Hola, soy vuestro año 2021.
¿Cómo estáis, terrícolas en general y españolitos/as en particular? ¿Os habéis levantado con resaca? ¿Vais a necesitar un lavado de estómago para desatascar todo lo que cenasteis? Si es así, a mí no me echéis la culpa, que yo solo he venido cumpliendo órdenes.
Es más, como no quiero que terminéis aborreciéndome e insultándome despiadadamente, como habéis hecho con mi colega el 2020, os voy a dejar elegir vuestro destino durante los próximos doce meses. El cliente manda: ¿no dicen eso?
Pues ¡al ataque! Empecemos por lo más inminente: la pandemia. Podréis elegir entre seguir estrictamente las normas sanitarias y vacunaros cuando os toque, o montaros fiestukis con los colegas y hacer caso a los lunáticos que dicen que os van a meter un “chis” en las venas para convertiros en robots. Fijaos qué guay.
Al respecto, podréis fortalecer vuestro sistema público de salud, que atiende a todo el mundo sin pedir nada a cambio, o seguir privatizando o externalizando la sanidad para que las compañías hagan caja. Y lo mismo para la educación y los servicios sociales.
Más cosas. En relación con la corrupción de vuestro ex monarca campechano, también os ofrezco dos opciones: que lo reclaméis para que ofrezca explicaciones ante los tribunales y ante la sede de la soberanía nacional, o que le permitáis permanecer huido bajo la protección de una teocracia islamista. Si optáis por esto último, luego aclaráis cómo le vais a explicar a vuestros hijos/as que no se roba, que no se miente y que una persona íntegra siempre responde de sus hechos.
El pasado año fueron asesinadas cuarenta y tres mujeres por sus parejas o exparejas. Ya van 1076 desde el 2003. Os permito que profundicéis en las políticas contra la violencia de género, o que la neguéis circunscribiéndola al ámbito doméstico, como hacía la dictadura franquista. En la misma línea, podréis seguir garantizando los derechos reproductivos de las mujeres o volver a los abortos clandestinos. Lo que queráis. Y podréis mantener y ampliar los derechos de la comunidad LGTBI o volver a considerarlos desviados, enfermos, pervertidos… En el Congreso ya tenéis un grupo parlamentario que propone aplicarles tratamientos psiquiátricos para salvarlos del pecado y del consiguiente infierno. O sea que…
Coméis porque una legión de temporeros/as se desloma en vuestros campos y se recuece en vuestros invernaderos. Os ofrezco tratarlos como seres humanos o como esclavos, aunque reconozco que esto último es económicamente más rentable. Y, venga, ya que estamos hablando de las relaciones norte-sur, en vuestras manos está promover proyectos de cooperación internacional y establecer vías seguras para las personas solicitantes de asilo, o levantar vallas cada vez más altas y mirar hacia otro lado mientras se ahogan miles de personas en las mismas aguas que bañan vuestras playas. Es decir, tendréis que elegir entre compartir vuestra riqueza o cimentar vuestro bienestar en el sufrimiento ajeno. Qué bien, ¿verdad?
Y, bueno, os dejaré decidir muchas cosas más. Casi todo. Por ejemplo, si defendéis el derecho internacional y el cumplimiento de las resoluciones de la ONU, o seguís permitiendo que pueblos como el palestino o el saharaui sean expoliados y masacrados por sus potencias ocupantes. Vosotros veréis. Yo ni entro ni salgo. También tendréis que ver si fomentáis una cultura de la paz basada en la equidad y la justicia o seguís vendiendo armas a gobiernos criminales. Y si queréis legar un planeta habitable a las próximas generaciones o mantendréis un sistema económico incompatible con la vida como es el capitalismo. Y, ojo, no vale abstenerse.
En resumen, este año vais a ser los putos amos. Como siempre. Porque realmente yo no existo. No soy nada. O, mejor dicho, soy vosotros/as. Y el 2021 será el resultado de vuestras acciones y de vuestras omisiones. Recordadlo dentro de 365 días antes de mencionar a mi santa madre o mandarme a recibir por mi intangible trasero.
¿Queda claro, guapis?
Pues, nada. Ya me contaréis.
Y, por cierto, ¡feliz año! Os quiero.
@CPuenteMadera
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