Hagamos un ejercicio de
memoria reciente. Desde el "golpe
de estado" en la sede de Ferraz,
del pasado 1 de octubre, han transcurrido ya varias semanas, y la
gestora surgida en el PSOE de este esperpento político no tiene
intención de cumplir con su cometido: convocar primarias y un
congreso extraordinario de donde surja un nuevo proyecto y un
liderazgo para el maltrecho partido.
Hubo mucha prisa para
defenestrar a Pedro Sánchez y garantizar un nuevo gobierno del PP.
Algunos como el
infiel Antonio Hernando se tuvieron que
tragar el no es no, otros muchos, leales a la gestora, abrazaron
la abstención a Rajoy como algo inevitable, y unos pocos valientes,
fieles al mandato de sus votantes y afiliados, se negaron a facilitar
el gobierno de los corruptos. Lo cierto y fijo es que las presiones
mediáticas y oligárquicas surtieron efecto, los
números salieron y los recortadores de
nuevo en la Moncloa.
El propio Mariano,
considera a este neoconservador Psoe como su aliado principal, por
encima de Ciudadanos, sacando al alimón iniciativas como la
subida del SMI en contra de lo acordado
unos días antes en el Congreso de los Diputados, pactando el techo
de gasto, negociando las reválidas educativas,
Aunque parezca
mentira esta gente de la gestora psoista se encuentra cómoda con los
gustos y deseos del PP, con Rajoy y Cospedal a la cabeza.
Mientras el PPSOE oficial
sigue con sus escenas de arrumacos, acercamiento y amor, la
militancia socialista anda confusa, desorientada y con una mala
leche subida a punto del desbordamiento.
Desde el comienzo de esta desvergüenza, afiliados al PSOE se están
organizando
en contra de la gestora, creándose
plataformas por toda España para urgir a Javier Fernández a que se
reúna el Comité Federal y se convoquen urgentemente las Elecciones
Primarias y el Congreso Extraordinario. Pero en la cúpula del Psoe
no hay prisa. Esta cuasiejecutiva sigue con sus maniobras por encima
de sus competencias y su imparcialidad brilla por su ausencia: lo que
toca ahora es humillar y aplicar la
sanción máxima a los que decidieron
mantener su no a Rajoy, a los que se comportaron con dignidad, a los
que fueron fieles a sus votantes. Esta sanción viola la
Constitución, que establece que el diputado no está sometido en sus
decisiones a mandato inperativo alguno. Si el diputado es libre, y
esa libertad está protegida por la norma máxima, obrar en el
dominio de esa libertad no debe ser sancionado y menos cuando el voto
se justifica por coherencia política y respeto a las promesas hechas
al electorado. ¿De esta forma quieren los golpistas suturar la
herida sangrante y acercar posturas? Muchos cursos
de corte y confección necesitan los
integrantes de la gestora para coser este desaguisado que sin lugar a
dudas, tarde o temprano, tendrá su reflejo en las urnas.
La gestora del PSOE está
convirtiendo un partido centenario en comparsa de un régimen de
poder cada vez más injusto, jugando a satisfacer las ambiciones de
muchos barones y baronesas a las que parece que lo que realmente le
estorba para su proyecto personal es el socialismo.
Por otro lado, Susana
Díaz está
intentando dar puntadas a diestro y siniestro, para apuntalar su más
que probable candidatura para la Secretaría General, con reuniones
secretas, visitas
al Parlamento europeo
y todo aquello que pueda favorecer sus intereses personales. La
ahijada de Felipe González quiere dilatar la celebración del
congreso para
buscar apoyos
y construir un partido a su medida, girando hacia el centro y
olvidando las raíces izquierdistas.
Está tardando mucho en
llegar este Congreso Federal, mil ojos están pendientes del futuro
del partido. La historia del PSOE puede venirse abajo si no hay
cambio de rumbo, si no se produce una refundación hacia la
izquierda. La pasokización está llamando
a la puerta, el miedo y temblor de
piernas hace mella en muchos socialistas. Habrá que zurcir mucho
para salvar lo que queda de este moribundo. La costurera del sur
parece bien colocada para el inminente futuro, el aparato de Ferraz
trabaja para ella; ¿pero habrá sorpresas? ¿surgirán nuevos
"sastres" y "modistas" dentro del PSOE que puedan hacer un nuevo
traje progresista que dé respuesta a las necesidades de la mayoría
de la ciudadanía? Si el PSOE no se abre a la
izquierda, con un proyecto moderno, plural y enraizado con sus bases
y la socialdemocracia, vendrán tiempos
difíciles y oscuros.
La travesía del desierto será larga, las costuras en el PSOE
quedarán abiertas en canal a la espera de un liderazgo fuerte que dé
respuestas a la clase trabajadora. Saldremos de dudas en los
próximos meses.
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