lunes, 3 de diciembre de 2018

30 AÑOS DE 1 DE DICIEMBRE

Este 1 de diciembre de 2018, ha supuesto que llevemos 30 años conmemorando el Día Internacional de la Lucha contra el Sida.
Qué duda cabe que mucho han cambiado las cosas desde aquel 1988. Ya no hablamos de una enfermedad necesariamente mortal, y hay motivos para soñar con su control. Pero esto último aún no ha llegado, y se ha pasado del pánico atroz de aquellos años, a una relajación y desentendimiento en los actuales, que no aportan nada bueno.
Las administraciones, siguen sin entender que invertir en prevención, supone a la larga no solo ya la mejora de calidad de vida de la ciudadanía que evita la infección y la enfermedad, sino un ahorro económico importante, pues los tratamientos de por vida para personas infectadas, siguen siendo caros.
Pero no, la ceguera de las autoridades y su cortoplacismo, su ansia de reconocimiento para el hoy, evita unas políticas racionales que aborden el asunto con una perspectiva de mejora definitiva e irreversible.
Y todo ello, por no hablar de los recortes que se han venido padeciendo en la investigación, tan necesaria, y que demostradamente ha venido aportando sustanciales soluciones sobre esta grave pandemia.
Con la idea puesta en el fin de la enfermedad para el 2030, este año, el lema de la campaña ha sido “Conoce tu estado”, haciendo una clara alusión a la necesidad de adelantar el diagnóstico, evitando así que las personas infectadas lleguen a desarrollar la enfermedad, y, además, evitando los posibles contagios a otras personas. Se ha detectado el problema de cómo han ido desapareciendo puntos en la comunidad de detección precoz, y cómo a veces la Atención Primaria y sus recortes en medios y personal, dificultan igualmente su labor de prevención secundaria.
A nivel mundial, ONUSIDA sigue proponiendo el plan llamado 90-90-90, que significa:
•Que en 2020 el 90% de las personas que viven con el VIH conozcan su estado serológico respecto al VIH.
•Que en 2020 el 90% de las personas diagnosticadas con el VIH reciban terapia antirretrovírica continuada.
•Que en 2020 el 90% de las personas que reciben terapia antirretrovírica tengan supresión viral.
  
Esto se plantea para todo el planeta, cabe pensarse pues, que los países económicamente más desarrollados, se encuentren por encima de esas cifras. En España, actualmente se cree que estamos entre un 82-94-92 y el 82-80-80 (según comunidades), y quienes conocen el tema, aseguran que debemos aspirar a un 95-95-95 ¿Cómo? Aportando por la prevención primaria (antes de que la infección aparezca) y secundaria (detectando precozmente la infección y evitando que se desarrolle la enfermedad).
De momento, no parece que las administraciones estén por la labor. Basta con mirar lo que está ocurriendo con la Profilaxis pre-exposición (PrEP). Un tratamiento preventivo para que personas que están en muy alto riesgo de contraer el VIH, que ha demostrado su eficiencia y cuyo coste a la larga se ha demostrado que acaba convirtiéndose en ahorro.
Pues sí, 30 años después, el sida sigue generando injusticia social y motivos por los que seguir reivindicando. Ojalá seamos capaces de abrir algunos oídos… y algunas conciencias.







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