Bien, para hablar de Grecia tal
vez conviene empezar por lo obvio, pero que al parecer se le ha olvidado a
mucha gente: la tragedia que están viviendo el pueblo griego no la ha creado
Syriza. Al contrario
más bien: Syriza ha sido el elegido por griegos y griegas para que les
saquen de los graves apuros en que otros les han metido. Los responsables son
quienes les han venido gobernado, es decir: Nueva Democracia (lo que vendría a
ser el PP heleno) y el Movimiento
Socialista Panhelénico o PASOK (que vendría a ser nuestro PSOE).
Hartos de que la inoperancia se
haya incrustado de forma crónica en la estructura del país y de lo complejo que
va a resultar erradicarla, la
población ha optado por gobiernos honestos que devuelvan la dignidad al
país, así como por intentar devolver la gestión económica al pueblo y a sus
representantes políticos, y no a los grandes magnates de la llamada
macroeconomía.
Claro, esto de la dignidad
algunos no la acaban de entender y creen que tener derecho al propio espacio es
crear falsas expectativas porque quienes deben verdaderamente gobernar son los
poderes económicos y a ellos debemos estar entregados. Hemos tenido que oír al
Sr. Rajoy decir cosas como “No
somos responsables de la frustración que ha creado Tsipras”.
Es lógico, les cuesta. Mientras
que en España los socialistas y la derecha se reunían a echar un cafelito y de
paso cambiarnos
la Constitución, así como quien no quiere la cosa, pues que en Grecia se
consulte sobre algo tan importante a la gente, no es fácil de concebir.
Les cuesta. Porque aquí se
organiza un referéndum para votar una supuesta constitución
europea (que no era tal) y se mete un ejemplar de la misma en cada casa del
Estado, para llevarnos al hazmerreír europeo, que para esos despilfarros
banales, sí que son muy demócratas.
Les cuesta, sí, porque el sentido
de Estado y entrega al pueblo al que sirve, le hace al ministro Varoufakis
presentar la dimisión al día después de haber ganado una consulta que refrenda
su actuación y a pesar de haberse removido toda
la tierra contra él. ¿Cómo? ¡pero si aquí se hartan a robar y no dimiten!
¿Cómo es posible que dimita un ministro respaldado por las urnas?. Les cuesta, vaya que si les cuesta.
Ya Papandreu sabía de la
inmoralidad de meterse en un segundo rescate sin consultar a su gente, y se le
llegó a pasar
por la cabeza la consulta, pero la Troika le dijo que ni se le ocurriera, y
la moral, la ética y la dignidad se fueron rapidito por el desagüe.
Es la diferencia. Y claro, no les
va a ser fácil. Además no se quiere que cunda el ejemplo. ¡Qué pasaría si esto
se extiende! Bastante están debiendo tragar ya con que ahora muchos gobernantes
latinoamericanos tengan capacidad de decidir y no sean meros títeres de los
amos del capital. No conviene que la mecha prenda en Europa y antes que eso,
preferirán empujar
a Grecia hacia oriente.
Mientras el
perfil de los gobernantes económicos griegos es de una sólida formación
académica orientada a que la economía debe ser controlada por los gobiernos
representates del pueblo, el de los gobernantes de la derecha europea es el de
un trámite universitario (algunos como De Guindos formados en las mismas aulas
que el pequeño Nicolás) que te permita sentarse en el Consejo de Lehman
Brothers.
Grecia, los griegos y griegas, se
merecen que se les respete sus planes de pago. Merecen que se dejen
hacer valer sus políticas de evitar más sufrimiento a su gente, de poner en
marcha sus propias recetas que piensan, lo primero, en las personas.
El mundo entero debería quedar
libre de políticos como los que han llevado a Grecia a esta situación. El
mundo entero merece que se deje trabajar a la gente capaz de devolver la
democracia, la dignidad y el orgullo de ser dueño de las políticas que le deben
gobernar a cada cual. ¡Gracias Grecia por este ejemplo!
@CPuenteMaderaAB
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