jueves, 28 de mayo de 2020

MÁS QUE NUNCA, RESPONSABILIDAD

Ruido. Demasiado ruido nos rodea. Como dice la canción de Ismael Serrano, “… ruido de patriotas que se envuelven en sus banderas, confunden la patria con la sordidez de sus cavernas,… ruido de inquisidores, nos hablan de libertades…” Sería muy fácil entrar en su juego, pero debemos esperar a que pase la tormenta de cacerolas, bocinas y provocaciones para salir a las calles en masa a defender los derechos civiles y sociales, contra el fascismo de nuevo cuño, contra los abusos de las élites; el esfuerzo de tantas y tantas buenas gentes no puede quedar aparcado o en el olvido. Llegará ese día, no tenemos la menor duda, pero ahora, en estas fases de desescalada no nos queda más que apretar los dientes y aplicar la mejor medicina que es la de la responsabilidad.

Frente a la mentira, el odio y la discriminación, nosotros podemos neutralizarlos con educación, cultura, inclusión y humildad. Tenemos que concienciarnos y hacer pedagogía con la juventud, con el futuro de nuestro país, argumentando que lo irrenunciable es la convivencia, que nos quieren arrebatar, y salvar la democracia. Esa es nuestra responsabilidad.

En la pandemia del Covid19, tampoco olvidaremos que, cuando más gente moría y todas las manos para ayudar eran pocas, la oposición solo pensó desde el primer día en utilizarla para tumbar al Gobierno. Esto no es responsabilidad, es una auténtica e inmoral insensatez. Habrá memoria.

Claro que seguiremos haciendo frente a la intolerancia y al fascismo, protegiéndonos con mascarillas llenas de solidaridad y optimismo, así su odio no nos llegará. Practicaremos la distancia social y nos alejaremos todo lo que podamos de estos provocadores, y utilizaremos la mejor solución hidroalcohólica disponible que no es otra que una buena higiene mental para que sus mentiras no nos puedan afectar.

Es momento de apelar a la responsabilidad individual y colectiva en todos los ámbitos, por ello debemos exigir al Gobierno de coalición PSOE-Unidas Podemos mayor cohesión, unidad y diálogo entre los partidos que lo integran, y después con el resto de los que apoyaron la investidura. Cuanto más resista el gobierno, más vendrán a menos los torquemadas anacrónicos. Resulta fundamental y responsable que este Gobierno agote al máximo la legislatura, para implementar todas las medidas previstas en el escudo social que va a proteger a la mayoría de la ciudadanía de este país.

En el plano internacional, si algo han aprendido de esta pandemia sus dirigentes y los organismos transnacionales, también debe imperar la responsabilidad y dar un vuelco a la economía global, porque la competencia de todos contra todos y el exclusivo lucro privado de unos pocos no podrán salvar a la humanidad de su autodestrucción, de virus agresivos, del cambio climático, del hambre, de la guerra,… Deben ser sensatos, implementar políticas sociales y económicas para que los recursos del planeta se utilicen para el beneficio de todos, y no de un puñado de parásitos multimillonarios, aprovechando el momento para la abolición de esta anarquía capitalista que nos lleva de pesadilla en pesadilla. De una vez por todas, ha llegado el momento de una mayor integración europea, con las instituciones financieras y políticas trabajando en el mismo sentido, poniendo en el centro de sus decisiones a las personas, ayudando urgentemente a las más desfavorecidas y vulnerables, coordinando esfuerzos en todos los países para construir sistemas públicos de salud bien dotados de recursos humanos, materiales y de investigación. La responsabilidad de los líderes mundiales en estos momentos resulta imprescindible, conteniendo el enfrentamiento geopolítico de las grandes potencias, transformando esa competencia sin límites por una verdadera cooperación, sus decisiones deben ir encaminadas a que se realicen más y mejores políticas públicas que lleve a una menor desigualdad en nuestro planeta.

Para finalizar, volvamos al principio de este artículo, y seamos responsables. Ante el auge del virus del odio y del la intolerancia apliquemos la vacuna de nuestra sonrisa y nuestra inclusión. Responsabilidad, mucha responsabilidad.

Avancemos todos juntos. Nadie debe quedar atrás ¡Salud!




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