-Realmente el comúnmente denominado “espíritu santo” no es otra
cosa que un ejemplar perteneciente a la familia de las colúmbidas,
incluida en el orden columbiforme, que incluye no solo a las palomas
sino también a las tórtolas y otros volátiles afines. Son unos
pájaros bastante inteligentes que muestran signos de
autoconsciencia, cosa que ya querrían la mayoría de los bichos, y
además son monógamos, lo cual encaja perfectamente con nuestro
concepto de matrimonio. En nuestra tradición se les asocia al
“padre” y al “hijo” en la conocida como “santísima
trinidad”, figura integrada por tres entidades que a la vez
constituyen una sola, algo que contradice los principios más
elementales de las matemáticas pero quizás encaje, al menos
teóricamente, con los postulados de la física cuántica, donde la
ciencia y la ciencia ficción a veces se confunden.
Supongamos que, no mucho después, avanzada la misa, alza la “sagrada
forma” y afirma con voz solemne:
-Tomad y comed todos de este compuesto de harinas sin levadura, rico
en gluten, de textura crujiente y fácil digestión, cuya masa se
calienta a una temperatura de 170º hasta que el agua se evapora.
Recordad que los hidratos de carbonos son esenciales en una
alimentación equilibrada y que, no en vano, los cereales forman
parte de la dieta humana mucho antes de la invención de la
agricultura allá para el 8000 antes de la era común.
Situemos a otro cura en un lateral del templo rematando una confesión
con estas palabras:
-Hermano, no has alcanzado el 50% de los estándares previstos en la
programación parroquial. Tendrás que presentarte en septiembre con
los deberes hechos y ésta es tu última convocatoria. Si no
apruebas, tendrás que intentarlo con otra religión o hacer algún
módulo de grado medio de ateísmo o herejía, o algo así…
Y anticipemos su contundente respuesta ante las protestas del
feligrés:
-Sí, ya sé que cumples con los antiguos mandamientos, pero es que
el decálogo ha sido sustituido por un moderno catálogo de
competencias. Ahora lo importante no es portarse bien, sino estar
dispuesto a “creer en creer”, o a desarrollar el “espíritu
predicador”. Jeje, el mercado religioso está muy concurrido
últimamente y hay que adaptarse a los nuevos tiempos.
En fin… ¿Cómo podríamos calificar las escenas anteriores?
¿Grotescas? ¿Estrafalarias? ¿Inapropiadas? Pues de igual forma que
la iglesia no es el lugar adecuado para impartir biología,
matemáticas o historia, la escuela no es el lugar adecuado para
impartir catequesis. Si es que es muy sencillo. Las religiones se
basan en dogmas y en mitos, mientras que la educación debe promover
la libertad de pensamiento y el método científico, porque su
principal objetivo consiste en generar personas libres y
responsables, no acólitos. Ambas realidades son como agua y aceite,
y sus espacios deben estar perfectamente delimitados para garantizar
la salud intelectual y moral de la sociedad. Uno de los mejores
teóricos del laicismo lo expresó con una claridad meridiana hace
algo más de dos mil años: hay que dar “al César lo que es del
César, y a Dios lo que es de Dios”. Hoy en día diríamos que hay
que dar “a lo público lo que es público, y a lo privado lo que es
privado”. Y la escuela pública pertenece al pueblo, a todo el
pueblo (creyente, agnóstico, indiferente, ateo…), y no a ningún
dios, ni a ninguna de las muchas confesiones privadas que actualmente
coexisten en nuestro país. Por eso apoyamos con todas nuestras
fuerzas y en todos nuestros foros la campaña Por
una Escuela Pública y Laica, Derogación de los Acuerdos con la
Santa Sede, organizada por Europa Laica. Estamos
en el siglo XXI. ¡Saquemos ya mismo la religión de las aulas!
¡Permitamos a los niños y a las niñas crecer y educarse en
libertad de una vez por todas! ¡Joder!
No hay comentarios:
Publicar un comentario