*Una
colaboración de Cari Cano para el Colectivo Puente Madera
En
los
días
previos a la celebración del Día Internacional de las Mujeres, se
han
realizado
múltiples
actividades para su conmemoración, así como informaciones en
los diferentes medios de comunicación acerca de la situación de la
población femenina. Evidentemente, que el foco se ponga en estos
asuntos siempre es positivo, pero también nos puede y debe llevar a
una serie de reflexiones.
En
numerosas ocasiones se nos ofrecen datos sin ir acompañados del
suficiente análisis, lo cual conlleva a que entre la población en
general, y las mujeres en particular, sepan que sí que hay una
desigualdad entre mujeres y hombres, pero sin conocer bien las causas
y sin, por tanto, conocer ni defender unas determinadas medidas que
terminen con dicha desigualdad.
Un
ejemplo concreto es el de la brecha salarial, que refleja que los
hombres cobran de media un 23% más que las mujeres. Este sería
el dato en bruto; pero veamos: uno de los elementos principales que
componen el salario percibido por las/los trabajadoras/es son el
número de horas trabajadas y, según la EPA de 2018, la brecha de
horas trabajadas supone un 15,6%. Así, estas diferencias en horas
remuneradas entre un sexo y otro se deben entre otras circunstancias,
al hecho de que las mujeres ocupan el 75% de los trabajos que se
realizan a tiempo parcial. Este ejemplo de discriminación laboral
ilustra cómo las políticas que se llevan a cabo son fundamentales y
que el hecho de que ahora “esté de moda” ser feminista e ir la
manifestación del 8 de Marzo, por sí solo no cambiará la realidad;
algo que sí se conseguiría si el actual gobierno del PSOE
hubiese derogado la Reforma Laboral existente. Es decir, debemos
tener conciencia
feminista para conseguir los objetivos de igualdad real que la
mayoría de la ciudadanía demanda.
Por
otro lado, conocer la historia de la lucha de las mujeres (y por ende
del Movimiento Feminista) resulta una labor perentoria en el sentido
de que tal vez con esta formación feminista no caigamos en las
falacias de algunas organizaciones políticas, tal y como estamos
escuchando estos días. Entiendo que debe ser una labor fundamental
explicar (y aquí apelo a aquellas formaciones que sí tienen un
sentido feminista real) cuestiones tan básicas y fundamentales como
el hecho de que el Día Internacional de las Mujeres se
celebra gracias a aquellas mujeres proletarias
marxistas de finales del siglo XIX y de principios del XX que
pusieron en las agendas de sus organizaciones políticas la lucha por
los derechos de las trabajadoras a nivel internacional.
Y
para que esta lucha en el siglo XXI siga con su carácter combativo,
la
huelga feminista convocada debe ser un éxito. Las esferas donde
ésta se debe producir, van desde los cuidados y las tareas del hogar
(los hombres deben asumir estas responsabilidades),
pasando por el consumo, la educación y el ámbito laboral.
En
resumen, podemos concluir que las cifras solo sirven si van
acompañadas de un análisis riguroso y crítico que nos permita el
diagnóstico para, posteriormente, exigir las medidas políticas que
resuelvan esta situación.
*Cari
Cano es
doctora
en Humanidades, con la tesis doctoral: “Las mujeres en la España
de hoy: de la igualdad formal a la igualdad real” y autora del libro "8 de marzo, Día Internacional de las Mujeres".
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