domingo, 17 de diciembre de 2017

CON·SU·MISMO (… INTERÉS DE SIEMPRE)

Mamá y papá miraban a su hija recién nacida, y ya se imaginaban sus tartas de cumpleaños y sus despertares en el día de Reyes.
Poco imaginaban que las celebraciones, compras y regalos serían, a partir de aquel momento unos cuantos más.
Llegaron las navidades. ¿Reyes? ¡pobrecita mía! ¿cómo esperar a tan lejano día sin algunos que otros regalos? Papá Noel debería venir y poner un poco de orden en esto. Eso no quitaría, claro, para que en el día de Reyes también hubiera un buen montón de regalos, no solo encargados por los papis, sino por tooooooooda la familia.
El bautizo no se iba a celebrar, pero tras localizar la parroquia con un GPS, ¡cómo no juntar a la familia con regalos y buena comida para tan entrañable ocasión!
Y siguió creciendo. Y llegó el día de Jálogüin: disfraz, chuches y abalorios varios para tan tradicional y siempre querida ocasión.
Y llegaron los carnavales: disfraz, chuches y abalorios varios para tan tradicional y siempre querida ocasión.
La Comunión. Vuelta a echar mano del GPS que a veces las parroquias las cambian de lugar y vete tú a saber. La cosa podría servir casi como un ensayo para cuando llegue el día de su boda: la celebración debe de ser sonada y si hay que pedir un préstamo, se pide, que hablamos de la nena.
Ya de lleno en ámbito formativo, qué menos que un viaje fin de estudios en secundaria y una buena fiesta y celebración de graduación. Importante: nunca repetir traje por próximas que se encuentren las celebraciones.
Y en la universidad, cómo no celebrar y viajar en el paso del ecuador, y nuevamente en el fin de curso y la graduación. Recordemos: los trajes nunca se repiten. Los lugares de cena y fiesta, tampoco.
Y le llegaron las bodas de los amigos, de las amigas y de los familiares. ¿recuerdan lo de los trajes?
También llega la boda propia. En la lista de invitados aparecen unas 120 personas que los novios no conocen, y es que los padres también tienen sus derechos de invitación. Este tipo de celebraciones, es importante que muevan mucho dinero los organizadores, pero también los invitados. Y la boda no puede ser como aquella de Maripuri que a las 5 de la mañana quitaron la barra libre de primeras marcas, ¡por dios, qué cutrerío!
Otras navidades. Además de Papá Noel y Reyes, está la cena de empresa, la cena de familia, la cena de la otra familia, la comida de los amigos, la comida de los otros amigos, el amigo invisible, el amigo demasiado visible… y algunas cosillas más.
Durante el año surgen los Out lets, que, ¡cómo no compras! Luego también las rebajas, que ¡cómo no aprovechas! Llega el Black Friday, que, ¡cómo dejarlo pasar! Por no hablar del Cyber Monday… ¡qué bueno! ¡cuánto entre lo que elegir!
A todo esto, menos mal que la gente que organiza el macrocomercio son unos demócratas activos y esto ya no es como antes, que por poner un pequeño ejemplo, solo se podía elegir sal gorda o fina, no, ahora tenemos la libertad de elegir entre más de 783 tipos de sal expuestos en estanterías de no menos de 15 metros. Y es que siempre han velado por la democracia y la libertad.
De verdad que no somos nada esaboríos, aburridos ni aguafiestas, pero nos preguntamos si todo tiene que ser a golpe de consumo. Que el encuentro y la celebración es buena, pero ¿de esta manera?
En fin, queridos activistas del capitalismo, como os vemos algo lentos y despistados, os vamos a echar un cable: aún queda libre el Blue Tuesday, Yelow Thursday, Fever Saturday y unos cuantos days más. Luego, podemos empezar con el francés y el alemán. También interesante la “puesta de largo de las señoritas a los 15 años”. Pero por favor, por favor, no se olviden que estaríamos encantados de celebrar el Thanksgiving Day (día de Acción de Gracias), ¡cómo es posible que aún no sepamos en qué gastar dinero en un día tan tradicional y tan nuestro como ese! Están tardando.



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