domingo, 23 de octubre de 2016

LOS ALUMNOS DAN UNA LECCIÓN A SUS PROFESORES HUELGA ESTUDIANTIL 26-O



El pasado 24 de septiembre publicamos un artículo que advertía sobre las verdaderas intenciones de la LOMCE. En resumen, lo que pretende el PP con esta ley es inocular su modelo social autoritario y capitalista en la médula de nuestro sistema educativo. La derecha no quiere ciudadanos, es decir, gente piense y actúe con criterio propio, sino productores, o sea, seres amorfos y obedientes que acaten órdenes y soporten mansamente situaciones de explotación laboral. La realidad es así de cruda, así de obscena y así de bastarda.

Una de las herramientas ejecutivas de ese proyecto son las reválidas, exámenes de final de etapa que ya se realizaron el curso pasado en 3º y 6º de Primaria y ahora se van a llevar a cabo en 4º de Secundaria y 2º de Bachillerato.

Lo peor de las reválidas no es que procedan como concepto del franquismo, aunque fuese el mismo franquismo el que las abolió en 1970 como algo pedagógicamente obsoleto.

Lo peor de las reválidas no es que impongan un sistema de evaluación puntual, aunque todo el mundo sepa que la evaluación continua es la única que refleja realmente el progreso del alumnado y los objetivos conseguidos.

Lo peor de las reválidas no es que los chavales se jueguen todo su futuro a una carta, aunque pueda ser que ese día se sientan mal, estén nerviosos o, simplemente, se queden en blanco.

Lo peor de las reválidas no es que los estudiantes no reciban el título de Secundaria o Bachillerato si no la aprueban, aunque hayan superado el curso perfectamente y, por lo tanto, hayan demostrado sus conocimientos más que de sobra.

Lo peor de las reválidas no es que trasladen la mentalidad de la PAEG (última denominación de la selectividad) a todas las etapas del sistema educativo, aunque ello suponga convertir a maestros y profesores en entrenadores, más preocupados en adiestrar para la superación de una prueba que en formar personas.

Lo peor de las reválidas no es que se perpetrasen con “veraneidad” y alevosía mediante un Real Decreto publicado el 30 de julio, aunque eso signifique que los centros han empezado el curso sin tener ni idea de qué contenidos van a abarcar esas pruebas y en qué van a consistir exactamente, con lo cual toda la comunidad educativa vive en una incertidumbre desesperante.

No, lo peor de las reválidas no es nada de lo anteriormente mencionado, por muy antipedagógico o desconcertante que pueda resultar. Lo peor es que en esa carrera de obstáculos en que se ha convertido el sistema educativo, unos, los más ricos, tendrán todo tipo de apoyos extraescolares (academias, profesores particulares, acceso a recursos bibliográficos, informáticos, etc.), y otros, los más pobres, deberán afrontar la superación de esas pruebas decisivas con lo puesto, porque en los centros públicos con los recortes, la disminución de las plantillas y la masificación en las aulas no se puede hacer más. Eso es lo peor de las reválidas: que profundizan las desigualdades, segregan al alumnado y obstaculizan la movilidad social de los más desfavorecidos. De nuevo, así de crudo es todo.

Y frente a ello nos encontramos, básicamente, dos actitudes. Por un lado, tenemos a una inmensa mayoría del profesorado, perdida en un laberinto kafkiano de estándares y rúbricas, que se dedica a lamentarse en los corrillos y a lloriquear por las esquinas, sin mover ni un dedo por cambiar la situación. Por otro, afortunadamente, vemos a los alumnos y alumnas movilizados, tomando las aulas y las calles para decir no a la LOMCE, no a las reválidas y no a los recortes. Como es bien sabido, las organizaciones estudiantiles han convocado, para el próximo miércoles 26 de octubre, una huelga que nosotros aplaudimos y apoyamos con todas nuestras fuerzas. No cabe duda de que, en esta ocasión, el alumnado ha dado una lección de dignidad a sus profesores.

Además de la jornada de huelga, hay una concentración a las 11:30 en la puerta de la Delegación de Educación. Y por la tarde, la Plataforma Regional por la Escuela Pública ha convocado otra a las 19:00 en el Altozano.



                                                                                                                           @CPuenteMaderaAB




8 comentarios:

  1. Perdon pero yo he dejado parte de mi sueldo en decir no a la lomce, mucho antes de que se implantará porque todo lo que está pasando ahora lo veíamos venir sin el apoyo de la sociedad o ya no nos acordamos de las mareas verdes de las camisetas verdes ahora de que nos lamentamos? de que?

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  2. Perdon pero yo he dejado parte de mi sueldo en decir no a la lomce, mucho antes de que se implantará porque todo lo que está pasando ahora lo veíamos venir sin el apoyo de la sociedad o ya no nos acordamos de las mareas verdes de las camisetas verdes ahora de que nos lamentamos? de que?

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  3. Exacto Teresa. Toda la legitimidad al texto y mis felicitaciones por la claridad. Pero el mismo cae en el graso error de enfrentarse al profesorado que lucha y ha luchado siempre por el alumnado (los que no luchan no son profesores, son funcionarios de marca blanca). El enemigo es el estado dictador en el que vivimos. Se olvidan de que los profesores también llevan años y años siendo victimas del mismo sistema. No os dejéis engañar y despistar y adelante con fuerza. Luchando todas las generaciones juntos. Y sin partidos que ejerzan de padre que ya os digo que todos.buscan solo su bienestar y su sillón. Todos parte de este apestoso sistema

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  4. Muchos profesores hemos participado en las mareas verdes. La implicación de los estudiantes contra la LOMCE es la misma que la del resto de la sociedad frente a otras barbaridades que decretan los gobiernos. Casi nula. Ya veremos cuántos estudiantes participan realmente en las manifestaciones y cuántos se quedan en casa, felices de perder un día de clase. ¡Que se lo digan a los representantes de alumnos, que no consiguen que sus compañeros se interesen por el tema! La LOMCE no es la solución pero el sistema educativo heredado de la LOGSE y de una sociedad que no valora realmente la educación es un fiasco.

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  5. Pensemos en que hay esperanza en esa juventud critica y comprometida.

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  6. Más de 800 euros me habrán costado las huelgas, manifestaciones a más de 100 km de distancia y charlas a padres para explicar el sinsentido de la lomce. Pero entonces estaba la revalida muy lejos e interesaba vender más la idea de que los vagos de los profesores solo protestaban por la bajada de sueldo. Ahora son los demás los que se lamentan. Disfruten de lo votado

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