viernes, 22 de noviembre de 2019

LOS RENGLONES TORCIDOS DE ANTOLÍN

Recientemente se han celebrado en Albacete tres eventos inspirados en historias de dolor, lucha y dignidad que, por desgracia, han pasado desapercibidos para el gran público.
El primero, celebrado el pasado miércoles 13 en la Casa de la Cultura José Saramago, consistió en la presentación del documental Tras las huellas del Che. Se trata de una obra profunda, hermosa, irreverente, divertida, esperanzadora y políticamente incorrectísima. No se puede pedir más. Para conseguirla, podéis contactar con Raúl y Vanessa, sus autores, en vocesenlucha.com.
El segundo tuvo como escenario la sede de Izquierda Unida, donde, el lunes 18, la profesora Ana Bascary impartió una interesantísima conferencia sobre “Individuas peligrosas”, es decir, sobre mujeres que lucharon por un mundo mejor y pagaron carísimo su atrevimiento. El relato de la represión de que fueron objeto por parte del régimen franquista fue estremecedor, pero no cabe duda de que, como afirma la misma Ana, la recuperación de su memoria ayudará a que germinen las semillas de libertad e igualdad que ellas sembraron.
El tercer evento tuvo lugar el miércoles 20 en la Biblioteca Pública. En esa ocasión, un señor con aspecto de abuelito de Heidi llamado Antolín Pulido presentó sus libros. En ellos, entre versos y prosas, cuenta algunas “cosillas” de su biografía. Como que a los ocho años un picoleto le pegó una paliza de muerte. Como que Billy el Niño lo torturó (“aunque no mucho: lo normal”) en los sótanos de la DGS. Como que a su pareja, Jimena, la asesinó la dictadura chilena estando embarazada. Como que pasó lo esencial de su vida enrolado en una brigada internacional cuyo objetivo era liberar mediante acciones armadas a niños (y niñas) esclavizados o secuestrados por mafias de todo pelaje. Como que no hay día que no recuerde a la madre africana que se empeñaba en amamantar a medio bebé muerto mientras él sostenía entre sus brazos la otra mitad. Como que de los veintidós hombres y mujeres que integraban su unidad, veintiuno cayeron en combate... En fin, alguien dijo que a veces dios escribe derecho con renglones torcidos. Pero los dioses no existen. Aquí, quien únicamente ha hecho justicia a base de sangre, sudor y lágrimas ha sido gente como Antolín, aunque al final los libros de historia prefieran hablar de burócratas y chupatintas que no le llegan ni a los talones. En cualquier caso, leed su obra (https://antolin-pulido.webnode.es/), por favor. Es un acto de valentía que, de verdad, merece la pena.





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