El asunto de fondo es viejo y conocido, y vuelve a contraponer el
disfrute de la comunidad frente a intereses privados. Habrá quien
piense también que son siempre temas muy locales, que afectan a
pequeñas zonas y grupos, pero en uno, en otro y otro sitio, acaba
siendo un problema comunitario, un problema de cómo entender la
política como la defensa de lo público y no la de los amigos o la
de lo privado.
En esta ocasión se trata de la Vía Verde y afecta especialmente a
los habitantes de San Pedro. Esta Vía, surgió de la idea de
aprovechar aquel viejo trazado del ferrocarril que nunca llegara a
funcionar, el Baeza-Utiel. Puesto que la senda estaba hecha, y
atraviesa parajes de una riqueza paisajística y ecológica
incomparables, se pensó, y muy bien por cierto, que las vías
férreas deberían ser sustituidas por una Vía, sin más, por
la que la gente pudiera pasear, caminar, correr y disfrutar de cuanto
la rodea.
Y así se creó la Vía, llamada también a suponer un recurso
socioeconómico de cuanta localidad atravesara. Pero, cuando uno la
transita se encuentra que tras pasar Balazote y a la altura de San
Pedro, la Vía sufre un importante desvío al llegar a una finca,
desvío que hace que se deba transitar junto a la carretera de Jaén
durante todo el trayecto que se hace junto a la finca, para regresar
de nuevo al recorrido ferroviario al pasar ésta. Ante esta
incomprensible, ilógica e indefendible situación, se dice y se
piensa de todo, lo más frecuente, que influencias de alto (e
implantado) pelaje mediaron para beneficio de particulares. Lo cierto
es que así (de mal) quedó en su día, y quienes vinieron después
tampoco han sido capaces de poner las cosas en su sitio. Y sí,
hablamos de política, de política tal y como decíamos al
principio, entendida como el arte de defender el bien común. Si a
esto unimos más circunstancias, como por ejemplo y citar una, que el
camino público de San Pedro a Tiriez, queda cerrado por una verja de
hierro puesta de manera privada que impide cualquier acceso de
cualquier persona, pues ya el tema queda claro por dónde va.
Desde aquí, una modesta solicitud: señores y señoras de la
política, hagan lo que proceda en su condición de defensores de la
comunidad, y que las cosas vuelvan a su sitio lógico y de bien
común.
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