras un muro de cerca de 2.700 kilómetros y con más de 150.000 soldados marroquíes separan ambas partes con alambradas, baterías de cañones y campos de minas. El resto de la región -bajo control marroquí- es altamente rico en fosfatos y en abundante pesca.
Es imprescindible que la ciudadanía española, respetuosa de los derechos humanos, exprese su solidaridad con el pueblo saharaui, tal y como realizó el Ayuntamiento de Albacete en sesión plenaria, el pasado 30 de octubre, aprobando la moción presentada por el grupo municipal de Unidas Podemos (apoyada por todos los partidos políticos, a excepción de Vox y los concejales no adscritos), respaldando la reivindicación de libertad y el reconocimiento de la deuda moral, política y legal de España con el Sáhara Occidental.
Desde este humilde colectivo también nos sumamos a la moción presentada, reafirmando el compromiso con el derecho de autodeterminación del pueblo saharaui, tal y como establecen las anteriores resoluciones de Naciones Unidas, solicitando al Gobierno de España una política exterior alineada con dichos principios y el derecho internacional.
Es hora de exigir a Pedro Sánchez, nuestro Presidente del Gobierno, que revierta su apoyo (2022) al llamado plan de autonomía de Marruecos y que impulse, junto con otros Estados y organismos, la celebración inmediata de un referéndum de autodeterminación efectivo, justo y libre.
Seguro que es mucho pedir, pero no nos resignamos a solicitar a la comunidad internacional que condene al régimen de ocupación de Marruecos y sus tácticas de represión, violación de derechos humanos y expolio de los recursos saharauis.
La situación del pueblo saharaui es tan conocida como triste: abandonados por España desde hace medio siglo, viviendo como refugiados en su propia tierra y oprimidos por los invasores marroquíes, con el olvido de la mayoría del planeta y la inacción de la ONU para que en el Sáhara se cumpla el Derecho en su más amplia acepción.
Apenas unos cientos de kilómetros al sur de Castilla-La Mancha, donde vivimos, hay un pueblo con el que estamos en deuda y que está sufriendo agónicamente desde hace demasiado tiempo. No podemos tolerar que el Gobierno de España y la mayoría de los partidos políticos de este país sigan siendo cómplices de la injusticia.
¡Sáhara libre, ya!
