jueves, 7 de enero de 2021

A propósito de las vacunas

  (Imagen de Juan Ramón Mora)

 

En plena vorágine del inicio de la campaña de vacunación contra la COVID-19, queremos romper una lanza a favor de las vacunas, pues son una de las herramientas preventivas más importantes de la historia de la humanidad, ya que salvan vidas evitando enfermedades y sus complicaciones. Las vacunas frente a la COVID-19 aprobadas por las Agencias Reguladoras de Medicamentos cumplen con las características fundamentales que permiten su aplicación a la población. Estamos convencidos que dichas agencias trabajan con rigor y responsabilidad, para asegurar que todos los medicamentos o productos sanitarios cumplan con los estándares de calidad, seguridad y eficacia. Creemos que la rapidez en el desarrollo de las vacunas anticovid no compromete dicha seguridad. Los avances han sido posibles gracias a la priorización del esfuerzo y el trabajo conjunto de todos los implicados: científicos, administraciones públicas, agencias reguladoras y fabricantes de vacunas.

El dato está ahí, el 90% de la población no ha pasado la COVID-19, por lo que aún hay muchas personas susceptibles de infectarse, y por ello las vacunas son necesarias para protegernos. Es irrefutable que la vacunación protege a la persona vacunada y también, indirectamente, al resto de la población. Cuantas más personas se vacunen, menor probabilidad habrá de que la ciudadanía más vulnerable contacte con el virus. Vacunarse es un acto solidario y responsable, además de una acción individual que resolverá un problema global. Solo venceremos al virus si apostamos por la perspectiva comunitaria. La vacunación es una gran inversión en salud que dará un respiro al sistema sanitario, conteniendo el gasto tan necesario como importante, que ha supuesto esta pandemia. Las vacunas ayudarán a mejorar la asistencia de otras enfermedades agudas y crónicas, es decir, minimizarán los efectos indirectos de la COVID-19. La vacunación de todas las poblaciones frente a la COVID-19 es el camino más rápido para poner fin a la pandemia.

Pero ante este panorama, no es que haya que vacunar los festivos, hay que hacerlo las 24 horas del día, los 7 días de la semana. La emergencia sanitaria lo requiere. Pero para eso hay que pagar a sanitarios, tener refrigerantes,… y no tirar el dinero en banderas y otras cuestiones menores. Hablamos de vidas.

Y qué decir de los antivacunas y sus bulos que consciente e inconscientemente se difunden día a día por las redes sociales, con el apoyo de muchos descerebrados de la ultraderecha. El rechazar las vacunas es una amenaza para la salud mundial, tal y como ha advertido la OMS en varios de sus informes, pero el problema no está en una sana desconfianza a la industria farmacéutica, a las vacunas y sus efectos secundarios, que los hay. El problema es que esa sana desconfianza se está utilizando para generar rechazo frontal a la vacuna. El único camino es la vacunación porque si no esta pandemia puede durar años con todas las consecuencias que ya conocemos sobradamente. A pesar de todo recomendamos no discutir con los antivacunas. Resulta inútil. Se inventan los datos y enlazan argumentos irracionales porque necesitan desesperadamente sentirse superiores al común de los mortales. Lo mejor es recomendarles un buen psicólogo.

Creemos que la única solución es información, transparencia, transparencia y más transparencia. Pero aun así, deberíamos reflexionar como sociedad por qué se está cultivando la paradoja de que en plena sociedad del conocimiento haya tanta gente considerando la ciencia como una opción cuando es la única opción, a menos que queramos caer en la irracionalidad.

Una vacunación que debe ser voluntaria y sin ningún tipo de registro de las personas que la rechazan. Comprobaremos que a medida que la gente se vaya vacunando y vea que no pasa nada, aumentará el apoyo a la vacunación y sus detractores irán disminuyendo. Hacer obligatoria la vacuna contra la COVID-19 sólo alimentará teorías conspirativas y recelo, sería contraproducente y crearía un problema donde no lo hay.

Por último, esperamos que los Magos de Oriente hayan sido generosos con nuestros lectores, y a nuestra clase política les hayan regalado una buena carga de racionalidad, generosidad y unión de esfuerzos para combatir esta maldita pandemia…, nuestro futuro va en ello.

¡Salud!

 

@CPuenteMadera






                  

1 comentario:

  1. ¿Barrera o vehículo para la propagación de la Covid-19?
    Gran vídeo divulgativo sobre las vacunas.
    ¡¡Imprescindible!!

    https://youtu.be/s9qnNHijslE

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