viernes, 23 de junio de 2017

RECORTES EN AYUDA A DOMICILIO (PERO QUE PAREZCA LO CONTRARIO)

*Una colaboración de JUAN CARLOS MUÑOZ RIESCO

para Colectivo Puente Madera


Escuchando cantar y contar los números sobre dependencia y los enormes logros conseguidos por el equipo de inmortales de Bienestar Social de Gª Page, quienes tenemos algún tipo de familiar con una situación de dependencia reconocida o con carencias en sus habilidades básicas y necesitan ayuda diaria deberíamos notar claramente cómo llega esa ayuda en la forma e intensidad en la que la necesitan. ¿Es así?, ¿todo va bien? Pues no.
Y es que una cosa son los números y las múltiples formas de generarlos para sacar pecho en ruedas de prensa y otra la situación real de las personas y las familias a las que has contabilizado sin importarte si están o no atendid@s correctamente. Prestaciones prescritas a quienes no las quieren, no las necesitan o pasan tiempo indefinido en listas de espera no son personas atendidas, por mucho que por medio de las estadísticas oficiales se empeñen en querer convencernos de que sí.
Para entender lo que sucede con el Servicio de Ayuda a Domicilio (SAD) en Castilla-La Mancha, hay que explicar varias cosas: la Junta convenia con los ayuntamientos la prestación del SAD y son ellos quienes gestionan el copago, en base a una tasa municipal que cada ayuntamiento puede variar a su gusto.
Hace bastantes años se ampliaban los convenios cada vez que alguien lo necesitaba, siendo una de las prestaciones de acceso rápido y que mejor servicio prestaba, dado el carácter principalmente preventivo del mismo.
Más tarde vinieron todo tipo de recortes: se pidió como requisito para el acceso al SAD el tener reconocido un grado de dependencia, algo que dejaba fuera a mucha gente y que cuestionaba su carácter preventivo para centrarse en los casos claramente asistenciales. Dejaron de ampliarse los convenios para dar cabida inmediata a nuevas solicitudes, por lo que empezaron a generarse listas de espera y cada vez en más municipios. Con las listas de espera, para cuando se quita el requisito de tener reconocido grado de dependencia, el acceso no sólo no es inmediato, sino que las personas que lo necesitan pueden tener que esperar para incorporarse hasta casi un año o para poder ampliar un servicio que ya se está prestando pero necesita más horas.
En Castilla-La Mancha son cientos de familias/personas las que están en estas listas de espera. En muchos casos cuando por fin se les avisa de que se pueden incorporar al SAD, esas personas ya están atendidas en residencias, o por personas sin contrato, o la situación ha variado tanto que el número de horas que se les concede es insuficiente y deben volver a esperar para que se les amplíen las horas que realmente necesitan.
Todo esto es de locos. Pero la situación es aún peor tras los recortes encubiertos de la Junta. Quienes trabajamos en los Servicios Sociales Básicos nos llevamos la sorpresa hace pocas semanas de que las horas de Ayuda a Domicilio de las que disponíamos en muchos municipios desaparecieron sin previo aviso ni explicación. ¿Y por qué no hacer esto en 2017 si en 2016 ya se hizo y no pasó nada?
Al final de cada año se incorpora al convenio a las personas en lista de espera. Esto a los inmortales de Gª Page no les gusta, porque al final de ese año que comienza se prestarían más horas totales de SAD. Por este motivo llevan dos años retirando las horas disponibles en los convenios donde hay alguna. Sin aviso, sin explicación y por tiempo indeterminado (supongo que hasta que las horas coincidan con el dinero que tienen pensado emplear). Así, en los municipios donde había horas suficientes para poner nuevos casos en marcha ya no se puede hacer y en los que existe lista de espera, se truncan las expectativas de poder incorporar a alguna familia aunque haya una baja, ya que las horas que no se prestan por hospitalizaciones o situaciones transitorias no se acumulan para otros casos, sino que desaparecen del convenio. Y todo para “gastar” menos a costa de no atender a quien tiene su derecho reconocido.
Y nadie protesta pública y enérgicamente. Nadie dice nada salvo algunos profesionales (muy pocos para la gravedad del asunto).
A finales de 2011 la Cospe-Junta dio la orden de recortar el SAD el 47%. Y se hizo también sin que prácticamente nadie dijera nada. Quizá si ese hecho hubiera llegado a los tribunales de justicia hubieran tenido que recular y mucha gente, responsables y profesionales serviles que no dudaron en aplicar ese recorte, hubieran tenido que dar explicaciones y asumido su responsabilidad.
El SAD es una de las prestaciones básicas garantizadas por la Ley de Servicios Sociales. Lo que está pasando es muy grave, ya que no se está atendiendo a quien lo necesita ni correcta, ni rápidamente.
Si estas prestaciones no funcionan asistencialmente ni mucho menos de forma preventiva, no queda más que el aumento de la necesidad y de la demanda de institucionalización en residencias, por lo que el panorama es desalentador y mucho más caro para la Junta. Eso si, más negocio para las grandes empresas privadas del sector, curiosamente.
La Junta está empeñada en acomodar las necesidades de la gente al presupuesto (muy escaso) que destinan a atenderlas. Y en Servicios Sociales eso es una barbaridad. Y esta desidia cruel que tanto daño provoca tiene responsables con nombres y apellidos y están todos en el gobierno regional.

Pd.: Mientras tanto la Diputación de Albacete derrocha 600.000 euros en una convocatoria de ayudas de emergencia social que duplica la anual de la Junta y a la que un tercio de los ayuntamientos de la provincia no se han adherido, incluido el de Albacete. Todo mientras se amplían enormemente las listas de espera del SAD y del servicio de comidas a domicilio, prestaciones ambas que gestiona precisamente la Diputación a través del Consorcio de Servicios Sociales.



* Una colaboración para Colectivo Puente Madera de

Juan Carlos Muñoz Riesco

Trabajador Social






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