Quizá ustedes ya sepan que
nosotros, por coherencia y sin especial animadversión a ninguna creencia,
rechazamos cualquier enseñanza religiosa en la escuela pública dentro del
horario lectivo y pagada con fondos públicos.
Gracias a la LOMCE del PP la
enseñanza de la Religión Islámica pagada con dinero público en los centros
educativos va a comenzar el curso próximo en Educación Infantil
y, curso a curso, continuará implantándose hasta en la Educación
Primaria y la Secundaria.
Los contenidos de estas
enseñanzas han sido aprobados por Real Decreto, siguiendo únicamente las
indicaciones de la Comisión Islámica de España, aunque nada hay de nuevo en este hecho: según la LOMCE del
Partido Popular, al igual que la Iglesia Católica, las comunidades evangélicas
o israelitas, la Comisión Islámica tiene derecho a proponer los contenidos
religiosos que se van a enseñar en las escuelas públicas.
Y el estado, al igual que con las
otras religiones, lo único que debe hacer es publicar estos contenidos en el
BOE, y prepararse
para organizar los horarios y aulas de los centros para que puedan impartirse
todas las religiones citadas. Y, por supuesto, también tendrá que preparar
el dinero necesario para pagar, del dinero de todos ustedes, a los profesores
designados por los obispos, por la Comisión Islámica, las Entidades Evangélicas
y las Comunidades Israelitas. Y, por supuesto, ninguno de esos profesores
tendrá que pasar por ningún tipo de oposición o control por parte del estado ni
las Comunidades Autónomas, pero formarán parte del claustro de profesores de
los centros escolares.
Más allá: de
acuerdo con la LOMCE del PP, en las enseñanzas del Bachillerato tendrá la
misma importancia estudiar religión católica o islámica que Anatomía,
Matemáticas o Filosofía, y su nota valdrá lo mismo para la nota final del
Bachillerato.
Nada nuevo, nada que no
supiéramos ya. Imaginamos que, por coherencia, estarán de acuerdo todos los católicos
que apoyan que el estado privilegie la educación religiosa en los centros
públicos. Hasta ahora estas personas han defendido la presencia privilegiada de
la religión católica en nuestras aulas; imaginamos que harán lo mismo con la
religión islámica. Lo contrario podría oler a cierto nacionalcatolicismo
rancio, más rancio si cabe en los tiempos que corren. Pero imaginamos que aunque esto no les haga
mucha gracia, los defensores del nacionalcatolicismo apoyarán por puro interés
que los imanes islámicos entren en los centros públicos… porque cuantos más
predicadores de todas las religiones haya en las aulas, más difícil será sacar
de ellas a los profesores de religión católica.
Habrá también quien, con una
buena intención que podemos comprender, dirá que es una forma más de favorecer
la integración social de los musulmanes que puedan padecer la desconfianza que
causan los extremistas islámicos. Pero precisamente una escuela laica es la
única que puede facilitar la integración de los alumnos, porque la escuela
laica es la única que no va a separar a niños y niñas en diferentes aulas por
razones religiosas.
El PSOE nunca quiso sacar a los catequistas
de los colegios y Pepe Bono llevó a la iglesia católica a alcanzar un estatus
en las aulas que jamás hubiera soñado obispo alguno. El PP sigue en esa
dirección y, tras una apariencia de igualdad de trato, apuntala los privilegios
de la iglesia favoreciendo la entrada de otras religiones.
Y así seguimos, y cada vez peor.
Con el máximo respeto a todas las creencias, el camino del siglo XXI no puede
ser el de un estado prisionero de las jerarquías religiosas. El estado laico es
la única garantía de igualdad para quienes nunca quieran verse discriminados
por su opción religiosa. ¿Cambiará
esto también a partir del 26 de Junio?
Excelente artículo, q todos debemos difundir. Gracias
ResponderEliminarExcelente artículo, q todos debemos difundir. Gracias
ResponderEliminarMuchas gracias, Nuría. Eres muy amable. Un abrazo.
EliminarDifundo en el facebook de Europa Laica
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