domingo, 3 de febrero de 2019

¿Gobernar sin ideología?


Dice la RAE que ideología es el “conjunto de ideas fundamentales que caracteriza el pensamiento de una persona, colectividad o época, de un movimiento cultural, religioso o político, etc.”. Y dice don Pablo Casado que “desde su partido se ha legislado <sin ideologías>, no como otros”. Y decimos nosotros que solo desde la más casposa y cutre de las ideologías, se puede afirmar semejante sandez. Aunque el pepero José Ramón Bauzá ya dijera hace ya meses afirmara que el PP tenía un vacío ideológico y necesitaba  recuperar “los principios del PP de toda la vida”, esa ideología, efectivamente, la tienen de toda la vida, y muy bien definida, por cierto. Porque una cosa es fomentar en la gente el pensamiento único, o mejor, el no pensamiento, y otra que los dirigentes carezcan de ideología. La tienen todos y todas.
Y Pablo Casado la demuestra, por ejemplo, cuando le dice a esos cazadores que en la ley que van a hacer, van a “recoger todo lo que pidan ellos pidan, sin ideologías”.

Y Page, don Emiliano García, también demuestra la suya cuando anuncia para la región manchega unos canales temáticos de toros, de caza y de pesca… ¡Profunda y transparente ideología, pardiez!

Cuando Rivera se inventa cosas para que parezca que dos mismas ideologías parezcan diferentes, ¡es también ideología!
También la tiene (recuerden que la definición RAE también los incluye) el cardenal de Madrid cuando prohíbe a una parroquia la proyección del recientemente premiado con un Goya, documental “Gaza” por presiones de la comunidad judía. El párroco, también ideológicamente, ha afirmado “no nos han dado grandes motivos: nos han amenazado”. Ay, ay, ay… si es que lo que lo que debía haber hecho no era intentar proyectar Gaza, con G, sino Raza, con R, y fijo el cardenal hubiera corrido presuroso a presentar el acto y hubiera moderado un cinefórum con ágape incluido.
Unas ideologías parecen implantar unas pinzas en la nariz para unirse a pestilentes ideologías cercanas como sea, y otras parecen emanar colonia y provocar sarpullidos por cualquier nimiedad diferente en ideología igualmente cercana.

En Baleares, por ejemplo, en cada una de las elecciones autonómicas, han ido cambiando derechas e izquierdas. Pero ahora, cuando por primera vez parecía que podría repetirse orientación, ya han empezado a salir los sarpullidos en las izquierdas. Por hablar de pequeños detalles y no cosas mucho más gordas. Ideología, sin duda, marca de la casa.
En una ideología, puede primar el dinero sobre las personas, lo propio y lo de los míos a lo comunitario. Al dinero le gustan más unas ideologías que otras. A una ideología le puede parecer estupendo la mentira y/o la burda manipulación. Vale con leer algunas prensas en estos días.

Y finalmente, por contraria, neutra o afín ideología, usted ha llegado al final de este ideologizado texto. Pues eso, gracias.

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