domingo, 27 de agosto de 2017

GLOSARIO DE LA POSVERDAD

Corren tiempos en los que las palabras cobran una especial relevancia. Las maneras de su transmisión han variado tanto, que comunicar breve y con acierto se hace imprescindible. Ya no hay lugar ni tiempo para grandes discursos, complejas imágenes, sesudos documentales, artículos ni largos lavados de cerebro. Un palabro, una imagen, todo lo más una frase como acertado eufemismo, lo hacen todo más sencillo. Y nosotros, humildemente, trataremos aquí de poner nuestro granito de arena y echar una mano para quienes deseen iniciarse o profundizar en toda esta nueva (o no tan nueva) jerga que tanto bien hace a la posverdad.

Verdad: Lo que hay, o lo que intentaremos que se crea que hay. Solamente existe una única y auténtica verdad… dentro de cada persona, aunque a veces, si conviene, puede haber dos, tres …o cuantas se vayan precisando. La cosa es que finalmente todo acabe en que el resto estén convencidos de MI verdad.

Preverdad: Incluye la información previa que hemos de recabar y el razonamiento necesario para alcanzar la verdad. Como esto requiere cierto nivel de tiempo y esfuerzo, se tiende a ofrecerlo ya debidamente guisado en forma de posverdad. A la ciudadanía se le evita el calentamiento de cascos, y el poder, tan contento. ¿Para qué un pensamiento único pudiendo haber un no-pensamiento?

Posverdad: También llamada mentira sentimental o emocional. Supone la situación en la que, para crear y modelar opinión pública, los hechos objetivos tienen menos influencia que las apelaciones a las emociones y a las creencias personales. Ha dado lugar a una forma de entender y hacer política: política de la posverdad o política posfactual. Más fácil, más directa, más barata ¡y funciona!

Gran medio independiente: Medio de comunicación que, con mucha suerte, tiene medio (la mitad) de independiente (el tiempo y los deportes generalmente).

Unidad de los demócratas: Esto se parece a lo que habitualmente se le llama una UTE (Unión Temporal de Empresas). Es decir, una gente que no tiene nada que ver (en principio) con otra, acuerdan, condicionan y se unen para lograr un objetivo común. En general, en la Unidad de los demócratas, la unidad suele ser poca e inestable y no siempre se conducen democráticamente. Los objetivos, no siempre son comunes, pero eso sí, desarrollan una posverdad que cala a las mil maravillas. ¿Se va pillando ya la cosa?

El tipo es impresentable, pero dice algo diferente (también en su versión: Lo que dice es impresentable, pero el tipo es diferente): Esto viene a ser un “no pienso ni gastar un segundo en informarme bien ni reflexionar”. La cosa suele acabar en votos de los que luego un 50% de la gente se arrepiente, y el otro 50% no porque para eso hay que pensar.

Yo no soy racista pero…: Busca una silla rápido y siéntate si no quieres caer de culo: lo que vas a oír a continuación lo firmaría el mismísimo Adolf Hitler.

Flexibilizar el mercado laboral: Putear a los trabajadores y trabajadoras.

Crecimiento negativo: La cosa va muy, pero muy mal.

Indemnización en diferido, en forma de simulación: Todo un clásico del eufemismo, ¡cómo olvidarlo! Viene a ser un “no solo robaba para nosotros, sino que además, el muy… también robaba para él”. Esto no generó posverdad ¡ni entre los suyos!

¡Quieren que España sea como Venezuela!: Esto es un disfemismo, que es como un eufemismo, pero al revés. El sacerdote, para reforzar a sus fieles puede hablar con eufemismos de la maravillosa gloria eterna que supone el cielo, o narrar con disfemismos cómo cruje, se quema y tuesta la carne expuesta al fuego de los infiernos. En pocos temas como Venezuela se usa tanto la mentira emocional ¡uy perdón! queremos decir la posverdad.

La oposición: Pueden ser gentes que tiran cócteles molotov a la policía, que asesinan jueces que no les gustan en la puerta de su casa, que linchan a un joven por llevar una camiseta del legítimo partido en el gobierno… solo se requiere para ser estrictamente “oposición” que sus intereses coincidan con los tuyos.

Abaratar el mecanismo de regularización ordinaria: Perdonar dinero a los morosos más ricos.

Yo soy de izquierdas, pero nacionalista: ¡Claro! También hay a quien le gusta el blanco muy negro, lo alto bajito y la frialdad de lo caliente.

Debemos defender políticas nacionalistas: Esto es lo que de toda la vida se ha dicho ¿y de lo mío qué?

Misa a los caídos por Dios y por España: Acto de homenaje y enaltecimiento del fascismo, prohibido por ley, pero que la Iglesia católica celebra cuando y donde le viene en gana.

Sociedad de Gestión de Activos procedentes de la Reestructuración Bancaria (SAREB): Hay un agujero económico brutal y no nos va bien que se incluya en las cuentas del Estado, así que inventamos algo llamado Sociedad (45% de capital público y un 55% privado) para que parezca que a lo público no nos ha costado un duro.

Y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres: El pobre Juan (8:32), poco sospechaba que dos mil años después hubiera debido añadir a su texto: pero la posverdad os esclavizará.








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