Cuentan que Don Mariano
soñaba despierto con tener un gobierno con Rato, Trillo, Cascos,
Bárcenas a las finanzas… También cuentan que soñaba con que un
día, el mismísimo PSOE acabaría reconociendo su mayor respaldo
popular y le haría posible su gobierno. Y… ¡zasca! Ante la
verdadera imposibilidad del primero, el segundo se le hizo realidad.
Hartos de ver películas de guerra y espías, la vieja guardia del
PSOE, tramaron un inicio de ataque (autoataque realmente) al estilo
de… “y cuando en Radio Libertad suenen las primeras notas de El
Anillo de los Nibelungos” o la palabra “Mickey Mouse” desde
Normandía,
solo que ellos consideraron más oportuno pensar “Y cuando Felipe
González
lo diga en la SER, le caemos todos encima” vaya y alguno
estuviera despistado. Y así fue como se fraguó la gran victoria de
Rajoy. Y se puso a formar
Gobierno, que ya era para que lo tuviera pensado, pero se tomó
sus días…
En cualquier país del
mundo (civilizado), un ministro de Interior grabado en su despacho y
afirmando “esto
te lo afina la Fiscalía” a quien ya saben y sobre lo que ya
saben, hubiera sido cesado al segundo. Pero España no es cualquier
país. Rajoy lo ha aguantado hasta que ya ha habido un cambio
“natural”.
En cualquier país del
mundo (civilizado), cuando un partido está contra las cuerdas por
corrupción y alguien sale a defender el tema, y en vez de prepararse
bien y convencer
su defensa, dice que “la indemnización que se pactó fue
una indemnización en diferido. Y como fue una indemnización
indifi... en diferido, en forma, efectivamente, de simulación, de...
simulación, o de... lo que hubiera sido en diferido en partes de
una... de lo que antes era una retribución, tenía que tener la
retención a la Seguridad Social”, habría dimitido a los dos
segundos. Pero España no es cualquier país. Rajoy ha premiado tal
defensa con el Ministerio
de Defensa (por cierto, que se dice que Page ya está
aprendiéndose el himno de Infantería y se está haciendo amigo de
la cabra).
En cualquier país del
mundo (civilizado), si una ministra, instando al capote de la virgen,
consigue records europeos de paro y mete la mano, el codo, la axila y
hasta el último pelo de su cardada cabellera en la
hucha de las pensiones, sería fulminada al segundo. Pero España
no es cualquier país. Rajoy la premia y la reafirma.
En cualquier país del
mundo (civilizado), para dirigir la sanidad, hay que saber de
sanidad. Ya saben, no es el caso ni del país ni el de la morosa y
nueva
ministra, aunque lo mismo a ellos les vale con que sepa los
nombres de las empresas de sanidad privada a promocionar.
En cualquier país del
mundo (civilizado), el ministerio de educación, o el
de cultura, tienen su peso específico. Pero España no es
cualquier país. Rajoy los suma y difumina con Deporte y la
necesitada de mucha dedicación portavocía del Gobierno.
Pero en fin, en cualquier
país del mundo (civilizado), la gente no
hubiera votado (aunque no fueran mayoría) al partido implicado
con más casos de corrupción de toda la historia de Europa y con las
políticas menos sociales de la historia de España.
Y claro, en cualquier
país del mundo (civilizado), ningún partido que se llame de
izquierdas hubieran consentido con su posición favorecer que estos
gobiernen. Tampoco en ningún país el principal partido de la
oposición hubiera permitido que otro partido con ese bagaje llegara
al gobierno. Pero amigas y amigos, España no es cualquier país, y
un partido que se autoproclama de izquierdas y es el principal
partido de la oposición, lo
ha hecho posible: un gobierno continuista, que premia y reafirma
la Reforma laboral que solo a ellos y sus amiguetes gusta, que
reparte responsabilidades pensando en el partido y no en el país,
que deja fuera a sus jóvenes
que se han quejado de la corrupción, que … en fin, que España
no es cualquier país.
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