viernes, 2 de abril de 2021

PIN NEANDERTAL


El Partido Popular empieza a “pagar” su permanencia en el gobierno regional de Murcia. Estaba cantado lo que iba a ocurrir por el acuerdo alcanzado entre el PP y los parlamentarios díscolos de la formación de Santiago Abascal, como contraprestación por haber frenado la moción de censura impulsada hace unas semanas por PSOE y Cs contra el presidente de la Comunidad, Fernando López Miras. Si nada lo impide, Isabel Campuzano, diputada autonómica expulsada de VOX, que omite su declaración de bienes y patrimonio ante la Asamblea Regional de Murcia, será nombrada Consejera de Educación y Cultura en el ejecutivo autonómico.

El Partido Popular, tan seguidor del modelo Merkel en Europa, se olvida a conciencia que la canciller germana nunca gobierna, por principios, con los ultraderechistas de Alternativa para Alemania en ninguna región, gobierna antes con socialistas y verdes que con el AfD. Pero claro, hablar de principios y PP resulta incompatible.

La nueva consejera ultraderechista tiene claro que impulsará el programa político de VOX en materia educativa, haciendo prioritario la implantación del llamado Pin Parental o quizás llamemos a esta vuelta a la caverna por su nombre, el “Pin Neandertal”. Esto ya lo intentó el gobierno murciano en enero de 2020, paralizado cautelarmente por los Tribunales, aunque sin entrar en el fondo del tema por la suspensión de las clases presenciales por la pandemia. En este sentido ya nos pronunciamos desde este colectivo contra este candado mental, pues por la gracia del PPVOX nadie podrá enseñar a los niños aquellos artículos de la Convención de los Derechos Humanos o de los Derechos del Niño que no gusten a sus padres, se dejará relegada la educación afectivo-sexual, la igualdad de género y ya nadie informará al alumnado que no debe consumir drogas o que no se debe beber cuando se conduce, si sus padres no quieren. ¡Una auténtica barbaridad pedagógica!

Todo indica que los seguidores de Pablo Casado quieren experimentar una nueva “vacuna” con los chicos y jóvenes murcianos, para impedir que se implemente un modelo de educación que permita un desarrollo pleno e integral de dichos alumnos y alumnas. Es intolerable que las creencias u opciones políticas de la familia resulten una injerencia para la construcción de un modelo educativo en igualdad. Así, en la lucha por una educación pública basada en el pleno desarrollo del alumnado, que sirva al pueblo trabajador y se oriente bajo los parámetros de los avances científicos y tecnológicos puestos al servicio de la mayoría, no caben propuestas como el “Pin Neandertal”.

La extrema derecha y la derecha extrema hablan de impedir el adoctrinamiento en las escuelas, y lo expresan precisamente quienes pretenden vetar las ideas en los colegios e institutos, mientras en cuanto tienen ocasión introducen la Religión como materia curricular evaluable. Como bien dice la compañera Noelia Isidoro, su radicalidad, su fanfarronería al proponer el PIN Neandertal y gobernar para hacerlo, es una muestra más de esa seguridad que solo tienen los necios. Quieren encerrarnos en el pasado, pretenden que nos autocensuremos y hacer de la educación bandera de lo retrógrado. ¿Hipocresía, estupidez? La combinación de ambas es letal.

El partido podrido (PP), con el nombramiento de la señora Campuzano como consejera de Educación, está mostrando la importancia que da a la educación, dejándola en manos de lo más rancio de lo casposo. Están entregando la educación a partidos que la maltratan y que presumen de ello. Esta comprobado que a Casado, Egea y López Miras les vale todo con tal de no perder el sillón.

Esto es lo que pretendían los fascistas de VOX y sus allegados, ocupar las consejerías con mayor valor simbólico y adoctrinador para su programa de vuelta a la prehistoria. Y no olvidemos que esto también podría ocurrir próximamente en Madrid, si las elecciones del 4 de mayo no lo remedian. Veremos.

Le tocará mover ficha al Ministerio de Educación y Formación Profesional, tendrá que recurrir por la vía judicial esta iniciativa inquisidora dirigida a imponer un «pin parental» en los centros educativos murcianos, dado que no se debe permitir una censura previa por parte de los padres a las actividades programadas por los colegios.

No debemos permitir que esta gente ultraderechista consiga con sus iniciativas radicales la subversión de los valores de convivencia democrática en nuestro país. Murcia es el caldo de cultivo, un laboratorio de pruebas que con la ayuda de algunos medios de comunicación están alimentando a la bestia, que nos estallará a todos si no reaccionamos. Seguimos en la lucha


@CPuenteMadera




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