viernes, 28 de abril de 2017

PAN PARA HOY

*Una colaboración de JUAN CARLOS MUÑOZ RIESCO
para Colectivo Puente Madera



Viendo cómo determinados sectores autodenominados apolíticos están reaccionando ante la no aprobación de Podemos de los presupuestos del PSOE y su repercusión en los Servicios Sociales de Castilla-La Mancha, se me ocurren una serie de reflexiones que no quiero que queden en el ámbito de lo personal, como hacen ellos.

Antes de nada: el “ahora contigo y después sin ti” de Podemos, que lo explique Podemos. Ellos verán.

No me sorprende que quienes sólo levantan la bandera de los recortes en los Servicios Sociales y fijan el comienzo del desmantelamiento del Sistema Público de Servicios Sociales en la llegada de Cospedal al poder regional sólo protesten contra el PP, pero los recortes comenzaron mucho antes y el desmantelamiento también.

Hay quienes dicen no ser políticos desde un puesto de responsabilidad en la Junta de esos que se ocupan por ser “de confianza” del responsable político de turno. Pero ellos se consideran técnicos sin más. Por supuesto, aún no he encontrado a casi nadie que directamente admita que está allí porque asume a pies juntillas la política del partido político en el poder en ese momento; así pueden criticar a quienes les apadrinan cuando hablan con los demás, pero mantener el puesto porque como bien mandados, cumplen a la perfección su tarea de cortafuegos, aplicando sin dudar cada directriz venida de Toledo. Lo de dimitir por verse obligados a hacer algo que vaya en contra de sus principios lo dejamos para una historia de ciencia ficción.

Otros, dirigentes de colegios profesionales, asociaciones profesionales y ONGs, se jactan de no tener carné de ningún partido político. Subidos en sus atalayas en las que se sienten expertos dirigentes (pero no políticos), lamen sin rubor las manos de quienes les subvencionan, acuden a todas las convocatorias donde haya prensa y palmaditas en la espalda y venden sus apariciones como algo altruista, ya que ninguno de ellos es del PSOE, por supuesto, aunque lo defiendan directa e indirectamente siempre que se les necesite.

Unos y otros lanzan sus lamentos por todas esas pobres personas y familias a las que ellos conocen y tratan a diario y que no van a poder llegar a disfrutar (según ellos) de las maravillas de los presupuestos del PSOE este año. Todo con la experiencia de quienes llevan muchos años haciendo trabajo de base y saben mejor que nadie cómo está la gente y lo que necesitan. Olvidan estos prepotentes demagogos que no son ellos los únicos que trabajan en los Servicios Sociales y que el conocimiento o no de cómo están las personas y familias o lo que necesitan no está en unos cuantos iluminados, si no en esa misma gente a la que de manera bastante déspota (más o menos ilustrada) les dicen lo que deben hacer, incluido lo de protestar contra el PP, ya que los suyos lo hacen muy bien.

Todos estos defienden al mismo partido que modificó, junto al PP, el artículo 135 de la Constitución para priorizar los intereses de los bancos sobre los de las personas. Pequeño detalle que haría aparecer en los presupuestos mucho más dinero para esas cosas que quieren.

No protestan contra un sistema que no soluciona los problemas, si no que se basa en el pan para hoy asistencial y olvida que mañana sólo habrá más hambre. Esta élite que se autoproclaman expertos y únicos moralmente capaces de opinar sobre los problemas sociales, reclaman mejoras en las ayudas económicas limosneras que desde los tiempos de Bono tan buenos resultados electorales han reportado para el partido que los ha puesto en el sitio que ocupan para no hacer política. Olvidan que son tan responsables como los políticos de carné de las políticas sociales. La Ley de Servicios Sociales de Barreda que ellos idearon es algo intocable y perfecto: tanto que Cospedal pudo acelerar brutalmente el ritmo del desmantelamiento sin despeinarse. Esa Ley que han venido a desarrollar y aplicar se basa en la iniciativa privada como nunca, abre las puertas al mecenazgo en Servicios Sociales y no garantiza figuras profesionales, entre otros grandes avances. Sólo eso es para mandarla lejos. Pero nos la tragaremos igual que el hecho de llamar “público” a todo lo que se paga con el dinero de todos; es decir, que los negocios privados de tantas empresas más o menos disfrazadas de ONGs están dentro del Sistema Público de Servicios Sociales porque se paga con dinero público y hay un convenio por medio en el que la Administración competente se quita la responsabilidad de atender una necesidad a base de pagar a un privado para que lo haga. Todo un avance de lo público.

Es la gente que en poco tiempo ha conseguido que la marea naranja sea un recuerdo y ahora no tenga ni el más mínimo oleaje. Justo desde que está su partido mandando. Quizá tenga algo que ver que cuando empezaron las movilizaciones (PSOE en el poder), se crearon las asociaciones profesionales y se convocaron las primeras movilizaciones y manifestaciones ellos jamás dieron la cara. Nunca dieron la cara porque defienden otra cosa. Su cosa. Y esperaron el momento y la infraestructura que sus mentores pusieron a su disposición para asaltar el poder en aquellas movilizaciones y controlarlas para transformarlas en algo contra el PP y desactivarlas convenientemente cuando el PP desapareciera del poder regional. Ese trabajo de fontanería política tan bien hecho suele estar también muy bien pagado y reconocido. Esa es su pelea altruista y su demagogia utilizando las necesidades de la gente.

No esperemos de ellos que pretendan cambiar el sistema. Que denuncien de manera radical el origen de las desigualdades y los problemas sociales de los que tanto saben. Nunca irán contra el capitalismo que llaman light o salvaje dependiendo de a cuanta gente deja excluida, olvidando que es esta forma de organización de la sociedad la que genera toda la desigualdad y la injusticia social que tienen delante de sus narices. Pidamos pan para hoy, que el hambre de mañana ya lo justificaremos.




* Una colaboración para Colectivo Puente Madera de
Juan Carlos Muñoz Riesco
Trabajador Social





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