viernes, 13 de enero de 2012


LOS DESIERTOS,  LOS OASIS Y LAS TRINCHERAS

Artículo publicado en el diario La Verdad (Edición Albacete). 12/01/2012


El desierto avanza sobre Albacete. Devastando la vida, agostando la diversidad, imponiendo el páramo. Y nuestras autoridades locales aceleran alegremente el proceso. Días atrás fue cerrado sin advertencia previa el  Vivero Municipal de Especies Autóctonas, que gestionaba Ecologistas en Acción desde hacía 25 años. Un pequeño reducto verde, que proporcionaba plantas para combatir la deforestación de toda la provincia, ha empezado a marchitarse. La alcaldesa no se inmutó ante las preguntas planteadas en el pleno por la portavoz de IU y contestó con un enigma, como la esfinge de Tebas: “A su debido momento se dará respuesta a cada una de las interrogantes expuestas”.
            Pero lo peor es que el desierto es también un estado mental y una disposición anímica. La desertización cultural no es menos dramática que la vegetal. A la eliminación de la Semana del Carpe Diem, al languidecimiento de la programación de la Casa de la Cultura José Saramago, a la consuetudinaria postergación del Museo del Niño, se une ahora el cierre del Centro de Interpretación y Sensibilización para la Paz,  situado en el antiguo refugio antiaéreo del Altozano, un espacio que suponía un valioso recurso educativo para la comprensión de la Guerra Civil en nuestra ciudad y para la reflexión sobre la paz no como un don, sino como una construcción social. Al parecer, la actual alcaldesa nunca se ha dignado a visitarlo. Nuestros gobernantes locales y regionales destruyen el resultado de muchos años de esfuerzo y dedicación con la misma inconsciencia con que un niño pisotea un hormiguero. La Casa Perona, rehabilitada con fondos públicos y convertida en patrimonio común de todos los albaceteños, se encuentra ya clausurada y en cualquier momento puede pasar a titularidad privada a precio de saldo. En la situación actual, cautiva y desarmada la oposición más por la ley electoral que por la voluntad de los ciudadanos, desmontar el estado social y desbaratar las infraestructuras culturales resulta relativamente fácil. Pero recomponer todo ese patrimonio colectivo perdido puede costar generaciones o terminar siendo imposible. El bosque destruido por las llamas en un instante tarda décadas y décadas en regenerarse.

            Sin embargo, hasta los desiertos más rigurosos albergan oasis. En el mismo pleno en que se aprobaba el cierre del vivero municipal, un grupo de ciudadanos disconformes con la decisión portaba plantas rescatadas de una muerte segura. Gracias a ellos el vivero no será del todo un moridero. Y, afortunadamente, la creatividad no deja de fluir. La Galería La Lisa sigue trabajando por la promoción y divulgación del arte contemporáneo; buen ejemplo de ello ha sido la muestra colectiva (Panpa-rahoy) que pudo visitarse hasta el 13 de enero, cuyo objetivo era no solamente exhibir obras artísticas de calidad, sino ponerlas al alcance de la mayoría ofreciéndolas a precios muy asequibles. Lo mismo puede decirse de Víktor Gastro-Café, un exquisito enclave cultural que proporciona deleite tanto al paladar como al intelecto: del 9 al 22 de enero puede contemplarse en sus paredes la exposición Lo divino sobre ruedas, de Joan Miguel. Y mención aparte merece el recuperado Teatro Candilejas. Desde estas mismas páginas suspirábamos hace ya un tiempo por que alguien, individuo o colectivo, se hiciera cargo de los antiguos cines. Y el sueño se ha cumplido. José Miguel Alarcón y la gente de Tercero Izquierda (Engracia Cruz, José Zafrilla…) han  remozado el local y han puesto en marcha una ambiciosa propuesta escénica que incluye desde el teatro más clásico al más innovador, pasando por la magia, el jazz, el guiñol…, y todo ello complementado con otras actividades como cursos de interpretación, presentación de libros, exposiciones… Recomendamos vivamente estar al tanto de su programación.

            En fin, el desierto avanza pero Albacete todavía no es un desierto. Iniciativas como las arriba mencionadas, y tantas otras, constituyen oasis (de sensibilidad, de inteligencia, de buen gusto…), pero también trincheras. Trincheras en las que debemos resistir con uñas y dientes ante la acción demoledora de nuestros gobernantes. Porque solo la rendición degrada más que la derrota. Y porque el que resiste sabe que, a la larga, la victoria es suya.



* El Colectivo Puente Madera está formado por Elías Rovira y Javier Sánchez.

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