sábado, 17 de noviembre de 2018

Troncomóvil




Teodoro asomó la cabeza por el pasillo, tocó la turuta y, al son de Soy el novio de la muerte, reunió a toda la ejecutiva del PP.
Casado terminó su arenga, un poco perplejo con sus propias afirmaciones, pero añadió:
  • Me importa un bledo lo que haga Europa, quiero sugerencias para machacar al gobierno Frankenstein.
  • Podemos decir que es imposible que la industria del automóvil se recicle en solo 22 años- propuso un dirigente.
  • Pero-objetó otro, un gafotas ingenuo que se había licenciado en Historia en cinco años, cursando todas las asignaturas-en muy pocos años, entre finales del siglo XIX y principios del XX el ser humano fue capaz de desarrollar el avión, el submarino, el automóvil…
  • ¡Silencio, gafotas! -terció Casado-. Eso sería en Europa y por ahí… en España, a mediados del siglo XXI, somos incapaces de cambiar la tecnología de nuestras fábricas en 22 años… ¿porque somos inferiores? ¡No! Porque el gobierno socialcomunistaseparatista ha destruido nuestra industria en menos de cuatro meses.
  • Claro, Pablo-intervino una dirigente que de verdad había estudiado Ingeniería Industrial-, pero si la industria española no se renueva, dejará de exportar a todos los países que solo van a comprar y producir coches eléctricos. Se quedará atrasada, aislada, obsoleta.
  • Obsoleta, obsoleta…- rumió Casado-, ¡España, de obsoleta, nada! Si acaso, tradicional: mientras el resto del planeta fabrica coches modernos, nosotros seguiremos fabricando coches echa humos como hemos hecho siempre, desde los Reyes Católicos.
  • Sí, pero-apuntó un dirigente que abonaba los tomates de su chalé con compost casero-hay que tener en cuenta que, si no se legisla así, como están haciendo en toda Europa, la industria del automóvil nunca desarrollará motores de hidrógeno, o eléctricos o incluso solares o eólicos.
  • ¿Pero quién ha metido aquí a este perroflauta? -bramó Casado.
  • Es uno de los de la cuota de tu admirada Cospedal, la compi del comisario Villarejo…-le susurró Teo.
  • Presidente-sugirió otra dirigente-, siempre tiene la opción de, si el gobierno aprueba esto, denunciarlos ante la justicia por lo civil.
  • Pues denúncielo por lo penal.
  • No puedo, no sé… es que esa asignatura me la convalidaron.
  • Pues denúncielos en el Tribunal Europeo.
  • Nada, no sé cómo se hace, el aprobado de esa asignatura me salió en una bolsa de pipas.
  • Pues ante la ONU.
  • Tampoco sé-chasqueó el presidente-, esa me la convalidaron con la de antes, juntas, dos por uno.
  • Bueno, basta ya-terció Teo-. Aquí lo que importa es transmitir a los españoles que, por culpa de la izquierda, dentro de unos años todos tendremos que ir en troncomóvil, como los Picapiedra.
  • ¡Genial, Teo! ¡El troncomóvil! ¡Teo Mármol y Pablo Picapiedra! Venga, busca dos taparrabos y dile al chófer de Bárcenas que nos consiga un troncomóvil, que nos vamos a la puerta de las Cortes a alertar de a dónde nos llevan estos rojos. Yo conduzco y tú le das a los pies. Eso sí, el troncomóvil lo tuneas, lo quiero rojigualda.
  • Vale, pero… ¿puedo escupir aceitunas mientras conduces? No te enfades… son aceitunas ecológicas.




1 comentario:

  1. El master on line -como le llamais- es menos importante que copiar una tésis doctoral, pero éso se os olvida a diario.
    Estoy de acuerdo con poner fin a los coches que contaminan, pero se han de hacer las cosas sin improvisación, es decir que al igual que los paises europeos que han puesto una fecha, se han de realizar inversiones para los coches eléctricos y hay países que llevan gastados 1500 millones de euros en inversiones mientras que España, sólo 50.
    Y ésto es realidad no demagogia barata a la que nos teneis acostumbrados a los ciudadanos.

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