LOS DESIERTOS, LOS OASIS Y LAS TRINCHERAS
Pero lo peor es que el desierto es también
un estado mental y una disposición anímica. La desertización cultural no es
menos dramática que la
vegetal. A la eliminación de la Semana del Carpe Diem, al
languidecimiento de la programación de la Casa de la Cultura José Saramago ,
a la consuetudinaria postergación del Museo del Niño, se une ahora el cierre
del Centro de Interpretación y Sensibilización para la Paz, situado en el antiguo refugio antiaéreo del
Altozano, un espacio que suponía un valioso recurso educativo para la
comprensión de la Guerra
Civil en nuestra ciudad y para la reflexión sobre la paz no
como un don, sino como una construcción social. Al parecer, la actual alcaldesa
nunca se ha dignado a visitarlo. Nuestros gobernantes locales y regionales
destruyen el resultado de muchos años de esfuerzo y dedicación con la misma
inconsciencia con que un niño pisotea un hormiguero. La Casa Perona ,
rehabilitada con fondos públicos y convertida en patrimonio común de todos los
albaceteños, se encuentra ya clausurada y en cualquier momento puede pasar a
titularidad privada a precio de saldo. En la situación actual, cautiva y
desarmada la oposición más por la ley electoral que por la voluntad de los
ciudadanos, desmontar el estado social y desbaratar las infraestructuras
culturales resulta relativamente fácil. Pero recomponer todo ese patrimonio
colectivo perdido puede costar generaciones o terminar siendo imposible. El bosque
destruido por las llamas en un instante tarda décadas y décadas en regenerarse.
Sin embargo, hasta los desiertos más
rigurosos albergan oasis. En el mismo pleno en que se aprobaba el cierre del
vivero municipal, un grupo de ciudadanos disconformes con la decisión portaba
plantas rescatadas de una muerte segura. Gracias a ellos el vivero no será del
todo un moridero. Y, afortunadamente, la creatividad no deja de fluir. La Galería La Lisa sigue trabajando por la promoción y
divulgación del arte contemporáneo; buen ejemplo de ello ha sido la muestra
colectiva (Panpa-rahoy) que pudo
visitarse hasta el 13 de enero, cuyo objetivo era no solamente exhibir obras
artísticas de calidad, sino ponerlas al alcance de la mayoría ofreciéndolas a
precios muy asequibles. Lo mismo puede decirse de Víktor Gastro-Café, un
exquisito enclave cultural que proporciona deleite tanto al paladar como al
intelecto: del 9 al 22 de enero puede contemplarse en sus paredes la exposición Lo divino
sobre ruedas, de Joan Miguel. Y mención aparte merece el recuperado Teatro
Candilejas. Desde estas mismas páginas suspirábamos hace ya un tiempo por que
alguien, individuo o colectivo, se hiciera cargo de los antiguos cines. Y el
sueño se ha cumplido. José Miguel Alarcón y la gente de Tercero Izquierda
(Engracia Cruz, José
Zafrilla …) han remozado el local y han puesto en marcha una
ambiciosa propuesta escénica que incluye desde el teatro más clásico al más
innovador, pasando por la magia, el jazz, el guiñol…, y todo ello complementado
con otras actividades como cursos de interpretación, presentación de libros,
exposiciones… Recomendamos vivamente estar al tanto de su programación.
En fin, el desierto avanza pero
Albacete todavía no es un desierto. Iniciativas como las arriba mencionadas, y
tantas otras, constituyen oasis (de sensibilidad, de inteligencia, de buen
gusto…), pero también trincheras. Trincheras en las que debemos resistir con
uñas y dientes ante la acción demoledora de nuestros gobernantes. Porque solo
la rendición degrada más que la
derrota. Y porque el que resiste sabe que, a la larga, la victoria es suya.
* El Colectivo Puente Madera
está formado por Elías
Rovira y Javier Sánchez.
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