Miramos en el diccionario de la RAE la palabra emético. La define como “vomitivo”. No es lo que buscamos. Vamos
entonces al diccionario enciclopédico Jims de términos clínicos y buscamos la
palabra hiperemesis. Queda definida
como vómitos reiterados con permanentes náuseas. Pero nada, también se nos
queda corto. Buscamos entonces por otra vía, e indagamos en el significado de
la palabra amoral, que queda definida
como: dicho de una persona, desprovista
de sentido moral; y dicho de una obra humana, que de propósito prescinde de la moralidad. Tampoco es eso
exactamente, y buscamos entonces la palabra rastrero, ahí hallamos el significado
de bajo, vil y despreciable. Concretando
María Moliner dice
“que se aplica a la persona que se vale
para lograr sus propósitos de procedimientos viles”.
Si juntamos todo, se va acercando
a lo que buscamos, pero nada, no encontramos palabras para describir lo que
sentimos cuando oímos a
Rafael Hernando hablar sobre los familiares de las víctimas del franquismo.
Sí, nos referimos a aquello que soltó un 4 de noviembre de 2013 en la cadena
propiedad de la Conferencia Episcopal, 13Tv. Afirmaba que "algunos se han
acordado de su padre cuando había subvenciones para encontrarlo". La especie
humana es débil, y hay que reconocer que no sería de extrañar que a mucha gente
lo primero que le venga a la cabeza es desear que Hernando pasara por algo
similar para que sea capaz de entender la dimensión de lo que dijo. Es decir,
que una masa de gente se levantara por la fuerza contra la legalidad y
arrasaran en su casa secuestrándole a un hijo o una hija, padre o madre, y se
lo llevaran para no devolvérselo nunca más. Además, si se le ocurriera
denunciarlo, él debería correr la misma suerte, y por ello debería permanecer
callado sin ni siquiera saber dónde ir a rezar o llevar una flores. Y que
pasados unos años sin su familiar y sin poder decir nada, se diese una
oportunidad de justicia y cuando él fuera a pedirla, alguien de dijera que
“solo se acuerda de su hijo, hija, padre o madre cuando hay subvenciones para
buscarlos”.
Seguramente entonces, con esta
forma brutal y traumática de repartir empatía, Hernando entendería la dimensión
de sus palabras. Pero afortunadamente, esas personas con ese rápido e
irrefrenable pensamiento, al segundo, entrarían en razón y bajo ningún concepto
desearían semejante barbaridad a nadie, ni siquiera a personas de la calaña de
este personaje. Es lo que diferencia a la gente, o mejor, lo que diferencia a
la gente de otras cosas. Se dice que el tiempo pone a cada cual en sus sitio,
pero sabemos que eso, por desgracia, es solo a veces. Ya hubo una querella en
su día contra Hernando, pero en junio de 2014 fue
archivada en base a la libertad de expresión (la misma que tantos años les
fue robada a los familiares a los que vilipendia Hernando). Pero hace unos
días, el Tribunal Supremo sí que ha admitido
a trámite la querella contra Rafael Hernando por sus palabras. Ojalá y la
justicia, legítima, con posibilidad de defensa y respetuosa, actúe de forma que
se repare el terrible daño infligido y de verdad ponga a cada cual en su sitio.
Y si también el tiempo es el
encargado de poner a cada cual en su sitio, va a tener trabajo, porque ahora le
tocaría nuevamente el turno al trío
de las Azores. Algunos, muchos y muchas, recordamos cómo despedíamos
aquella mañana a nuestros hijos hacia la escuela con lágrimas en los ojos,
pensando que en Iraq, gente como nosotros estaban comenzando a ser bombardeada.
Se sabía que todo era mentira. Ni Al-qaeda, ni armas de destrucción
masiva, ni nada. Todo se hacía Por Petróleo (PP). Daba igual. Se inventaron lo
que hubo que inventarse para un país que era próspero y laico, que después fue
criminalmente embargado (palabras de informes de ONU), arrasado, arrojado al
islamismo, al no ser suficiente, fue saqueado y desestabilizado hasta la fecha.
Es necesario visualizar de nuevo el vídeo de 11 segundos que está en https://www.youtube.com/watch?v=2cNbBrQVqqY
, y lo ponemos sin enlace para que nadie deje de verlo. Y ahora, tras volver a
oír esto, sabemos que la
CIA desclasifica la documentación sobre la invasión Iraq y afirman que
Sadam no era ninguna amenaza, que se sabía claramente con antelación que no
había armas de destrucción masiva y no había nada que demostrase una relación
con Al-qaeda. Se hizo además sin la necesaria aprobación del Consejo de
Seguridad de la ONU. ¿Y ahora qué hacemos? ¿Le damos un puestecito a la esposa
como premio? ¿Los volvemos a votar para que siga la fiesta? Lo dicho, habría
que inventarlas, es absolutamente imposible encontrar palabras que existan para
definir a todos estos.
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