(Imagen de Albert Monteys y Manel Fontdevila) |
Todo nuestro ánimo a los
profesionales sanitarios, héroes de esta guerra. Todo nuestro
agradecimiento a todos los trabajadores que permiten que el país,
aunque confinado, mantenga el pulso: desde los trabajadores de
supermercados, pasando por los que mantienen el funcionamiento de los
servicios básicos, hasta el ejército y las fuerzas de seguridad.
Todo nuestro cariño a las familias que, encerradas en casa, sonríen
ante la adversidad, animan al que está a su alrededor y frenan la
expansión del virus. Venceremos, nunca nos rendiremos.
¿Es oportuno en estos
momentos cuestionar qué está pasando con las finanzas de Juan
Carlos I? Procede, por dos razones muy elementales. La primera es que
así lo ha decidido el jefe del Estado, Felipe VI: la propia Casa
Real decidió que sí era oportuno cuando, el día 15 de marzo, solo
un día después del anuncio del estado de alarma, publicaba el
comunicado en el que Felipe VI intentaba distanciarse de las finanzas
de su padre. Fue Felipe VI, un día después del estado de alarma,
quien elevó la cuestión al primer plano público. Y lo hizo porque
la fiscalía inició una investigación sobre su padre. La segunda
razón es que la democracia, incluso en estado de alarma, no se
suspende, y que los ciudadanos tienen derecho siempre, siempre, a
conocer si su rey evadió dinero negro a paraísos fiscales mientras
las familias españolas sufrían los golpes de la crisis de 2008 y en
los hospitales y las residencias de mayores se sufría un dramático
programa de recortes.
Si Juan Carlos I estafó a
Hacienda, nos estafó a todos, nos engañó a todos, nos privó de
recursos básicos, de mascarillas para los hospitales y de becas para
los estudiantes. Quienes critican a los ciudadanos que exigen
responsabilidades y protestan, cuando ya la justicia está
investigando al Borbón, no tienen mentalidad de ciudadanos, sino de
siervos que disculpan los pecados de sus señores. O, peor: son
señores que quieren que los demás seamos siervos. Ni lo somos, ni
lo vamos a ser. Somos ciudadanos españoles que aman y aprecian a sus
compatriotas, pero que pueden prescindir de cuatro cosas: de los
Borbones, de Torra y de Ayuso. Y de sus voceros.
Un abrazo muy grande para
todos y todas, venceremos.
@CPuenteMadera
Nota importante.- Agradecemos a Albert Monteys y Manel Fontdevila su autorización expresa para poder utilizar su gran imagen en este artículo. Dibujo que fue censurado (junio, 2014) en la época de la abdicación del ciudadano Borbón. Manel y Albert, gracias.
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