Quizá ustedes ya lo saben, pero
no viene mal recordar cuál es la postura “occidental” a la hora de enfrentarse
al Estado Islámico sobre el terreno del Kurdistán sirio o iraquí. En la prensa
pueden encontrar noticias
que ponen de relieve este posicionamiento contra ISIS.
También deben ustedes saber que
el Ministro de Asuntos Exteriores español, García Margallo, declaró que eran
necesarias tropas de tierra para frenar al ISIS. Porque para Margallo, el
ISIS es una “auténtica
amenaza contra España”.
Sin embargo el gobierno español
acaba de detener, acusándolos de terroristas, a dos españoles que, siguiendo
los consejos de nuestro Ministro, han pisado el terreno del Kurdistán y
probablemente utilizado armas
de la Unión Europea para enfrentarse a esa “auténtica amenaza contra
España”.
Dos
españoles, Paco y Martos, detenidos y acusados de terrorismo. El problema
quizá no es que sean españoles, ni lo que han hecho, sino que sean comunistas.
Quizá lo que fastidia al gobierno español es que estos dos españoles son
comunistas camaradas de los kurdos, y que los comunistas han sido siempre
aliados de los turcos, no sólo ahora contra el ISIS, sino desde hace décadas,
cuando eran masacrados por los turcos (aliados de España en la OTAN) y por
Sadam Hussein (aliado de Estados Unidos contra Irán).
Ahora los kurdos, sin embargo, son
necesarios: son los únicos que plantan cara al ISIS. Son los únicos que,
como un único brazo, se enfrentan al ISIS sin descomponerse, como sucede con
los ejércitos de Irak o Siria. Occidente
necesita a los kurdos, los arma, los alienta… pero no quiere que cunda su
ejemplo, ni que los occidentales se sumen a su causa.
Por intentar unirse al ISIS
cualquier ciudadano español va a prisión. Por luchar contra el ISIS, también.
¿Cuál es la justificación? ¿Son iguales los kurdos y los islamistas radicales
que masacran poblaciones enteras, arrasan mezquitas de otras ramas del Islam,
asesinan a prisioneros desarmados y animan los atentados contra civiles
indefensos en cualquier país del mundo?
El quid de esta cuestión, para
nosotros, es doble: si la causa de Paco
y Martos es justa, y si en su acción armada han violado los derechos
humanos. Que la causa que defienden estos brigadistas es justa, lo sabe y
justifica el propio ministro Margallo. Dejando esto aparte, es evidente que un
gobierno democrático no puede consentir que sus ciudadanos, brigadistas o no,
violen los derechos humanos en otros países (aunque esto no lo tienen nada
claro el PP… como no tiene nada claro que haya que defender
los derechos de los españoles ante regímenes dictatoriales de otros
países). Hasta ahí, bien. Pero el gobierno español no ha apuntado ningún
indicio de que estos dos luchadores hayan aprovechado el combate para degollar
a inocentes, asesinar a prisioneros, forzar a las mujeres a servir como
esclavas sexuales, etc., etc. Entenderíamos que el gobierno abriera una
investigación para dilucidar si los españoles han observado los derechos
humanos en sus acciones. Mientras esa investigación se abre, nada justifica que
Paco y Martos
estén detenidos acusados de terroristas. A no ser que, acto seguido, metan
a Margallo en su misma celda, ¿no?
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