No
entraremos aquí a definir o diferenciar términos como bienes
demaniales, bienes y derechos de dominio privado o patrimoniales,
desafectaciones, etc., conceptos con los que frecuentemente se juega
en algunas corporaciones y no siempre con el bien ciudadano puesto en
la mente.
Sí
partiremos de la base de que la ley obliga a las instituciones
locales a reservar en cada sector urbanístico nuevo, un porcentaje
de suelo destinado a servicios y dotaciones públicas. En esto,
algunos gobiernos locales vienen creyendo ver desde hace tiempo, el
chollo del siglo (de los siglos): vender dicho suelo a manos
privadas, con lo que airean las cuentas municipales (a veces ocurrió
que también las personales) y echan una mano al sector privado (a
veces ocurrió que también a los amigos) en detrimento de esos
servicios que se debieran dar públicamente. El tema es más viejo
que el respirar, pero hemos atravesado una época de práctica
vergonzosamente intensa.
Nos
centramos ahora en el hecho que venía sonando que terrenos públicos
se iban a ceder para un centro concertado de educación en el barrio
de Medicina de Albacete. Una rápida iniciativa popular pidiendo que
se olvidasen de esa idea, su rápido y masivo seguimiento y la
aparición en prensa local, ha hecho que de inmediato el alcalde se
haya visto obligado a rectificar sobre la construcción de un colegio
en el barrio Medicina. Peeeeeeeero… ¡ay los peros! Llaménnos
desconfiados, llámennos suspicaces, … peeeeeero es que tanto hemos
visto ya, que con estos asuntos nos gustan las cosas claras, muy
claras, y miren por donde, encontramos bastante opacas las palabras
del alcalde.
En
unas más que medidas declaraciones, afirmó que “se construirán
dos colegios (Universidad e Imaginalia) y un “centro educativo
público”. ¿La posible trampa? No ha renunciado en ningún caso a
trasferir el suelo público a una empresa de la educación privada,
por lo que bien podría terminar haciéndolo, tratándose de un
Instituto de Enseñanza Secundaria eso que llama “centro educativo
público”. Una vez construido el Centro concertado privado, la
propia LOE/LOMCE prohibiría construir uno público en el mismo
barrio.
¿Es
retorcido? Puede, pero se trata de más que una puerta (unas
portás, diríamos) abierta a que el alcalde y sus compañeros de
viaje, con sus medias verdades pueda decir que él no mintió, aunque
engañarnos, nos habría engañado a todos y todas.
Si
a esto se le une además, que como un reguero de pólvora, por la
ciudad corren ilustres apellidos de la política local vinculados a
este negocio de compra-venta, la cosa nos retrotrae a tiempos que
creíamos superados y se pone muy fea.
Sin
duda, las variaciones demográficas que se van produciendo por zonas
en una ciudad, requieren cambios y decisiones políticas de
redistribución, es lo responsable. Seguramente, los negocios
privados también deban hacer las suyas, ellos verán. Pero a ver si
nos entra una cosa en la cabeza: lo público debe quedar para todos y
todas, para lo público.
En estas, Ciudadanos, “de perdíos al río”, tendría poco que
perder, pero el PSOE, tanto a nivel local como regional, cada día
que pasa y la gente sigue hablando, pierde y mucho. Todo sería tan
fácil como que el alcalde dijera las cosas con claridad meridiana y
no medias verdades: comparece, lo dice, y en segundos el asunto queda
zanjado. Si esa es de verdad la voluntad, ¿es fácil no?
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