Artículo
publicado en el diario La Verdad (Edición Albacete). 16/02/2012
¡Hay que ver!
Con lo fácil que era la solución y nadie se había dado cuenta. Tan sencillo
como despedir con una prácticamente absoluta libertad y todas las desgracias de
un país ¡zas! solucionadas. Aguantar un poquitín ahora que dé tiempo a que se
vayan al paro otros cuantos más y la economía española se desbordará, seremos
otros. Tuvo que venir Rajoy para pedirle a la patronal que le redactase la Reforma Laboral y este sindiós
que nos reinaba se acabará de aquí a unos meses. Si es que no hay nada como
saber o conocer y ser amigo de quien sabe. Mientras, otros se ocupan de limpiar
la calle a porrazo limpio de radicales de incluso 12 años que osan pedir
calefacción para su instituto, que otros vayan redactando. Mientras personas
que apestan a chorizo más que un cantimpalo campan a sus anchas, o familiares
de víctimas del mayor genocidio que este país ha conocido se quedan sin
explicaciones, el juez que trataba de poner justicia, apartado de la judicatura. Mientras
se comienzan a levantar las primeras sospechas de los intereses personales en
la privatización de la salud, que otros redacten. Mientras a los bancos se le
dan millones y millones de euros sin exigir nada a cambio, luego se les mendiga
que a ver si tienen un detallito con los desahuciados.
Y así ha sido. Y
les ha quedado niquelado para estos nuevos tiempos. Hay quienes hablan de que
cuando Saturno se pone en la órbita de Neptuno y la Luna se alinea con Plutón,
pasa no sabemos qué cosa. Pues aquí igual: cuando un gobierno del PP entra en
la órbita de Merkel y Sarkozy, y todos se alinean con las políticas
de EEUU, es tal el
grado de energía ultraliberal que se genera que se convierte ¡al fin! a los
trabajadores europeos en tan carentes de derechos como los norteamericanos.
Nos tienen
dicho, desde chiquitines, que para solucionar los problemas se debe tomar el
toro por los cuernos y ponerle solución. Se debe buscar la causa, el origen del
problema y acabar de cuajo con él, o al menos impedir que continúe provocando
sus efectos perniciosos. ¿La causa de toda esta crisis ha sido el mercado
laboral? Obviamente no. ¿La causa han sido los trabajadores y las trabajadoras?
Por supuesto que no. ¿Por qué entonces ese empeño de que recaiga sobre sus
espaldas todo el desastre que otros han provocado? Las medidas que se están
adoptando no van a solucionar nada, son simplemente el sueño de cualquier
político de derechas y que nunca había encontrado un marco tan caótico para
poder ponerlas en marcha sin ser defenestrado; y mira por donde ahora el PP ni
se lo cree, puede hacer todo aquello que siempre soñó, nunca pudo, y todo
siempre “obligado por culpa de los de antes”. Que sí, que mira que lo hicieron
rematadamente mal, pero que en ningún caso eso justifica que tras el primer
desastre debamos de sufrir uno segundo más despiadado.
A fecha de hoy,
casi el 95% de los empresarios/as pueden
despedir procedentemente a sus trabajadores. Ya saben, la empresa no va todo lo
bien que al patrón le gustaría. Pero, ¿y si se diera el caso de que tiene
muchas ganancias? Ah, pues entonces es porque queremos mejorar la productividad. O
se traga con ruedas de molino, o se es dócil o fácilmente te vas a la calle.
Dicen haber dado
con un supercontrato maravilloso que creará ingentes ríos de puestos de
trabajo. Se trata de que si contratas a los parados subsidiados, el empresario
tendrá importantes bonificaciones. La pregunta es fácil: ¿quién va a contratar
a quienes no lo estén? La respuesta también: nadie. Años y años para conseguir
derechos borrados de un plumazo. No nos estamos jugando nuestra calidad de
vida: también está en ello la de las generaciones venideras.
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