domingo, 3 de abril de 2016

DE VOMITIVOS Y CRIMINALES


Miramos en el diccionario de la RAE la palabra emético. La define como “vomitivo”. No es lo que buscamos. Vamos entonces al diccionario enciclopédico Jims de términos clínicos y buscamos la palabra hiperemesis. Queda definida como vómitos reiterados con permanentes náuseas. Pero nada, también se nos queda corto. Buscamos entonces por otra vía, e indagamos en el significado de la palabra amoral, que queda definida como: dicho de una persona, desprovista de sentido moral; y dicho de una obra humana, que de propósito prescinde de la moralidad. Tampoco es eso exactamente, y buscamos entonces la palabra rastrero, ahí hallamos el significado de bajo, vil y despreciable. Concretando María Moliner dice “que se aplica a la persona que se vale para lograr sus propósitos de procedimientos viles”.

Si juntamos todo, se va acercando a lo que buscamos, pero nada, no encontramos palabras para describir lo que sentimos cuando oímos a Rafael Hernando hablar sobre los familiares de las víctimas del franquismo. Sí, nos referimos a aquello que soltó un 4 de noviembre de 2013 en la cadena propiedad de la Conferencia Episcopal, 13Tv. Afirmaba que "algunos se han acordado de su padre cuando había subvenciones para encontrarlo". La especie humana es débil, y hay que reconocer que no sería de extrañar que a mucha gente lo primero que le venga a la cabeza es desear que Hernando pasara por algo similar para que sea capaz de entender la dimensión de lo que dijo. Es decir, que una masa de gente se levantara por la fuerza contra la legalidad y arrasaran en su casa secuestrándole a un hijo o una hija, padre o madre, y se lo llevaran para no devolvérselo nunca más. Además, si se le ocurriera denunciarlo, él debería correr la misma suerte, y por ello debería permanecer callado sin ni siquiera saber dónde ir a rezar o llevar una flores. Y que pasados unos años sin su familiar y sin poder decir nada, se diese una oportunidad de justicia y cuando él fuera a pedirla, alguien de dijera que “solo se acuerda de su hijo, hija, padre o madre cuando hay subvenciones para buscarlos”.

Seguramente entonces, con esta forma brutal y traumática de repartir empatía, Hernando entendería la dimensión de sus palabras. Pero afortunadamente, esas personas con ese rápido e irrefrenable pensamiento, al segundo, entrarían en razón y bajo ningún concepto desearían semejante barbaridad a nadie, ni siquiera a personas de la calaña de este personaje. Es lo que diferencia a la gente, o mejor, lo que diferencia a la gente de otras cosas. Se dice que el tiempo pone a cada cual en sus sitio, pero sabemos que eso, por desgracia, es solo a veces. Ya hubo una querella en su día contra Hernando, pero en junio de 2014 fue archivada en base a la libertad de expresión (la misma que tantos años les fue robada a los familiares a los que vilipendia Hernando). Pero hace unos días, el Tribunal Supremo sí que ha admitido a trámite la querella contra Rafael Hernando por sus palabras. Ojalá y la justicia, legítima, con posibilidad de defensa y respetuosa, actúe de forma que se repare el terrible daño infligido y de verdad ponga a cada cual en su sitio.

Y si también el tiempo es el encargado de poner a cada cual en su sitio, va a tener trabajo, porque ahora le tocaría nuevamente el turno al trío de las Azores. Algunos, muchos y muchas, recordamos cómo despedíamos aquella mañana a nuestros hijos hacia la escuela con lágrimas en los ojos, pensando que en Iraq, gente como nosotros estaban comenzando a ser bombardeada. Se sabía que todo era mentira. Ni Al-qaeda, ni armas de destrucción masiva, ni nada. Todo se hacía Por Petróleo (PP). Daba igual. Se inventaron lo que hubo que inventarse para un país que era próspero y laico, que después fue criminalmente embargado (palabras de informes de ONU), arrasado, arrojado al islamismo, al no ser suficiente, fue saqueado y desestabilizado hasta la fecha. Es necesario visualizar de nuevo el vídeo de 11 segundos que está en https://www.youtube.com/watch?v=2cNbBrQVqqY , y lo ponemos sin enlace para que nadie deje de verlo. Y ahora, tras volver a oír esto, sabemos que la CIA desclasifica la documentación sobre la invasión Iraq y afirman que Sadam no era ninguna amenaza, que se sabía claramente con antelación que no había armas de destrucción masiva y no había nada que demostrase una relación con Al-qaeda. Se hizo además sin la necesaria aprobación del Consejo de Seguridad de la ONU. ¿Y ahora qué hacemos? ¿Le damos un puestecito a la esposa como premio? ¿Los volvemos a votar para que siga la fiesta? Lo dicho, habría que inventarlas, es absolutamente imposible encontrar palabras que existan para definir a todos estos.






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