El 7 de noviembre, se ha
celebrado la Primera
marcha estatal contra las violencias machistas. Mal está el tema cuando hay
que hacer una marcha estatal contra algo que parece tan obvio. O muy mal
estará, cuando lo suyo sería hacer 365 días al año para ver si entra
en la cabeza.
Mucho se ha hablado ya de las
formas de prevención, pero siempre aparece un factor común: la educación. Se
hace imposible que la ley imponga lo que no entra en la razón.
Y por ahí, lo cierto es que el camino es preocupante: es frecuente ver muchos
tics de machismo
en jóvenes de todas condiciones sociales, culturales, etc.
Queda mucho camino.
Afortunadamente, ahí está, como siempre, el Movimiento
feminista para seguir una vez más tirando del carro. Siempre nos ha llamado
mucho la atención escuchar a muchas mujeres de la derecha con cargo, comenzar
frases afirmando que “yo no soy feminista, pero…” y eso cuando no es para
soltar algún improperio. Su ignorancia no les hace ver que si ellas están ahí,
en responsabilidades públicas, no ha sido por obra y gracias del azar o la
magia, sino por la lucha, que a veces les ha llevado la vida, de las mujeres
que combatieron en su seno, en el que poco a poco y demasiado lentamente,
parecen ir sumándose los varones.
Pero cuando algo no se ha mamado,
cuando no se tiene la conciencia plena de creerse algo, aparecen los pequeños
gestos. Claro, a lo grande hay que pensar con frialdad y cuidar la imagen y
salir en la foto, que esto
da muchos votos; pero cuando hay que actuar con la naturaleza de los
reflejos, ahí la cosa cambia.
Es lo que le pasó a María Dolores
Jiménez, concejala del partido Ciudadanos
en el Ayuntamiento de Valencia. Se presentó una moción de apoyo a las
marchas y había que buscar excusas, por torpes que fueran, para no votar a
favor. Se esgrimió que la marcha debía ser el día 25 de noviembre, Día
Internacional contra la violencia machista. Es decir, pretendía que en
todos los lugares de España se cambiara la idea del día elegido para hacer la
marcha estatal. No contenta con esta sandez, ya pasó a mayores: “No podemos
respaldar una moción en la que aparezcan términos como violencia patriarcal o
terrorismo machista”, afirmó. Señores y señoras de Ciudadanos, ¿No creen que los asesinatos de las mujeres se deban a una violencia
patriarcal? ¿No creen que sea un terror que nace del machismo? ¿Piensan acaso
que son cosillas de pareja? ¿Creen que no tiene que ver con los roles sociales
de género? Su líder podrá hacerse la foto e intentar desfacer entuertos con su
cara de niño bueno, pero lo que emana del ideario en el quehacer diario es pura
caspa. Por otro lado nada que no supiéramos.
El PP fue mucho más directo en el
Ayuntamiento
de Madrid, votaron en contra y punto. Además, el
Gobierno había avisado que no se iban a sumar a la Marcha, pero llegado el
día la cosa era tan gorda que han tenido que mandar a alguien de quienes ahora
tienen para apagar fuegos inapagables. Le tocó a la vicesecretaria sectorial
Andrea Levy hacer el papelón de representar a un partido que no ha hecho sino
recortar y recortar en una materia tan sensible y que tantas vidas cuesta como
la que tratamos.
Es preciso desarrollar la Ley de
medidas de protección integral contra la violencia de género de verdad, y
dotarla de medios, con rigor, con seriedad y apostando fuerte por ello.
Y por supuesto lo dicho:
EDUCACIÓN. O nos imbuimos todos y todas del espíritu feminista y nos educamos
en el respeto y la tolerancia, o poco podremos hacer.
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