Hace tres años publicábamos un
artículo en clave de humor sobre qué hacía cada
político cuando visita la feria de Albacete. Vienen invitados por
sus partidos políticos y nosotros jugábamos a encontrarnos con
ellos y sorprenderlos en su atracción favorita. Bueno, releyendo,
está feo decirlo, pero…dimos de pleno en todo. Comenzábamos
diciendo: “Al primero que cazamos es a Pedro Sánchez. Ya ha
sacado su billete para la noria y está en la cola para subir. Nos
confiesa que espera para llegar a lo más alto. Está convencido de
que antes o después llegará arriba. Sabe que en este país es cosa
de paciencia y que hasta ahora basta con esperar: unos suben y los
otros bajan irremediablemente. No tiene prisa, seguro de que su
momento llegará”. ¿Qué? ¿Cierto o no? Su
momento llegó antes de lo que él, y sobre
todo su partido, esperaban. La cosa ahora está en que (igual que el
anterior) no llevaba suficiente para adquirir el billete, y lo
tuvieron que poner entre varios, y claro una vez arriba, no lo
recordaba muy bien, y solo ve a unos gritando desde abajo… desde
allá tan leeeeejos,
por lo que sigue a lo suyo.
A Pablo Iglesias, decíamos que lo encontramos en los siempre
exitosos, entre los más jóvenes, coches de choque. En esta ocasión,
sigue
igual, nada ha cambiado, bueno, vemos que va
con cinturón puesto y casco: estupendas medidas, ya es padre de
familia y tiene hipoteca que pagar, hay que cuidarse.
En aquel entonces vimos cerca, en la Olla Loca, a Albert
Rivera. Hoy no lo vemos, pero nos dicen que
hace un rato, el 112 se ha debido llevar a un señor que tras un
ataque de improperios igual a andaluces que a madrileños que a
catalanes, ha empezado a levitar lleno de urticarias y soltando
espumarajos por la boca al ver un banderín amarillo colgando de la
atracción.
Luego, nos cruzábamos a los vinitos y allí de nuevo, de cháchara
con la gente,
intentado formar panda, Alberto Garzón. No es
fácil, cada cual a lo suyo. Suena de fondo “ni contigo ni sin ti”.
Pero bueno, el chico es cabezón, se cree que cuanto más unidos
mejor, y ahí sigue dale que te pego al palique.
Siguiendo un rastro de lazos amarillos, llegamos al teatro… al
teatro de guiñoles. Representaciones en sesión continua, se ven y
oyen marionetas,
ocultos, los de siempre. Un grupo de burgueses, a un lado, se siguen
frotando las manos de ver a quiénes son capaces de movilizar.
Nos ha costado hallar al rey, pero el jodío es que se ha metido en
el stand
del PSOE, y dice que está como
en casa, y no hay quien lo saque.
Y ya nos dirigimos a la Casa de Terror, donde de nuevo, obispos,
cuentas en B y colas de corruptos
se amontonan. Intentan barrer con la escoba del tren de la bruja,
pero no dan abasto. Llega Casado, el perdedor según él mismo, y hay
alboroto. En su trayecto hasta Albacete se ha sacado 3 asignaturas
más de Económicas: dos notables–alto y un sobresaliente. Quiere
intentar, mientras está en la cola para entrar, aprobar alguna
troncal más. El máster lo deja para el regreso: es
muy organizado. Al lado, en el Tren de la
Bruja, se ha colgado un cartel: se busca trabajadora. En la hoja de
prensa donde se ha escrito, se anuncia que Cospedal deja
la Presidencia del PP de Castilla-La Mancha. Pero
alguien ha colocado por allí una misteriosa puerta giratoria…
Y no podíamos terminar nuestro artículo, sin desear una feliz feria
a toda la buena gente que nos lee y soporta todas las semanas.
¡Salud!
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