domingo, 7 de septiembre de 2025

NORMALIZAR LA BARBARIE


Malos tiempos cuando lo que debería ser un escándalo por disparatado e inhumano, se vuelve habitual. Estamos pasando una travesía donde lo que hasta hace cuatro días sonrojaría a alguien, ahora no sólo no lo oculta, sino que alardea de ello. Ya sea la ignorancia, la estupidez, el insulto, el odio, el abuso, la extorsión… parece que ahora todo eso es normal.

Importa tres pepinos que Hitler tuviera mayoría, su obra fue un cúmulo de canalladas inhumanas y disparates, porque no se puede blanquear al fascismo con ninguna excusa, sino que se le combate.

Lanzar graves bulos y para cuando se está desmontando uno haber lanzado dos más, ya ni se penaliza. Hacer en foros públicos ostentación del odio y la inquina es ya motivo de alarde ¿Cómo es posible que haya personas que pretendan (¡y lo consiguen para mucha gente!) rebatir con un estúpido meme sacado de un hecho puntual, lo que miles de científicos y complejos instrumentos vienen demostrando desde hace años? ¿Eso es normal?

Recordamos cuando un concejal del PP en el ayuntamiento de Albacete fue expulsado del partido por decir barbaridades de la Brigadas Internacionales en una pequeña comisión pero en plena campaña electoral nacional (el mismo Felipe González usó dichos comentarios en el debate televisado de la época). Se ha venido exigiendo un mínimo de dignidad, de contención… ahora insultar en plenarios allá donde se esté es motivo de elogio, y si no eres expulsado del debate es que eres un blandengue.

Ahora, el portavoz regional del partido neonazi representado en el parlamento (nos negamos a que su nombre oficial aparezca en nuestros artículos) exige la expulsión de los niños y niñas extranjeros no acompañados y se queda tan tranquilo. Y luego seguramente va a misa de ocho a rezarle al Niño Jesús y a darse golpes de pecho. ¿Desde cuándo en Castilla-La Mancha se normaliza el odio hacia los más débiles como estrategia política? ¿Cuántos mamporros le habría suministrado don Quijote a un mentecato de esta catadura? Y eso por no hablar de su caudillo. Sí, ese que no sabe lo que es pegar un palo al agua. Hace unos días propuso hundir el barco de rescate, el Open Arms, que ha salvado a miles de personas en el Mediterráneo, incluyendo a infinidad de niños y niñas. La pregunta del millón es: ¿cómo se puede ser tan vil y tan cobarde y, a la vez, crecer en las encuestas?

¿Cuándo hemos pasado a normalizar que algunos jueces trabajen abiertamente para un partido? ¿cuándo nos hemos acostumbrado a todo el odio que se siembra y genera, insultos corales a nuestro representantes por doquier como gracieta…? ¿cuándo a esa gente le han dejado de hacer conexión las neuronas?

Y si miramos un poco más allá, ¿cuándo hemos empezado a permitir el genocidio televisado, conocido, el asesinato por bombas o hambre de tanta gente inocente? ¿Cuándo los organismos internacionales que han servido de barrera y contención de los matones han sido ninguneados para que campee la ley de los asesinos más despiadados? ¿Cuándo ha sido normal que el presidente de un país, el que sea, actúe como si todo el mundo fuera su rancho?

No sabemos si nuestras fuerzas serán suficientes para cambiar algo, pero habrá que intentarlo… es más, estamos convencidos de que sí. Y desde luego todo pasa por no caer en la trampa de normalizar la barbarie. Lo digan los apóstoles del odio desde sus micrófonos o los discursos en redes. El odio, la agresividad, la mentira, la violencia y la deshumanización no deben tener cabida en nuestras vidas, y no debiéramos consentir que sus sembradores se salgan con la suya.

@CPuenteMadera




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