Era 4 de mayo, a Adrián le gustaban un poco más las ideas progres que las conservadoras, pero le daba tanta pereza ir a votar, total, eran todos tan pesados… y además llovía…y con la mascarilla… no se encontraba muy motivado, y tenía sueño, mucho sueño… y se quedó dormido. Y soñó…
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La recién reelegida presidenta Ayuvox convocó a los medios de comunicación al día siguiente de su victoria en la comunidad, ahora rebautizada Región Española Libre Pero También Colonia Francesa Autónoma de Madriyuso. Los periodistas acudieron a la puerta de un nuevo instituto de enseñanza, el IES España me debe mil, donde la presidenta los recibió con una sonrisa y su acostumbrada inquietante mirada… pero, sorprendentemente, se fue sin decir nada porque se había olvidado en su suite el papel con el discursillo que le había escrito su aznarista asesor, y sin sus letrillas ella no era nadie.
En su ausencia, los periodistas fueron saludados por la nueva Directora General de Instrucción Patriótica, la arquitecta Rocío Monasterio de Loft. Monasterio de Loft acompañó a los periodistas al interior del Instituto con estas palabras: “señoras, señores, esbirros activistas del comunismo disfrazados de informadores, tengo el placer de presentarles el modelo educativo con el que Vox hará grande a España otra vez; acompáñenme…”.
La Directo-Arquitecta entró al centro, cuya puerta estaba guardada por dos soldados del carlismo reaccionario del siglo XIX, pero armados con Cetmes con balas del siglo XX, que presentaron armas.
Aquí, a mi derecha, tenemos el edificio principal, en el que nos ocupamos de que los niños españoles se preparen para el mundo del siglo XXI repitiendo de memoria la lista de los reyes godos, el número de remiendos de los calzones del Cid, cuántos puntos de sutura cubrían el cuerpo de Blas de Lezo y, por supuesto y como bien apuntó nuestro líder, Don Santiago, todas las innumerables razones por las que el gobierno del general Francisco Franco era mejor que el gobierno de la democracia actual.
Perdone, ilustrísima-se atrevió a preguntar un plumilla- ¿hay niños inmigrantes en este instituto?
Monasterio fulminó con la mirada al periodista.
Por supuesto, los tenemos integrados, pero en otros edificios diferentes, rodeados de alambradas. Vean ese primero-dijo señalando a un cobertizo destartalado-, ahí dentro les enseñamos los rudimentos de carpintería necesarios para la construcción de pateras… como imaginan ustedes, apreciamos mucho a toda esa gente, porque sin manipular su sufrimiento, sin ellos, ¿dónde estaríamos nosotros?
¿Podemos entrevistarlos, ilustrísima?
De ninguna manera-replicó de Loft-, ahora mismo están haciendo prácticas de trabajo sin contrato. Son muy peligrosas.
¿Y aquel otro edificio tan bonito, vuecencia?
Ese es una monada, lo habría diseñado yo misma si tuviera alguna idea de cómo se hace- contestó sonriendo la lideresa-. Ese es una especie de Casa-Cuna: en ella criamos niños de Bangladesh y los convertimos en menores marroquíes no acompañados, otro de los pulmones que necesitamos para respirar. Los criamos, los dejamos en la calle y después los acusamos de todos los crímenes habidos y por haber, y también de ser millonarios.
La comitiva, un par de pasos más atrás, siguió a la Directora hasta un edificio circular.
Esta-anunció triunfante-es nuestra aula modelo: un coso taurino en el que yo imparto a los niños patriotas clases avanzadas de todas las cualidades que debe tener un gran estadista del siglo XXI… hay que tener altísimos conocimientos sobre capotes, muletas, banderillas, manoletinas, estoques, rejones… no crean, es complicado, no es como fumarse un puro. ¿Tienen alguna pregunta insidiosa más, lacayos de Lenin?
Uno de los periodistas se atrevió a alzar un dedo:
Señora Directora, ¿qué hay de la educación en materias científicas, tecnológicas… o incluso de los contenidos transversales sobre el respeto a los derechos humanos?
Monasterio se mordió los labios y contestó:
De lo último, ya si eso tal, y sobre las dos primeras cuestiones lo mejor es que nos acompañen a nuestra aula de altísima capacitación tecnológica Torquemada, siglo XVI. En ella, un general franquista retirado, uno de los nuestros, enseña a los niños nuevas tecnologías y matemáticas avanzadas: se lo explicaré en un lenguaje sencillo que ustedes, plebe, puedan entender… les enseña a mandar guasaps con sumas y restas de a cuántos españoles hay que fusilar. Excelencia educativa. ¿Alguna última impertinencia más, conspiradores?
Presidenta… quiero decir, perdón, Directora… ¿cómo resumiría entonces el proyecto de Vox para educar a los madrileños del siglo XXI?
Y la lideresa, entonces sí, alzó la barbilla, miró al horizonte, sus ojos brillaron cara al sol, y comenzó su discurso: “¡Patriotas, España está en peligro!”
…zzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzz¿¿¿¿¿¿??????¡¡¡¡¡¡☹!!!!!!
…Adrián, súbitamente, despertó bañado en sudor… ¡Su sueño era real, España estaba en peligro! Miró el reloj, quedaban veinte minutos para que cerraran las urnas… buscó su DNI, se calzó y salió corriendo de casa mientras mandaba mensajes a todos sus colegas. Aún estaban a tiempo…
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