viernes, 9 de marzo de 2018

INDECENTE


Ya nos lo decían nuestras abuelas en sus sabías charlas de mesa camilla y brasero: “¡Hijos míos, qué mal repartido está el mundo!”. Y no se equivocaban. Uno de los problemas principales de nuestro planeta es la pésima redistribución de la riqueza. Mientras unos pocos lo tienen prácticamente casi todo, una inmensa mayoría transita por la escasez y la falta de medios para llevar una vida digna.


Pero no queremos perdernos en la inmensidad del mundo, vamos a aterrizar en España, ese país que va de “pm” y en el que la crisis ya es purica historia, y nosotros que nos chupamos el dedo, vamos y nos lo creemos. ¡Anda ya!


En los primeros días de este mes de marzo, se ha difundido una información sobre los sueldos de personajes vinculados al Partido Popular que no podemos dejar de denunciar. Es indignante conocer que 101 cargos de la Administración General del Estado (altos responsables dependientes del Gobierno de M. Rajoy) percibieron más de 100.000 euros brutos de sueldo público en 2017. Esta lista que aparece en el “Portal de Transparencia” está todavía incompleta, pues siguen sin publicarse los datos de algunos ministerios, como Agricultura o Interior. Sí, sí… estamos hablando de una especie privilegiada chupóptera de “cienmileuristas”.


La mejor pagada fue la presidenta de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), Pilar Platero, que cobró el año pasado 14 pagas de casi 15.700 euros brutos al mes. Con más de 160.000 euros al año también están Ángel L. Arias, Director General de Enaire (Aena), Juan Bravo, presidente de Adif y Juan Alfaro, presidente de Renfe Operadora. Hemos citado a los primeros de la fila, pero no debemos olvidar a una treintena de secretarios de Estado, secretarios generales, subsecretarios y buena parte de los asesores directos del presidente Rajoy que cobraron más de 100.000 euros el pasado año.


Resulta más que indecente comprobar que unos tanto y otros tan poco. Se reparten con el dinero de nuestros impuestos unos sueldos sonrojantes, mientras casi 13 millones de españoles y españolas están en el umbral de la pobreza. Con salarios de entre 600 y 900 euros están sobreviviendo muchos miles de familias con las que nos cruzamos en la calle en nuestro día a día. ¿Se imaginan una pareja con dos hijos que tenga que pagar hipoteca, gas, luz, comida, ropa, estudios, medicinas, transporte, etc... con esos salarios de miseria?


Frente a los “cienmileuristas”, es indecente que el gobierno del PP afirme que no se pueden subir más las pensiones y revalorizarlas, como mínimo, con la subida del IPC anual. Después de saquear la caja (Fondo de Reserva de las Pensiones), dan una mierda de subida del 0,25 anual. No podemos olvidar que las pensiones no son un salario, ni una ayuda, ni una limosna. Es un derecho, garantizado constitucionalmente, que los pensionistas han ganado con sus cotizaciones de toda su vida laboral. ¡Cuánta indecencia!


Es indecente y deplorable que mientras muchas personas dependientes mueren sin haber recibido las ayudas a las que tienen derecho, el gobierno de M. Rajoy deja sin ejecutar 44 millones de los Presupuestos Generales del Estado para atenderles. Lo mismo es que necesitaban robar el dinero a las ayudas a la dependencia para poder abonar las pagas extras de los altos cargos del gobierno del partido podrido.


La indecencia ha acampado a sus anchas. Hay dinero para rescatar a los bancos, no hay problema para indemnizaciones multimillonarias a la plataforma gaseosa del proyecto Castor, para rescatar autopistas privadas también hay pasta, para hacer amnistías fiscales no importa perder unos miles de milloncejos de euros y tampoco pasa nada si la plaga de la corrupción y el fraude fiscal no se persigue para que devuelvan lo robado. La prioridad es tener bastante para “los suyos” y el que venga atrás que arree. Tanta indecencia hace irrespirable el aire de este país gobernado por unos desalmados que, únicamente, miran a su bolsillo y al de sus amiguetes.


Hoy más que nunca hacemos propias las palabras de Pepe Mujica, expresidente uruguayo: “Cuando las sociedades son más ricas, con la riqueza se multiplica el egoismo y se pierden los valores”. Su sabiduría popular y ejemplo de vida son un auténtico referente.


Resulta muy triste comprobar que mientras a los ricos les hacen puentes, a los pobres se los lleva el río.


¿Hasta cuándo vamos a permitir tanta indecencia?







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